{"id":6813,"date":"2022-08-19T15:03:13","date_gmt":"2022-08-19T14:03:13","guid":{"rendered":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/?p=6813"},"modified":"2022-08-19T18:31:43","modified_gmt":"2022-08-19T17:31:43","slug":"espacios-domesticos-y-aldeanos-entre-los-baruya","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2022\/08\/19\/espacios-domesticos-y-aldeanos-entre-los-baruya\/","title":{"rendered":"Espacios dom\u00e9sticos y aldeanos entre los baruya"},"content":{"rendered":"\n

En este enlace<\/a> encontrar\u00e1 los dem\u00e1s episodios de esta serie de verano en colaboraci\u00f3n con la revista Le Visiteur<\/a>.<\/em><\/p>\n\n\n\n

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Los baruya son una peque\u00f1a tribu que reside en dos valles altos de una cordillera, la Kratke Range, cuyos picos alcanzan los 3,720 m de altitud en el monte Piora. Los valles oscilan entre los 1,800 y los 2,300 metros. La zona fue una de las \u00faltimas en ser tomada por la administraci\u00f3n colonial australiana en junio de 1960. Ya hab\u00eda sido explorada en 1951 por un joven oficial, James Sinclair, que hab\u00eda o\u00eddo hablar de los batia, una tribu conocida en toda la regi\u00f3n por la sal que fabricaba y con la que comerciaba con sus vecinos. Esos batia no eran otros que los baruya. En 1965, la regi\u00f3n fue declarada \u00abpacificada\u00bb y se abri\u00f3 a la libre circulaci\u00f3n de los blancos. Dos misiones protestantes se instalaron all\u00ed, y en 1966 llegu\u00e9 entre los baruya para un primer trabajo de campo que dur\u00f3 tres a\u00f1os, hasta finales de 1968. Despu\u00e9s, volv\u00ed varias veces hasta 1981, con lo que reun\u00ed un total de siete a\u00f1os de trabajo de campo en esa tribu. En 1975, Australia decidi\u00f3 dar la independencia a su antigua colonia, que se convirti\u00f3 en el Estado de Pap\u00faa Nueva Guinea. Hasta 1960, los baruya no hab\u00edan conocido a ning\u00fan blanco y segu\u00edan utilizando herramientas de piedra para abrir huertos en el bosque y construir sus casas. Pero despu\u00e9s de la Segunda Guerra Mundial, las herramientas de acero, hachas y machetes fabricados en Alemania o Gran Breta\u00f1a, llegaron a los baruya a trav\u00e9s del comercio intertribal entre las poblaciones de la costa y de la sierra. Pero en aquella \u00e9poca los baruya no sab\u00edan de d\u00f3nde proced\u00edan esos objetos ni qui\u00e9n los hab\u00eda fabricado.<\/p>\n\n\n\n

En 1966, los baruya conformaban un grupo local de unas 2,000 personas repartidas en 17 pueblos y aldeas. Su organizaci\u00f3n social se basaba en dos instituciones, por un lado la existencia de grupos de parentesco patrilineales, clanes divididos en linajes distribuidos entre los poblados, y, por otro, la existencia de iniciaciones masculinas y femeninas que redistribu\u00edan a todos los habitantes, independientemente de su linaje y poblado, dentro de una jerarqu\u00eda de estadios de iniciaci\u00f3n. Esas instituciones creaban una fuerte desigualdad entre hombres y mujeres y entre los iniciados y los no iniciados. La sociedad estaba gobernada por hombres, que tambi\u00e9n eran sus representantes ante las tribus vecinas. Antes de la llegada de los europeos, esas tribus estaban en guerra constante entre s\u00ed excepto por una, con la que los baruya manten\u00edan un comercio regular y pac\u00edfico.<\/p>\n\n\n\n

\n \n \t\r\n\t\t\t\t\t\r\n\t\t\t\t\t\r\n\t\t\t\t\t\r\n\t\t\t\t\r\n\t<\/picture>\r\n \n
Construcci\u00f3n de una casa baruya, Wuyabo, 1982.<\/figcaption>\n <\/a>\n<\/figure>\n\n\n\n\n

