{"id":46265,"date":"2024-10-03T12:29:35","date_gmt":"2024-10-03T10:29:35","guid":{"rendered":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/?p=46265"},"modified":"2024-11-08T15:11:23","modified_gmt":"2024-11-08T14:11:23","slug":"la-conversion-de-j-d-vance-por-que-el-companero-de-formula-de-trump-se-volvio-catolico","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2024\/10\/03\/la-conversion-de-j-d-vance-por-que-el-companero-de-formula-de-trump-se-volvio-catolico\/","title":{"rendered":"La conversi\u00f3n de J. D. Vance: por qu\u00e9 el compa\u00f1ero de f\u00f3rmula de Trump se volvi\u00f3 cat\u00f3lico"},"content":{"rendered":"\n
Nueve a\u00f1os despu\u00e9s de que bajara por las escaleras el\u00e9ctricas de la Torre Trump para anunciar su candidatura a las elecciones presidenciales de 2016, sigue siendo dif\u00edcil entender c\u00f3mo Donald Trump consigui\u00f3 hacerse con el control del Partido Republicano. Sin una l\u00ednea clara ni convicciones reales, el antiguo magnate inmobiliario construy\u00f3 su inmensa popularidad en Estados Unidos gracias a su papel en la serie de televisi\u00f3n The Apprentice<\/em>, labr\u00e1ndose su reputaci\u00f3n vendiendo una imagen del sue\u00f1o americano que cuaj\u00f3 tras la publicaci\u00f3n de su primer libro, The Art of the Deal<\/em>, en 1987.<\/p>\n\n\n\n Cuando empez\u00f3 a cansarse del sector inmobiliario y de su microcosmos neoyorquino, Trump prob\u00f3 por primera vez en pol\u00edtica en la d\u00e9cada de 1980. Tras un fracaso inicial, volvi\u00f3 en 2015, aprovechando la falta de un liderazgo claro en el Partido Republicano tras los dos mandatos de Barack Obama. En 2011, su presencia recurrente en las salas de millones de estadounidenses a trav\u00e9sde The Apprentice <\/em>lo propuls\u00f3 a lo m\u00e1s alto de la intenci\u00f3n de voto para las primarias republicanas, para sorpresa de los encuestadores. <\/span>1<\/sup><\/a><\/span><\/span> En Time to Get Tough<\/em>, una diatriba contra Obama publicada ese mismo a\u00f1o, Trump escribi\u00f3 que su \u00e9xito como promotor era una referencia suficiente para garantizar que ser\u00eda un buen presidente. Barack Obama, por el contrario, es malo porque \u00abnunca hizo un trato […] excepto para comprar su casa, pero eso no fue una transacci\u00f3n honesta\u00bb.<\/p>\n\n\n\n La carrera pol\u00edtica de Trump es el resultado de una combinaci\u00f3n de circunstancias que probablemente tiene m\u00e1s que ver con el \u00e9xito de la empresa fundada por su padre, Fred Trump, en los a\u00f1os veinte y el papel desempe\u00f1ado por los productores de la NBC, Jeff Zucker y Mark Burnett, que con cualquier vocaci\u00f3n. Si Donald Trump es un oportunista, el fundador involuntario de un movimiento nebuloso al que llamamos \u00abtrumpismo\u00bb a falta de otra cosa con la que encasillarlo, su decisi\u00f3n de nombrar a J.D. Vance como compa\u00f1ero de f\u00f3rmula podr\u00eda conducir a una transformaci\u00f3n radical del trumpismo y, por tanto, del Partido Republicano, al que ha engullido por completo en apenas nueve a\u00f1os.<\/p>\n\n\n\n Vance es antiliberal, conservador y tambi\u00e9n cat\u00f3lico. Fue bautizado el 11 de agosto de 2019 en el Priorato de Santa Gertrudis, en Cincinnati, por el padre Henry Stephan, sacerdote dominico. Si Donald Trump es elegido en noviembre, J. D. Vance se convertir\u00e1 en el primer vicepresidente republicano de confesi\u00f3n cat\u00f3lica. En 2009, Joe Biden se convirti\u00f3 en el primer vicepresidente cat\u00f3lico elegido en una candidatura dem\u00f3crata y, junto con John F. Kennedy, es el \u00fanico cat\u00f3lico que ha sido elegido presidente en Estados Unidos.