{"id":618,"date":"2021-01-20T14:34:50","date_gmt":"2021-01-20T14:34:50","guid":{"rendered":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/?p=618"},"modified":"2022-05-31T15:49:05","modified_gmt":"2022-05-31T14:49:05","slug":"la-agenda-politica-latinoamericana-en-el-primer-ano-de-presidencia-de-joe-biden","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2021\/01\/20\/la-agenda-politica-latinoamericana-en-el-primer-ano-de-presidencia-de-joe-biden\/","title":{"rendered":"La agenda pol\u00edtica latinoamericana en el primer a\u00f1o de presidencia de Joe Biden"},"content":{"rendered":"\n
El an\u00e1lisis de la pol\u00edtica en Am\u00e9rica Latina con relaci\u00f3n al a\u00f1o 2021 puede abordarse desde una perspectiva triple, configurada por aspectos que tienen una clara interacci\u00f3n. En primer lugar, se encuentran aquellos asuntos que integran el devenir de la pol\u00edtica cotidiana; en segundo t\u00e9rmino, hay que tener en cuenta los procesos electorales del a\u00f1o en curso que suponen la oportunidad del cambio o de la consolidaci\u00f3n de los gobiernos en ejercicio; y, finalmente, no hay que obviar las relaciones con una nueva administraci\u00f3n norteamericana de cariz, profundamente diferente a la saliente el 20 de enero. Este esquema de an\u00e1lisis triangular debe centrarse en cada caso nacional habida cuenta de la profunda heterogeneidad de la regi\u00f3n. <\/p>\n\n\n\n
El presente ensayo aborda estos tres ejes intentando encontrar aquellas pautas m\u00e1s generalizables para la regi\u00f3n y concluye con los elementos que pudieran ser m\u00e1s relevantes de cara al escenario pol\u00edtico de Am\u00e9rica Latina a lo largo del a\u00f1o reci\u00e9n comenzado.<\/p>\n\n\n\n
Si bien la pol\u00edtica en el d\u00eda a d\u00eda va a seguir dominada por la respuesta a la Covid-19, tanto en la confrontaci\u00f3n de los efectos de la pandemia en t\u00e9rminos hospitalarios y asistenciales como en el esfuerzo fiscal que se debe poner en marcha para ayudar a la recuperaci\u00f3n econ\u00f3mica y a la vez apoyar a los sectores vulnerables m\u00e1s perjudicados, hay un consenso generalizado en torno al escenario de democracias fatigadas que viene registr\u00e1ndose en los \u00faltimos a\u00f1os y que pesa de forma severa en los distintos pa\u00edses. De hecho, Honduras y, sobre todo, Nicaragua y Venezuela han profundizado su deterioro democr\u00e1tico hasta penetrar en modelos de reg\u00edmenes pol\u00edticos autoritarios uni\u00e9ndose a Cuba. Complementariamente, otros pa\u00edses est\u00e1n en una situaci\u00f3n de inestabilidad permanente, como es el caso de Per\u00fa, donde su Congreso derroc\u00f3 al segundo de dos presidentes en 30 meses, o de inestabilidad durante 2020, como ocurri\u00f3 en Bolivia por la extensi\u00f3n del gobierno interino presidido por Jeanine \u00c1\u00f1ez.<\/p>\n\n\n\n
La democracia fatigada proyecta una situaci\u00f3n de malestar social generalizado producto de una combinaci\u00f3n del ejercicio de pr\u00e1cticas cl\u00e1sicas poli\u00e1rquicas basadas en la dimensi\u00f3n electoral de la democracia con cierto desarrollo del estado de derecho, que sufre una fuerte crisis de los mecanismos de representaci\u00f3n y una debilidad que se hace cr\u00f3nica en su implementaci\u00f3n y en el ejercicio de los derechos humanos. <\/p>\n\n\n\n