Los clanes produc\u00edan la mayor parte de sus propios materiales, pero ten\u00edan que obtener hojas de piedra de las tribus vecinas para fabricar sus herramientas, ya que no hab\u00eda afloramientos de piedra adecuados en su territorio. Tambi\u00e9n deb\u00edan obtener plumas de aves del para\u00edso y casuarios para sus adornos corporales, as\u00ed como conchas, especialmente de cauri, por el mismo motivo. Para obtener dichos bienes, los baruya produc\u00edan una sal extra\u00edda de las cenizas de una planta (Coix gigantea K\u0153nig ex Rob<\/em>) que cultivaban en grandes extensiones. Los \u00fanicos especialistas entre los baruya de aquella \u00e9poca eran los fabricantes de barras de sal.<\/p>\n\n\n\n

Una vista a\u00e9rea del territorio de Baruya revelaba de inmediato la particular estructura del asentamiento. Los pueblos estaban situados en la ladera de la monta\u00f1a y construidos en terrazas de cultivo. Se compon\u00edan de tres elementos. En la terraza m\u00e1s alta, a cierta distancia de aquella en la que se extend\u00eda el poblado, una o varias casas grandes rodeadas de empalizadas constitu\u00edan la kwalanga<\/em>, la casa de los hombres. Este espacio era tab\u00fa para las mujeres. Hasta abajo, cerca del r\u00edo, varias chozas de construcci\u00f3n precaria, porque no estaban destinadas a durar, eran los lugares donde las mujeres acud\u00edan a dar a luz a sus hijos y a aislarse durante sus menstruaciones. Ese espacio estaba totalmente prohibido a los hombres, pues representaba un peligro permanente para su fuerza y virilidad. Entre esos dos polos, la casa de los hombres y la de las mujeres, se encontraba el poblado, en una terraza intermedia. Las viviendas de las familias eran caba\u00f1as redondas cuyas paredes estaban hechas originalmente de placas de corteza de \u00e1rbol y cubiertas de paja. Se constru\u00edan sobre pilotes, con el piso a unos 50 cm del suelo, para separarlo de la humedad y el fr\u00edo del terreno. Junto a cada casa, hab\u00eda un toldo para cocinar llegado el caso, pero sobre todo para las actividades sedentarias al aire libre. En la parte superior del tejado de cada casa, as\u00ed como en la parte superior de la casa de los hombres, hab\u00eda plantadas cuatro estacas, orientadas hacia los cuatro puntos cardinales, que constitu\u00edan las \u00abflores del Sol\u00bb. Seg\u00fan el pensamiento baruya, su objetivo era poner cada casa bajo la protecci\u00f3n del Sol, su deidad.<\/p>\n\n\n\n

Entre esos dos polos, la casa de los hombres y la de las mujeres, se encontraba el poblado, en una terraza intermedia.<\/p>maurice godelier<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

Al entrar en una casa por una entrada muy baja, se pod\u00eda observar una divisi\u00f3n del espacio habitado que se explicaba por la misma oposici\u00f3n entre lo alto y lo bajo, los hombres y las mujeres, observada al nivel del espacio del pueblo. En el centro de la planta de cada casa se constru\u00eda un fog\u00f3n de piedra. S\u00f3lo los hombres del linaje del hombre que viv\u00eda en esa casa pod\u00edan fabricarlo. El espacio interior circular de la casa estaba dividido en dos subespacios separados por el fog\u00f3n. La parte cercana a la puerta principal estaba reservada a la esposa o esposas del hombre, as\u00ed como a las ni\u00f1as y ni\u00f1os no iniciados. La otra parte de la casa, al otro lado del fog\u00f3n, estaba reservada estrictamente para el hombre y los dem\u00e1s hombres que pudieran visitarlo. Estaba totalmente prohibido que una mujer pasara por encima del fog\u00f3n, pues su sexo se abrir\u00eda sobre el fuego y contaminar\u00eda la comida cocinada para el hombre. En la parte masculina, el arco, las flechas y los mantos de corteza del hombre estaban colgados de las paredes de la casa, as\u00ed como una red hecha por las mujeres donde cada hombre colocaba objetos con poderes m\u00e1gicos que le serv\u00edan para la caza o para la guerra. En la secci\u00f3n femenina, las mujeres colgaban sus mantos de corteza, las redes que utilizaban para llevar a sus beb\u00e9s y los productos de sus huertos \u2014camotes, malangas, etc.\u2014, y sus coas.<\/p>\n\n\n\n