<\/p>\n\n\n\n A diferencia de Biden o JFK, Vance no naci\u00f3 en una familia cat\u00f3lica. Habiendo crecido en una ferviente familia protestante evang\u00e9lica, donde la fe vivida era la del carbonero, abandon\u00f3 toda creencia religiosa durante un tiempo, el de sus estudios universitarios. Como \u00e9l mismo dice, este abandono le pareci\u00f3 una exigencia de la raz\u00f3n en su b\u00fasqueda de la verdad. Pero fue el mismo camino intelectual el que lo llevar\u00eda m\u00e1s tarde a leer al fil\u00f3sofo franc\u00e9s Ren\u00e9 Girard (1915-2003) y, sobre todo, a San Agust\u00edn. A trav\u00e9s de la lectura de La Ciudad de Dios<\/em> y de las Confesiones<\/em> del obispo de Hipona y Padre de la Iglesia de los siglos IV-V, descubri\u00f3 un modo de vivir la fe religiosa que ya no parec\u00eda oponerse a la raz\u00f3n, sino que la requer\u00eda para desarrollarla y justificarla. Sobre todo, en el itinerario del autor de las Confesiones<\/em> parece reconocer su propia b\u00fasqueda intelectual y existencial, hasta el punto de que forman una especie de subtexto de su propia historia de conversi\u00f3n. Como era de esperar, es a Agust\u00edn a quien el reci\u00e9n bautizado cat\u00f3lico elige como patr\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n La conversi\u00f3n de Vance al catolicismo fue objeto de un largo y detallado relato, que traducimos y comentamos l\u00ednea por l\u00ednea a continuaci\u00f3n, titulado \u00abC\u00f3mo me un\u00ed a la Resistencia\u00bb, publicado en la revista cat\u00f3lica estadounidense The Lamp<\/em> el 1 de abril de 2020, menos de un a\u00f1o despu\u00e9s de su bautismo. <\/span>2<\/sup><\/a><\/span><\/span> Dos a\u00f1os antes, en enero de 2018, Vance dijo que estaba empezando a considerar presentarse como candidato al Senado en su estado natal de Ohio. No fue hasta enero de 2021 cuando lanz\u00f3 oficialmente su campa\u00f1a, apoyado econ\u00f3micamente por su antiguo jefe Peter Thiel y animado por una ola de popularidad ganada tras la publicaci\u00f3n de su best seller Hillbilly Elegy<\/em> (2016), adaptado al cine en noviembre de 2020.<\/p>\n\n\n\n La carrera de J.D. Vance experiment\u00f3 una tremenda aceleraci\u00f3n a partir de 2016, que lo coloc\u00f3 en la candidatura republicana, junto a Donald Trump. Al igual que el expresidente, Vance se ha beneficiado de una moda inesperada, y su mete\u00f3rico ascenso tambi\u00e9n se debe principalmente a una improbable sucesi\u00f3n de acontecimientos. Sin embargo, a diferencia de su mentor, Vance tiene una visi\u00f3n de la sociedad que se sustenta en su fe cat\u00f3lica.<\/p>\n\n\n\n En la primera entrevista que concedi\u00f3 tras su conversi\u00f3n a su amigo Rod Dreher, columnista conservador que se traslad\u00f3 a Hungr\u00eda en 2022 y se convirti\u00f3 al cristianismo ortodoxo, Vance habl\u00f3 de su visi\u00f3n de un \u00abEstado \u00f3ptimo\u00bb que se acercar\u00eda bastante a la \u00abdoctrina social cat\u00f3lica\u00bb<\/a>. <\/span>3<\/sup><\/a><\/span><\/span> Incluso antes de plantearse seriamente entrar en pol\u00edtica, Vance hablaba de su fe como una forma de trascendencia y una gu\u00eda para la acci\u00f3n