En el \u00e1mbito de la representaci\u00f3n, esta crisis se ve reflejada por la minusvaloraci\u00f3n de la propia democracia y el incremento de la desconfianza en las distintas instancias representativas. En efecto, los diferentes estudios demosc\u00f3picos, como los del Bar\u00f3metro de las Am\u00e9ricas o de la Corporaci\u00f3n Latinobar\u00f3metro, ponen de relieve ambos aspectos. Por otra parte, se registra un leve descenso de la participaci\u00f3n electoral, el incremento del n\u00famero efectivo de partidos y la potenciaci\u00f3n de nuevas formas de intermediaci\u00f3n, de activismo pol\u00edtico y de movilizaci\u00f3n, gracias al desarrollo exponencial de las tecnolog\u00edas de la informaci\u00f3n y de la comunicaci\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n La democracia fatigada proyecta una situaci\u00f3n de malestar social generalizado producto de una combinaci\u00f3n del ejercicio de pr\u00e1cticas cl\u00e1sicas poli\u00e1rquicas basadas en la dimensi\u00f3n electoral de la democracia con cierto desarrollo del estado de derecho, que sufre una fuerte crisis de los mecanismos de representaci\u00f3n<\/p>MANUEL ALC\u00c1NTARA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n En cuanto al desarrollo del estado de derecho, una vez consumado el desmantelamiento de la Comisi\u00f3n Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y de su hom\u00f3nima en Honduras, la MACCIH, que fueron serios intentos de impulsar el papel separado de la justicia, los poderes ejecutivos en Bolivia, El Salvador, Guatemala y M\u00e9xico han incrementado su capacidad de maniobra, erosionando sobre todo la independencia del poder judicial y de ciertos organismos aut\u00f3nomos como hicieron con mayor profundidad en a\u00f1os anteriores Nicaragua y Venezuela. En El Salvador, adem\u00e1s, el negacionismo hist\u00f3rico de su presidente, Nayib Bukele, socava el legado de los acuerdos de paz abriendo un nuevo frente de consecuencias impredecibles. Por su parte, el ejercicio de los derechos humanos, de acuerdo con el informe de Human Rights Watch 2021, ha supuesto denuncias generalizadas del uso indiscriminado de la fuerza por parte de los agentes de seguridad del estado a la hora de actuar contra el crimen (en 2019, en Brasil la polic\u00eda mat\u00f3 a 6.357 personas, lo que convirti\u00f3 al pa\u00eds en uno de los m\u00e1s represores del mundo) y de reprimir las protestas urbanas (en Chile, Ecuador, Per\u00fa y Venezuela). Paralelamente, se sigue produciendo el asesinato de l\u00edderes y activistas comunitarios en Colombia, estando involucradas fuerzas paramilitares, ex combatientes de las FARC o de la guerrilla del ELN sin que el gobierno haya tomado medidas suficientes para evitarlo. Todo ello se da en el marco de un progresivo escenario de militarizaci\u00f3n en el que las Fuerzas Armadas van ocupando espacios relevantes. Esto ocurre en Colombia, con el segundo ej\u00e9rcito m\u00e1s grande de las Am\u00e9ricas, despu\u00e9s de Estados Unidos, pero tambi\u00e9n en Brasil, M\u00e9xico, El Salvador y, por descontado, en Venezuela y Cuba. <\/p>\n\n\n\n Este escenario, donde el retroceso seg\u00fan la Fundaci\u00f3n Bertelsmann que clasifica el vigor democr\u00e1tico de los pa\u00edses en una escala de diez puntos se verifica mediante el hecho de que las puntuaciones de siete democracias en Am\u00e9rica Latina han ca\u00eddo 0,8 puntos o m\u00e1s desde 2010, se ve dinamizado por la corrupci\u00f3n, la violencia y la desigualdad, tres aspectos que son recurrentes en las sociedades latinoamericanas. La corrupci\u00f3n ha disparado su impacto por su mayor visibilidad y por afectar a la cima de la pol\u00edtica. Buena parte de las interrupciones presidenciales de los \u00faltimos a\u00f1os est\u00e1n ligadas a ella, el n\u00famero de presidentes encausados por cuestiones vinculadas a la corrupci\u00f3n en lo que va de siglo se acerca a la veintena y hoy el presidente de Honduras, Juan Orlando Hern\u00e1ndez, se ve sometido a una investigaci\u00f3n en relaci\u00f3n con su vinculaci\u00f3n con el narcotr\u00e1fico. La presencia permanente de pautas de inseguridad es una marca de la regi\u00f3n que la convierte en una de las m\u00e1s afectadas del mundo por dicha lacra. Finalmente, se mantienen unos patrones de desigualdad elevados que, si bien bajaron en la d\u00e9cada comprendida entre 2004 y 2014, han vuelto a subir en el \u00faltimo lustro.