\n \n \t\r\n\t\t\t\t\t\r\n\t\t\t\t\t\r\n\t\t\t\t\t\r\n\t\t\t\t\r\n\t<\/picture>\r\n \n
Iniciados se esconden dentro de una casa en construcci\u00f3n para escapar de la mirada de las mujeres que traen la paja, Wuyabo, 1982.<\/figcaption>\n <\/a>\n<\/figure>\n\n\n\n\n

Debajo de la casa se almacenaba madera para alimentar la chimenea. Pero por encima de la chimenea, bajo el techo, se utilizaba una peque\u00f1a plataforma para almacenar las barras de sal y mantenerlas secas, antes de intercambiarlas. Alrededor de cada casa hab\u00eda un peque\u00f1o jard\u00edn donde se cultivaban las plantas utilizadas en los rituales. Todas las casas se construyeron de la misma manera.<\/p>\n\n\n\n

Cuando llegaron los europeos, se produjeron dos cambios. Las paredes de las casas dejaron de ser fabricadas de l\u00e1minas de corteza, y empezaron a fabricarse de bamb\u00fa tejido seg\u00fan una t\u00e9cnica practicada por las tribus costeras y aprendida por los baruya de los soldados que acompa\u00f1aban a los oficiales australianos. El segundo cambio fue la aparici\u00f3n de casas rectangulares con puerta, a imitaci\u00f3n de las construcciones de los europeos establecidos en el valle, misioneros y soldados.<\/p>\n\n\n\n

En la secci\u00f3n femenina, las mujeres colgaban sus mantos de corteza, las redes que utilizaban para llevar a sus beb\u00e9s y los productos de sus huertos \u2014camotes, malangas, etc.\u2014, y sus coas.<\/p>maurice godelier<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

En las aldeas en las que viv\u00eda un baruya capaz de fabricar sal, hab\u00eda un horno de sal a las afueras de la aldea. Era una construcci\u00f3n notable, un refugio de 5 a 6 metros de largo que proteg\u00eda un horno construido con tierra y piedras refractarias con una docena de cavidades de 25 cm de profundidad y 80 cm de largo en su superficie, en las que los salineros vert\u00edan agua cargada con las cenizas de las Coix<\/em> cosechadas y quemadas, y ve\u00edan c\u00f3mo la sal cristalizaba durante varios d\u00edas y noches. El horno de sal era tab\u00fa para todos los habitantes durante el tiempo de evaporaci\u00f3n y cristalizaci\u00f3n de la sal.<\/p>\n\n\n\n

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Construcci\u00f3n de la tsimia. Al amanecer de un d\u00eda de junio de 1985, los hombres de cada uno de los clanes del valle convergieron en la casa ceremonial, alrededor de la cual bailaron, sosteniendo estacas que representaban a cada iniciado, Yanyi.<\/figcaption>\n <\/a>\n<\/figure>\n\n\n\n\n

Cada tres a\u00f1os, en un lugar situado entre todas las aldeas de un mismo valle, los baruya constru\u00edan un edificio muy grande, de 20 metros de altura y capaz de albergar a varios cientos de hombres y ni\u00f1os. Ese edificio, llamado tsimia<\/em>, se constru\u00eda para realizar en su interior, durante varios d\u00edas y noches, los ritos para hacer pasar a los iniciados de una etapa a otra a escondidas de las mujeres. Alrededor de ese gran edificio, construido bajo el control del maestro de los chamanes y del representante del clan baruya, que hab\u00eda dado su nombre a toda la tribu, se limpiaba y cercaba una vasta superficie de baile, llamada kwaram\u00e9 kruta<\/em>, es decir, \u00abla barrera del halo de la Luna\u00bb. En esa superficie de baile, durante las noches de las iniciaciones, se presentaban los distintos iniciados, dando vueltas durante horas a la luz de las antorchas alrededor de la tsimia<\/em>. M\u00e1s all\u00e1 de la barrera que encerraba esa zona, cientos de mujeres y ni\u00f1os pod\u00edan contemplar durante horas a sus maridos, hijos y hermanos vestidos con todas las galas de la iniciaci\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n