p\u00fablica, lo contrario de lo que JFK, tambi\u00e9n cat\u00f3lico, se comprometi\u00f3 en 1960 durante su campa\u00f1a presidencial. <\/span>4<\/sup><\/a><\/span><\/span><\/p>\n\n\n\n El senador por Ohio forma parte de un movimiento que ha provocado un cisma dentro del Partido Republicano, tal y como se conoce desde Reagan, a menudo denominado \u00abconservadurismo por el bien com\u00fan\u00bb. En lugar de pedir recortes del gasto, desregulaci\u00f3n y una reducci\u00f3n dr\u00e1stica del papel que desempe\u00f1a el Estado federal en la vida cotidiana de los estadounidenses, Vance es partidario de una forma de \u00abgran gobierno\u00bb. Sin embargo, \u00e9ste no se basar\u00eda en valores liberales, sino que funcionar\u00eda como una forma de Estado confesional que exaltar\u00eda valores que pretenden ser cristianos, en realidad a veces muy distantes de los propugnados por el Vaticano, en particular el uso de la fe con fines pol\u00edticos por parte de la organizaci\u00f3n CatholicVote, cuyo director, Brian Burch, apoya a Vance. <\/span>5<\/sup><\/a><\/span><\/span><\/p>\n\n\n\n Esta forma de catolicismo desempe\u00f1a un papel importante en el enfoque de Vance sobre la gobernanza y el papel que tendr\u00eda que desempe\u00f1ar a partir de 2025 si Trump fuera elegido. Aunque est\u00e1 en l\u00ednea con la visi\u00f3n m\u00e1s tradicional del Partido Republicano de retirada de los asuntos mundiales, reindustrializaci\u00f3n y freno a los flujos migratorios, tambi\u00e9n tiene una visi\u00f3n pronatalista que se ha visto en la Hungr\u00eda de Viktor Orb\u00e1n, est\u00e1 m\u00e1s dispuesto a participar en las guerras culturales sobre educaci\u00f3n que Donald Trump y critica abiertamente a las familias que se alejan de un modelo \u00abtradicional\u00bb compuesto por una madre, un padre y los hijos. En julio, Vance sugiri\u00f3 que los padres con hijos deber\u00edan tener derecho a votar en su nombre para dar m\u00e1s peso electoral a los estadounidenses que \u00abinvierten\u00bb en el futuro del pa\u00eds.<\/p>\n\n\n\n Esta nueva generaci\u00f3n de intelectuales cat\u00f3licos \u2014que tambi\u00e9n incluye al senador republicano por Misuri Josh Hawley<\/a>\u2014 reivindica en su mayor\u00eda el adjetivo \u00abposliberal\u00bb para describirlos. En su libro 2023, elogiado por Vance, el polit\u00f3logo Patrick Deneen, uno de los adalides de este movimiento, aboga por un \u00abderrocamiento pac\u00edfico pero vigoroso\u00bb del poder para sustituir a la \u00e9lite corrupta por una nueva generaci\u00f3n de dirigentes. <\/span>6<\/sup><\/a><\/span><\/span> Para Vance, esta \u00abrecuperaci\u00f3n\u00bb del poder implica a la administraci\u00f3n, pero tambi\u00e9n a las universidades y otras instituciones, que deben ser \u00abtomadas para que trabajen realmente para nuestros ciudadanos\u00bb. <\/span>7<\/sup><\/a><\/span><\/span><\/p>\n\n\n\n La Iglesia cat\u00f3lica y sus 2 mil a\u00f1os de historia aportan a Vance una sensaci\u00f3n de serenidad y constancia en contradicci\u00f3n con el \u00abmundo moderno en constante cambio\u00bb que \u00e9l rechaza. <\/span>8<\/sup><\/a><\/span><\/span> Aunque el catolicismo fue hist\u00f3ricamente minoritario en Estados Unidos, ahora representa a uno de cada cinco adultos. Tambi\u00e9n es cada vez m\u00e1s popular entre la joven derecha estadounidense. Para entender esta tendencia, que podr\u00eda constituir la columna vertebral del Partido Republicano en los pr\u00f3ximos a\u00f1os y d\u00e9cadas, hay que leer la forma en que Vance habla de su fe y del papel que podr\u00eda desempe\u00f1ar en la ciudad.