<\/p>\n\n\n\n La yuxtaposici\u00f3n de estos elementos contribuy\u00f3 a impulsar una oleada de movilizaciones sociales y de protesta en varios pa\u00edses de la regi\u00f3n en el segundo semestre de 2019 que solo la pandemia hibern\u00f3. Si bien las causas inmediatas que impulsaban a la gente a llenar la calle en las ciudades latinoamericanas estaban vinculadas con din\u00e1micas nacionales propias, en su trasfondo lat\u00edan los aspectos reci\u00e9n mencionados contribuyendo a expandir el sentimiento de malestar.<\/p>\n\n\n\n Si bien las causas inmediatas que impulsaban a la gente a llenar la calle en las ciudades latinoamericanas estaban vinculadas con din\u00e1micas nacionales propias, en su trasfondo lat\u00edan los aspectos reci\u00e9n mencionados contribuyendo a expandir el sentimiento de malestar.<\/p>MANUEL ALC\u00c1NTARA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n La Covid-19, que ha matado a m\u00e1s de medio mill\u00f3n de personas en la regi\u00f3n, ha profundizado esta situaci\u00f3n en un clima de generalizada recesi\u00f3n econ\u00f3mica. El golpe al 50% de la poblaci\u00f3n que, en promedio regional, constituye el sector informal ha empobrecido a diversos grupos que han quedado desempleados o sin posibilidad del exiguo ingreso diario. Por otra parte, las pr\u00e1cticas corruptas han marcado la propia gesti\u00f3n de la crisis con usos fraudulentos en la compra de material sanitario, que en algunos casos se han saldado con dimisiones de responsables y en pocos con la actuaci\u00f3n de la justicia. As\u00ed mismo, las precariedades estatales han permitido el reforzamiento de expresiones delincuenciales contribuyendo al mantenimiento de los patrones ya cl\u00e1sicos de violencia e inseguridad e impulsando en algunos pa\u00edses centroamericanos a la di\u00e1spora de su poblaci\u00f3n, como ocurre en Nicaragua hacia Costa Rica y en el tri\u00e1ngulo norte hacia Estados Unidos.<\/p>\n\n\n\n La pol\u00edtica formalizada ha registrado cierta disminuci\u00f3n de los mecanismos de control por las dificultades de actuaci\u00f3n de los poderes legislativos en cuanto que son cuerpos plurinominales con pr\u00e1cticas de funcionamiento no preparadas para un escenario de confinamiento. Las decisiones se han jerarquizado a\u00fan m\u00e1s, reforzando las pautas de actuaci\u00f3n de los poderes ejecutivos que han concentrado las principales funciones de respuesta a la pandemia y priorizado estrategias de comunicaci\u00f3n verticales privando a los medios del uso de preguntas. Esto ha tra\u00eddo consigo el fortalecimiento de liderazgos que, no obstante, no siempre han validado su valoraci\u00f3n positiva por parte de la ciudadan\u00eda. Sin embargo, los casos de Jair Bolsonaro, Andr\u00e9s Manuel L\u00f3pez Obrador y Nayib Bukele contemplan un mantenimiento de niveles altos de popularidad.