\n \n \t\r\n\t\t\t\t\t\r\n\t\t\t\t\t\r\n\t\t\t\t\t\r\n\t\t\t\t\t\r\n\t\t\t\t\t\r\n\t\t\t\t\r\n\t<\/picture>\r\n \n
Construcci\u00f3n de la tsimia: las mujeres bailan antes de lanzar las botas de paja hacia los hombres, Yanyi, 1985.<\/figcaption>\n <\/a>\n<\/figure>\n\n\n\n\n

Esa gran construcci\u00f3n, la tsimia<\/em>, se asemeja a una enorme jaula de p\u00e1jaros construida en torno a un gran poste central de unos quince metros de altura. El poste se llama tsimi\u00e9<\/em>, y se le conoce como el \u00ababuelo\u00bb de la tribu. En su cima se han plantado las cuatro flores del Sol, rodeadas de ramas llenas de ingredientes m\u00e1gicos que conectan a los baruya con el Sol, la Luna, los ancestros y los esp\u00edritus de las monta\u00f1as que rodean su pueblo. Un clan en particular, los bakia, tiene la propiedad de esas magias.<\/p>\n\n\n\n

Antes de que comiencen las grandes iniciaciones, los chicos de 9 a 10 a\u00f1os, que estar\u00e1n separados de sus madres y de las mujeres hasta los 20 a\u00f1os, duermen en la casa del maestro de las iniciaciones de la primera etapa. Durante su estancia en esa casa, se coloca un gran tabl\u00f3n entre el suelo y la entrada de la misma, que representa simb\u00f3licamente a las mujeres. Durante dos o tres d\u00edas, los hombres y los ni\u00f1os \u00abpasar\u00e1n\u00bb por encima de las mujeres, marcando as\u00ed su superioridad y su capacidad para gobernar la sociedad. Durante casi diez a\u00f1os, los iniciados convivir\u00e1n entre s\u00ed y pasar\u00e1n por cuatro etapas a medida que vayan creciendo. La primera dura de los 10 a los 12 a\u00f1os. Se considera que los ni\u00f1os peque\u00f1os siguen perteneciendo en parte al mundo de las mujeres. De los 13 a los 15 a\u00f1os, se visten de hombrecitos. De los 15 a los 18 a\u00f1os, pueden acompa\u00f1ar a los guerreros a la batalla, y de los 18 a los 20, se preparan para el matrimonio, pero ya se han revelado como futuros chamanes, futuros grandes guerreros o simplemente como hombres corrientes. A estos \u00faltimos, los baruya los llaman \u00abcamotes\u00bb. Cuando un joven sale de la casa de los hombres, lleva como se\u00f1al en la frente un tocado de plumas blancas de una variedad de loro, as\u00ed como plumas negras de casuario.<\/p>\n\n\n\n

Cada tres a\u00f1os, en un lugar situado entre todas las aldeas de un mismo valle, los baruya constru\u00edan un edificio muy grande, de 20 metros de altura y capaz de albergar a varios cientos de hombres y ni\u00f1os.<\/p>maurice godelier<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

Las ni\u00f1as tambi\u00e9n se inician cuando tienen su primera menstruaci\u00f3n. Las iniciaciones femeninas no tienen lugar cada tres a\u00f1os, sino una o dos veces al a\u00f1o, cuando varias ni\u00f1as de varios pueblos del valle han tenido su primera menstruaci\u00f3n. Las iniciaciones femeninas se celebran en el bosque, lejos de los hombres y cerca del r\u00edo donde las j\u00f3venes iniciadas van a ba\u00f1arse. La iniciaci\u00f3n consiste, en primer lugar, en exponer a las chicas al t\u00f3rrido calor de un enorme brasero que se mantiene encendido durante toda la noche. Se supone que las muchachas cambian de piel durante esa noche y, durante ese tiempo, las ancianas, que han llegado a la menopausia, les indican los deberes que tendr\u00e1n que cumplir cuando se casen, mientras las golpean simb\u00f3licamente con sus coas.<\/p>\n\n\n\n