<\/p>\n\n\n\n A menudo me pregunto qu\u00e9 habr\u00eda pensado mi abuela \u2014Mamaw, como sol\u00eda llamarla\u2014 de que su nieto se volviera cat\u00f3lico. Discut\u00edamos mucho sobre religi\u00f3n. Era una mujer de profunda fe, pero totalmente desafiliada de una Iglesia. Adoraba a Billy Graham y a Donald Ison, un predicador de su pueblo en el sureste de Kentucky, pero odiaba la \u00abreligi\u00f3n organizada\u00bb.<\/p>\n\n\n\n Billy Graham (1918-2018) fue un pastor y predicador evang\u00e9lico baptista de alto perfil, conocido por sus v\u00ednculos con pol\u00edticos tanto dem\u00f3cratas como republicanos, y bastante representativo del Cintur\u00f3n B\u00edblico del sur profundo del que proced\u00eda. Altamente anticomunista y socialmente conservador, apoy\u00f3 no obstante el movimiento por los derechos civiles.<\/p>\n\n\n\n En comparaci\u00f3n, el ministro metodista de Kentucky Donald Ison (fallecido en 2023) s\u00f3lo tuvo una influencia local.<\/p>\n\n\n\n A menudo expresaba su asombro por el paso del mensaje sencillo del pecado, la redenci\u00f3n y la gracia a los teleevangelistas que aparec\u00edan en nuestra pantalla de televisi\u00f3n en Ohio a principios de la d\u00e9cada de 1990. \u00abEsa gente son todos estafadores y pervertidos\u00bb, me dec\u00eda. \u00abLo \u00fanico que quieren es dinero\u00bb. Pero ella los ve\u00eda de todos modos, y era lo m\u00e1s cerca que hab\u00eda estado de un servicio religioso regular, al menos cuando estaba en Ohio. A menos que estuviera en su casa de Kentucky, rara vez iba al culto y, si lo hac\u00eda, sol\u00eda ser para satisfacer mi b\u00fasqueda adolescente de un apego al cristianismo que no fuera el del Club 700.<\/p>\n\n\n\n El Club 700, fundado en 1966, es el principal talk show<\/em> evang\u00e9lico de Estados Unidos en la cadena de televisi\u00f3n CBS. En \u00e9l, J.D. Vance comenta el auge del televangelismo pentecostal en los a\u00f1os 1980-1990, y ofrece un an\u00e1lisis detallado de las razones por las que el consumidor medio estadounidense ve esos programas, que van desde la adhesi\u00f3n a la ociosidad.<\/p>\n\n\n\n Como muchos pobres, Mamaw rara vez votaba, pues consideraba que la pol\u00edtica era fundamentalmente corrupta. Le gustaban Franklin D. Roosevelt y Harry Truman, y eso era todo. Como era de esperar, a una mujer cuyos \u00fanicos h\u00e9roes pol\u00edticos llevaban d\u00e9cadas muertos no le gustaba la pol\u00edtica como tal, y le importaba a\u00fan menos la deriva pol\u00edtica del protestantismo moderno.<\/p>\n\n\n\n Franklin Delano Roosevelt (F.D.R), presidente dem\u00f3crata de 1933 a 1945, al igual que su sucesor Harry S. Truman (1945-1953, tambi\u00e9n dem\u00f3crata), es recordado como una figura audaz gracias a sus pol\u00edticas sociales \u2014el New Deal<\/em>\u2014 tanto como una referencia consensuada como vencedor de la Segunda Guerra Mundial. J.D. Vance parece sugerir que ning\u00fan dem\u00f3crata desde ellos ha conseguido ser tan popular.