<\/p>\n\n\n\n Finalmente, en lo atinente a este \u00e1mbito, deben se\u00f1alarse las tensiones producidas entre los centros capitalinos y las periferias departamentales o estaduales. Algo que refleja un escenario tradicional en lo referente a los procesos de descentralizaci\u00f3n truncos que caracterizan a la pol\u00edtica latinoamericana. El conflicto entre los presidentes de Argentina, Brasil y M\u00e9xico y los gobernadores de algunos estados o provincias, junto con el que se ha dado tambi\u00e9n entre los presidentes y las autoridades municipales de las ciudades m\u00e1s importantes del pa\u00eds, como es el caso de Colombia y de Bolivia, es un reflejo de esta situaci\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n Algo que refleja un escenario tradicional en lo referente a los procesos de descentralizaci\u00f3n truncos que caracterizan a la pol\u00edtica latinoamericana. El conflicto entre los presidentes de Argentina, Brasil y M\u00e9xico y los gobernadores de algunos estados o provincias.<\/p>MANUEL ALC\u00c1NTARA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n Durante 2021, la regi\u00f3n dar\u00e1 continuidad al calendario electoral vi\u00e9ndose afectados en una modalidad u otra la mitad de los pa\u00edses. Est\u00e1 prevista la celebraci\u00f3n de elecciones presidenciales y simult\u00e1neamente legislativas en seis pa\u00edses, el desarrollo de elecciones legislativas \u00fanicamente en tres, y de elecciones municipales en dos. <\/p>\n\n\n\n En efecto, Ecuador (7 de febrero), Per\u00fa (11 de abril), Nicaragua (7 de noviembre), Chile (21 de noviembre), Honduras (28 de noviembre) y Hait\u00ed (por definir) celebrar\u00e1n elecciones presidenciales y legislativas en las que, salvo en el caso de Nicaragua y posiblemente de Hait\u00ed, los actuales presidentes no concurrir\u00e1n abri\u00e9ndose el juego pol\u00edtico a la alternancia pol\u00edtica con nuevas caras. <\/p>\n\n\n\n En el caso de las elecciones ecuatorianas ya convocadas, hay 16 candidatos presidenciales, pero solamente tres, Andr\u00e9s Ar\u00e1uz (35 a\u00f1os) -delf\u00edn del expresidente Rafael Correa-, Guillermo Lasso, empresario y candidato por tercera vez, y Yaku P\u00e9rez, prefecto de Azuay y apoyado por el Pachakutik, opuesto al correismo desde la izquierda, parecen tener posibilidades de competir para entrar en la segunda vuelta en unos comicios en los que algunas encuestas han predicho que un tercio del electorado anular\u00e1 su voto o votar\u00e1 en blanco. En Per\u00fa, comicios tambi\u00e9n ya convocados, la larga n\u00f3mina de candidatos es encabezada, de acuerdo con los sondeos de opini\u00f3n p\u00fablica, por George Forsyth (38 a\u00f1os), antiguo futbolista profesional y con experiencia como alcalde. Seguidamente se encuentran en las preferencias: Keiko Fujimori, perdedora por un estrecho margen en 2011 y 2016; Julio Guzm\u00e1n del Partido Morado cuya candidatura fue descalificada en 2016 cuando seg\u00fan las encuestas era el segundo candidato con m\u00e1s posibilidades; Ver\u00f3nika Mendoza congresista entre 2011 y 2016 y candidata en 2016 que ocupa un espacio en la izquierda de la arena pol\u00edtica; y Daniel Urresti, militar retirado, congresista y ex ministro del Interior<\/p>\n\n\n\n En lo relativo a los comicios exclusivamente legislativos tendr\u00e1n lugar en El Salvador, M\u00e9xico y Argentina (la mitad de la C\u00e1mara de Diputados). En los tres casos, el asunto fundamental a dirimir ser\u00e1 la definici\u00f3n de la mayor\u00eda en las respectivas c\u00e1maras en su relaci\u00f3n con el gobierno. Mientras Nayib Bukele, que alcanz\u00f3 un triunfo electoral en la primera vuelta en 2019 superando el list\u00f3n del 50%, est\u00e1 hoy muy lejos de la mayor\u00eda en la Asamblea Legislativa salvadore\u00f1a, Andr\u00e9s Manuel L\u00f3pez Obrador, que tambi\u00e9n obtuvo un \u00e9xito infrecuente en M\u00e9xico en las elecciones de 2018 al contar igualmente con m\u00e1s del 50% del apoyo del electorado, buscar\u00e1 mantener su actual mayor\u00eda en ambas c\u00e1maras a pesar del in\u00e9dito pacto que en su contra han alcanzado los partidos tradicionales. En Argentina, al tratarse de una renovaci\u00f3n de la mitad de la c\u00e1mara, el impacto sobre la correlaci\u00f3n de fuerzas entre el Ejecutivo y el Legislativo ser\u00e1 gradual.