Despu\u00e9s de las iniciaciones masculinas y femeninas, no queda ning\u00fan rastro de los lugares donde se realizaron los ritos m\u00e1s importantes. La tsimia<\/em> se abandona y cualquiera puede utilizar los materiales que se utilizaron para construirla: los postes, la paja, etc. Las cenizas del brasero a las que han sido expuestos las j\u00f3venes iniciadas se esparcen al viento.<\/p>\n\n\n\n

Un \u00faltimo dato importante que arroja luz sobre las representaciones que los baruya tienen del espacio que los rodea y de su territorio. El territorio est\u00e1 conformado por unas cuantas cumbres y laderas, as\u00ed como por varios r\u00edos que las atraviesan. Se supone que los hombres deben defenderlo armas en mano cuando los enemigos lo invadan, aunque los propios baruya han conquistado parte de \u00e9l a costa de sus vecinos. Pero de hecho, cada noche, seg\u00fan los baruya, los esp\u00edritus de los chamanes masculinos que viven en sus pueblos se transforman en p\u00e1jaros que se posan en las cimas de las monta\u00f1as, en las fronteras de su territorio. Los esp\u00edritus de los chamanes femeninos, por su parte, se transforman en batracios, que se apostan cerca de los r\u00edos para impedir que los crucen. Esto sucede porque, para los baruya, al igual que para sus vecinos, cada noche los esp\u00edritus de los hombres y mujeres dormidos pueden abandonar sus cuerpos y cruzar involuntariamente las fronteras del territorio de la tribu. All\u00ed, los chamanes de las tribus vecinas o los esp\u00edritus malignos que viven en las monta\u00f1as pueden mantenerlos cautivos o devorarlos. Por lo tanto, los chamanes baruya apostados como centinelas est\u00e1n all\u00ed para detenerlos y mandarlos de vuelta al territorio baruya. Pero tambi\u00e9n est\u00e1n ah\u00ed para evitar cualquier intrusi\u00f3n de parte de los esp\u00edritus de los chamanes enemigos.<\/p>\n\n\n\n

Para los baruya, al igual que para sus vecinos, cada noche los esp\u00edritus de los hombres y mujeres dormidos pueden abandonar sus cuerpos y cruzar involuntariamente las fronteras del territorio de la tribu.<\/p>maurice godelier<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

As\u00ed que los baruya nunca vivieron realmente en paz. E incluso su actividad diaria de talar \u00e1rboles, abrir huertos y construir grandes cercas para protegerlos de los jabal\u00edes y otros animales salvajes era una forma de seguir haciendo la guerra a sus enemigos. Pues cuando los grandes \u00e1rboles ca\u00edan al suelo, un ritual colectivo acompa\u00f1aba su ca\u00edda. Los baruya lanzaban el esp\u00edritu del \u00e1rbol derribado a sus enemigos para que sufrieran accidentes y la muerte cuando tambi\u00e9n salieran a despejar el bosque y abrir sus huertos. La agricultura se convert\u00eda as\u00ed en una forma de guerra.<\/p>\n\n\n\n

En conclusi\u00f3n, uno de los intereses, al parecer, de esta descripci\u00f3n de las formas de pensar y vivir de los baruya antes de la llegada de los europeos es que estamos en presencia de una sociedad donde exist\u00eda cierto tipo de arquitectura pero donde no exist\u00edan arquitectos. En su juventud, todos y todas aprend\u00edan de sus mayores a construir una casa, a elegir los materiales, a ajustarlos, a asegurar la solidez del edificio, la protecci\u00f3n contra el fr\u00edo, la evacuaci\u00f3n del humo de la chimenea, etc. Es probable que estas formas de arquitectura sin arquitectos fueran generalizadas en el Neol\u00edtico, antes del nacimiento de las ciudades, los Estados y las sociedades con castas, \u00f3rdenes o clases sociales jerarquizadas.<\/p>\n\n\n\n