<\/p>\n\n\n\n Mi primer contacto real con una iglesia institucional llegar\u00eda m\u00e1s tarde, a trav\u00e9s de la congregaci\u00f3n pentecostal de mi padre en el suroeste de Ohio. Pero mucho antes de eso, ten\u00eda alg\u00fan conocimiento del catolicismo. Sab\u00eda que los cat\u00f3licos adoraban a Mar\u00eda. Sab\u00eda que rechazaban la autoridad exclusiva de las Escrituras. Y sab\u00eda que el Anticristo \u2014o al menos el consejero espiritual del Anticristo\u2014 ser\u00eda cat\u00f3lico. O, en aquel momento, habr\u00eda dicho \u00abes\u00bb cat\u00f3lico, ya que estaba convencido de que el Anticristo caminaba entre nosotros.<\/p>\n\n\n\n En este p\u00e1rrafo, J. D. Vance retoma ir\u00f3nicamente una serie de agravios y prejuicios contra los cat\u00f3licos que prevalec\u00edan en el protestantismo tradicional, y que quiz\u00e1 sigan vivos hoy en el protestantismo evang\u00e9lico: el rechazo del culto mariano, equiparado a la idolatr\u00eda, acus\u00e1ndose a los cat\u00f3licos de \u00abadorar\u00bb a Mar\u00eda casi a la par que a Dios; la supuesta devaluaci\u00f3n de la autoridad de la Biblia en el catolicismo, que la duplica con la de la Tradici\u00f3n expresada en el Magisterio romano; finalmente, la asimilaci\u00f3n del papa al propio Anticristo (como figura arquet\u00edpica), o como figura anunciadora (aqu\u00ed \u00abconsejera\u00bb) de un Anticristo personal, ya cre\u00eddo por Lutero. J.D. Vance tambi\u00e9n parece haber cre\u00eddo que el Anticristo ya hab\u00eda nacido, lo que indica creencias escatol\u00f3gicas o apocal\u00edpticas.<\/p>\n\n\n\n Mamaw no parec\u00eda preocuparse mucho por los cat\u00f3licos. Su hija menor se hab\u00eda casado con uno, y lo consideraba un buen hombre. Pensaba que su forma de adorar era formal y un poco extra\u00f1a, pero lo que realmente le importaba era Jes\u00fas. El cap\u00edtulo 18 del Apocalipsis podr\u00eda referirse a los cat\u00f3licos o a cualquier otra cosa, lo importante era que el cat\u00f3lico que ella conoc\u00eda amaba a Jes\u00fas, y eso le parec\u00eda bien.<\/p>\n\n\n\n De hecho, el cap\u00edtulo 18 del Apocalipsis describe la ca\u00edda de \u00abBabilonia la Grande, la famosa prostituta\u00bb, identificada desde el principio por muchos protestantes con la Roma de los papas. Al mismo tiempo, J.D. Vance muestra que el antiguo anticatolicismo protestante de su abuela acab\u00f3 dando paso a una actitud m\u00e1s tolerante, una especie de latitudinarismo en el que lo importante era vivir un cristianismo centrado en Jes\u00fas.<\/p>\n\n\n\n Sin embargo, Mamaw ocupa un lugar incre\u00edblemente importante en mi mente; sigue siendo, m\u00e1s de diez a\u00f1os despu\u00e9s de su muerte, la persona con la que me siento m\u00e1s en deuda. Sin ella, yo no estar\u00eda aqu\u00ed.<\/p>\n\n\n\n Aqu\u00ed tocamos un hecho sociol\u00f3gico notable, a ambos lados del Atl\u00e1ntico: la importancia de los abuelos \u2014y muy a menudo, de la figura femenina de la abuela\u2014 para la transmisi\u00f3n de la fe en las sociedades secularizadas. Como ha se\u00f1alado Guillaume Cuchet, el contacto con una abuela creyente y practicante es a menudo el \u00fanico v\u00ednculo que les queda con la religi\u00f3n a las generaciones que han alcanzado la mayor\u00eda de edad entre 1990 y 2000. Si el historiador Jean Delumeau hablaba de \u00abla religi\u00f3n de mi madre\u00bb para referirse a las formas tradicionales y no intelectualizadas de la religi\u00f3n cristiana vividas y transmitidas por las mujeres, ahora deber\u00edamos hablar de la \u00abreligi\u00f3n de nuestras abuelas\u00bb.