<\/p>\n\n\n\n Finalmente, se registrar\u00e1n elecciones municipales en Bolivia, el 7 de marzo, en las que se medir\u00e1 tanto el apoyo al gobierno del presidente Lu\u00eds Arce como la distribuci\u00f3n del poder dentro del Movimiento Al Socialismo habida cuenta de la bicefalia que pudiera darse dentro de este partido por la presencia activa de Evo Morales. Por otra parte, en Chile se celebrar\u00e1n tambi\u00e9n elecciones departamentales y regionales el 11 de abril simult\u00e1neamente con las elecciones a la Asamblea Constituyente en la que se elegir\u00e1n 155 miembros.<\/p>\n\n\n\n Es destacable la consolidaci\u00f3n de la tendencia, ya registrada en la regi\u00f3n durante al menos la \u00faltima d\u00e9cada, de la desaparici\u00f3n de los partidos pol\u00edticos y la gestaci\u00f3n de plataformas electorales en torno a individuos que han construido su capital pol\u00edtico de manera ajena a aquellos.<\/p>MANUEL ALC\u00c1NTARA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n Adem\u00e1s de lo se\u00f1alado con respecto a la indudable alternancia que se va a producir en la presidencia de cuatro pa\u00edses, es destacable la consolidaci\u00f3n de la tendencia, ya registrada en la regi\u00f3n durante al menos la \u00faltima d\u00e9cada, de la desaparici\u00f3n de los partidos pol\u00edticos y la gestaci\u00f3n de plataformas electorales en torno a individuos que han construido su capital pol\u00edtico de manera ajena a aquellos y que basan su estrategia de campa\u00f1a electoral en las tecnolog\u00edas de la informaci\u00f3n y de la comunicaci\u00f3n. No se trata tanto de la existencia de candidaturas ajenas por completo al mundo de la pol\u00edtica, sino de su definici\u00f3n como independientes frente a las cl\u00e1sicas maquinarias partidistas. Mientras que en Chile, en las m\u00e1s de 70 listas para la Constituyente, hay por encima de 2.200 candidatos que son independientes, en Ecuador y en Per\u00fa el fen\u00f3meno afecta tambi\u00e9n a las listas de candidaturas para el Congreso, as\u00ed como un n\u00famero relevante de las candidaturas presidenciales.<\/p>\n\n\n\n Por otra parte, asimismo hay que hacer notar que tanto los comicios legislativos salvadore\u00f1os como los mexicanos dirimen sendos procesos de b\u00fasqueda de legitimaci\u00f3n popular por parte de los respectivos presidentes de su estilo de conducci\u00f3n personalista con serias dudas de que ambos alberguen intenciones de permanecer en el poder. Un escenario que no resulta ajeno al que se da en Ecuador, donde Rafael Correa impulsa una candidatura que en el futuro pudiera facilitarle el regreso al pa\u00eds.