Por lo tanto, se podr\u00eda plantear la hip\u00f3tesis de que la arquitectura como invenci\u00f3n de formas de h\u00e1bitat precedi\u00f3 a la aparici\u00f3n de grupos humanos especializados exclusivamente en la funci\u00f3n de construir edificios. Los grupos humanos asociaron entonces a arquitectos y artesanos especializados en la construcci\u00f3n. Ser\u00eda, por tanto, en la \u00e9poca en que aparecieron ciudades, templos y ciudadelas en ciertas regiones del mundo, cuando surgi\u00f3 la profesi\u00f3n de arquitecto, que se ha perpetuado hasta nuestros d\u00edas. Por lo tanto, para analizar las formas de h\u00e1bitat y espacios habitados modelados por el hombre, que se han sucedido durante varios milenios antes de nuestra era (si nos referimos a las civilizaciones de Sumeria, Egipto o la antigua China, en particular), es obviamente necesario reunir a arquitectos, arque\u00f3logos, historiadores y especialistas en los diversos materiales y t\u00e9cnicas utilizados para la construcci\u00f3n. Para la \u00e9poca contempor\u00e1nea, habr\u00eda que a\u00f1adir un enfoque antropol\u00f3gico. Algunos antrop\u00f3logos ya han empezado a trabajar en ello.<\/p>\n\n\n\n

Este art\u00edculo ha esbozado el h\u00e1bitat y el espacio de la aldea que produjeron los baruya para llevar a cabo su existencia material y social. Esto existi\u00f3 hasta los a\u00f1os 90. A partir de entonces, la vida de Baruya ha cambiado profundamente. Ahora est\u00e1n conectados con el mundo exterior por medio de aer\u00f3dromos que ellos mismos han construido y donde aterrizan los aviones de las misiones protestantes o de las empresas comerciales que van a comprar su caf\u00e9. Las laderas de las monta\u00f1as est\u00e1n ahora parcialmente cubiertas de cafetales y en todas las aldeas varios edificios son en realidad iglesias o lugares de culto construidos por los fieles de las diversas sectas protestantes estadounidenses que ahora est\u00e1n activas en toda Nueva Guinea. Todos los baruya han sido convertidos a alguna de esas sectas. Despu\u00e9s de haber abandonado las iniciaciones masculinas durante quince a\u00f1os, las recuperaron, pero modificaron su contenido. De momento, son la \u00fanica tribu de la regi\u00f3n que lo ha hecho. Explican que necesitan combinar la fuerza de los antepasados con la de Jes\u00fas y su lema es ahora: \u00abSeguir a Jes\u00fas y hacer business\u00bb.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

Antes de la llegada de los europeos, los baruya ten\u00edan una forma de arquitectura, pero no hab\u00eda arquitectos. En su juventud, todos y cada uno de ellos aprenden de sus mayores c\u00f3mo construir una casa, c\u00f3mo elegir los materiales, c\u00f3mo ajustarlos, c\u00f3mo asegurar la solidez del edificio, la protecci\u00f3n contra el fr\u00edo, la evacuaci\u00f3n del humo de la chimenea… Antes del nacimiento de las ciudades, los estados y las sociedades con castas, \u00f3rdenes o clases sociales jerarquizadas, es posible que hayamos vivido una \u00e9poca de arquitectura sin arquitectos.<\/p>\n","protected":false},"author":1366,"featured_media":6818,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"templates\/post-studies.php","format":"standard","meta":{"_acf_changed":false,"_trash_the_other_posts":false,"footnotes":""},"categories":[249],"tags":[],"geo":[198],"acf":[],"yoast_head":"\nEspacios dom\u00e9sticos y aldeanos entre los baruya - El Grand Continent<\/title>\n<meta name=\"robots\" content=\"index, follow, max-snippet:-1, max-image-preview:large, max-video-preview:-1\" \/>\n<link rel=\"canonical\" href=\"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2022\/08\/19\/espacios-domesticos-y-aldeanos-entre-los-baruya\/\" \/>\n<meta property=\"og:locale\" content=\"es_ES\" \/>\n<meta property=\"og:type\" content=\"article\" \/>\n<meta property=\"og:title\" content=\"Espacios dom\u00e9sticos y aldeanos entre los baruya - El Grand Continent\" \/>\n<meta property=\"og:description\" content=\"Antes de la llegada de los europeos, los baruya ten\u00edan una forma de arquitectura, pero no hab\u00eda arquitectos. 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