<\/p>\n\n\n\n No es una cuesti\u00f3n desconocida el peso que hist\u00f3ricamente han jugado los Estados Unidos en la pol\u00edtica nacional de los pa\u00edses latinoamericanos, pero si esta interacci\u00f3n se restringe al lapso que se inicia tras los procesos de transici\u00f3n a la democracia de finales de la d\u00e9cada de 1970 la influencia sigue siendo notable. Desde la promisoria presidencia de Jimmy Carter, con su apuesta por la pol\u00edtica de derechos humanos que tanto contribuy\u00f3 a la ca\u00edda de un buen n\u00famero de dictaduras latinoamericanas como a la devoluci\u00f3n de la soberan\u00eda paname\u00f1a sobre el Canal, al inmediato retroceso propiciado por Ronald Reagan, gracias a su pol\u00edtica intervencionista en Centroam\u00e9rica, la regi\u00f3n no ha dejado de sufrir los avatares de Washington. Las presidencias de Georges W. Bush y de Barack Obama, coincidentes en gran medida con la expansi\u00f3n del socialismo del siglo XXI, produjeron cierto ensimismamiento para con la regi\u00f3n por parte de Estados Unidos en la agenda pol\u00edtica, concentr\u00e1ndose las prioridades en la cuesti\u00f3n migratoria y en el narcotr\u00e1fico. El notable incremento de los flujos migratorios de la regi\u00f3n hacia el norte trajo consigo, a la par del aumento de las remesas, la importaci\u00f3n de nuevas formas delincuenciales como las maras centroamericanas y su correlato con el mercado de armas que impulsaba nuevas expresiones de violencia. La expansi\u00f3n del narcotr\u00e1fico se hizo viral impregnando la vida pol\u00edtica mexicana, adem\u00e1s de mantenerse los niveles de implicaci\u00f3n en Colombia. Todo ello, junto con el deterioro medioambiental fueron constituyendo puntos de una agenda actualizada que se diversificaba seg\u00fan los pa\u00edses manteni\u00e9ndose apenas constante el diferendo cubano. Mesoam\u00e9rica, el Caribe y Colombia atrajeron inicialmente la atenci\u00f3n prioritaria, sum\u00e1ndose desde el inicio del presente siglo Venezuela.<\/p>\n\n\n\n Joe Biden, ahora presidente, fue el hombre clave de Barack Obama para Am\u00e9rica Latina, que visit\u00f3 16 veces durante su vicepresidencia.<\/p>MANUEL ALC\u00c1NTARA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n El momento actual, que supone un hito en esas relaciones por la llegada de un nuevo presidente a la Casa Blanca, trae la posibilidad de reformular alguno de los elementos de la agenda impulsada por Donald Trump. Joe Biden, ahora presidente, fue el hombre clave de Barack Obama para Am\u00e9rica Latina, que visit\u00f3 16 veces durante su vicepresidencia. Aun estando requerido a prestar mucha m\u00e1s atenci\u00f3n a otros temas en la agenda norteamericana, parece plausible que promover\u00e1 en su relaci\u00f3n con la regi\u00f3n el estado de derecho y los esfuerzos para combatir el cambio clim\u00e1tico, preocupaciones que Trump ignor\u00f3 por completo. Biden entiende que promover una regi\u00f3n segura, democr\u00e1tica, y de clase media est\u00e1 en el inter\u00e9s nacional de los Estados Unidos. Adem\u00e1s, y puesto que durante 2021 ser\u00e1 el anfitri\u00f3n de la trienal cumbre de las Am\u00e9ricas, las expectativas con relaci\u00f3n a un cambio radical con respecto al periodo que ahora se cierra son evidentes.<\/p>\n\n\n\n Los datos relativos a la nueva andadura se mueven en el terreno de la especulaci\u00f3n y giran en torno tanto a la referida trayectoria del nuevo presidente como de sus nombramientos en el \u00e1mbito de las relaciones con Am\u00e9rica Latina. En este sentido, una pista fundamental es el nombramiento de Juan Sebasti\u00e1n Gonz\u00e1lez, nacido en Colombia y Graduado en la Escuela del Servicio Exterior en la Universidad de Georgetown habiendo sido voluntario en las Fuerzas de Paz para Guatemala, como director senior para Asuntos Hemisf\u00e9ricos en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca que dirigir\u00e1 Jake Sullivan.<\/p>\n\n\n\nProcesos electorales que mantendr\u00e1n la democracia fatigada<\/strong><\/h2>\n\n\n\n
Am\u00e9rica Latina en la agenda de la nueva Administraci\u00f3n norteamericana<\/strong><\/h2>\n\n\n\n