<\/p>\n\n\n\n El apego de Vance a su abuela se construy\u00f3, en muchos sentidos, en oposici\u00f3n a la dif\u00edcil relaci\u00f3n que manten\u00eda con sus padres. En una entrevista de 2017, Vance cuenta c\u00f3mo su madre amenaz\u00f3 con matarlos en un accidente de coche tras decir algo que no le gust\u00f3. Fue tras este episodio y la detenci\u00f3n de su madre cuando se fue a vivir con sus abuelos. En Hillbilly Elegy<\/em> relata los problemas de adicci\u00f3n de su madre, en particular a la hero\u00edna.<\/p>\n\n\n\n De forma un tanto vergonzosa, el Cristo de la Iglesia cat\u00f3lica siempre me ha parecido un poco diferente de aquel con el que crec\u00ed. Un poco aburrido, demasiado formal. El famoso retrato de Cristo de Sallman colgaba arriba, junto a mi dormitorio, y as\u00ed lo encontr\u00e9: personal y amable, pero un poco descuidado. El Cristo del catolicismo flotaba sobre nosotros, representado como un adulto o un ni\u00f1o, envuelto en rayos de luz y coronado como un rey. Es imposible evitar el malestar que una mujer como Mamaw sent\u00eda al enfrentarse a este tipo de Cristo. Para ella, el Jes\u00fas cat\u00f3lico era una deidad majestuosa, y ten\u00eda poco inter\u00e9s en las deidades majestuosas porque no \u00e9ramos un pueblo majestuoso.<\/p>\n\n\n\n Este fue el mayor problema que tuve cuando empec\u00e9 a pensar en convertirme al catolicismo. Encontr\u00e9 respuestas a la mayor\u00eda de las objeciones habituales. Result\u00f3 que los cat\u00f3licos no adoraban a Mar\u00eda. Su aceptaci\u00f3n de la autoridad de la Escritura y la Tradici\u00f3n me pareci\u00f3 poco a poco sabia, sobre todo cuando vi a muchos de mis amigos discutir sobre el significado de un pasaje concreto de la Escritura.<\/p>\n\n\n\n J. D. Vance se refiere aqu\u00ed a las \u00abdos fuentes de la Revelaci\u00f3n\u00bb (en palabras del Concilio Vaticano II) que son la Escritura y la Tradici\u00f3n apost\u00f3lica de la Iglesia, de las que el Magisterio romano es, en el catolicismo, el fiel int\u00e9rprete, regla que se opone a la sola scriptura<\/em> protestante, la autoridad exclusiva de la Biblia.<\/p>\n\n\n\n Incluso empec\u00e9 a sentir que el catolicismo ten\u00eda una continuidad hist\u00f3rica con los Padres de la Iglesia \u2014e incluso con el propio Cristo\u2014 que la religi\u00f3n no eclesi\u00e1stica de mi educaci\u00f3n no pod\u00eda igualar. Sin embargo, no pod\u00eda evitar la sensaci\u00f3n de que, si me convert\u00eda, dejar\u00eda de ser el nieto de mi abuela. As\u00ed que durante muchos a\u00f1os me encontr\u00e9 en una situaci\u00f3n inc\u00f3moda, dividido entre la curiosidad y la desconfianza hacia el catolicismo.<\/p>\n\n\n\n Se trata de un argumento utilizado a menudo a favor del catolicismo, que se enorgullece de una cierta continuidad hist\u00f3rica con los idealizados primeros tiempos de la Iglesia, la \u00e9poca de los Padres (siglos I a VI), e incluso la de los Ap\u00f3stoles (siglo I), continuidad materializada en la sucesi\u00f3n apost\u00f3lica de los obispos. La fidelidad a la \u00e9poca de los Padres tambi\u00e9n es reivindicada por el anglicanismo. En cambio, el cristianismo aconfesional en el que creci\u00f3 J. D. Vance, que rechaza toda jerarqu\u00eda divinamente instituida, no puede reivindicar tal continuidad.<\/p>\n\n\n\n Llegu\u00e9 al catolicismo de una forma bastante convencional. Me alist\u00e9 en los Marines despu\u00e9s del bachillerato, como muchos de mis compa\u00f1eros; de hecho, la \u00fanica otra persona que se gradu\u00f3 en 2003 en mi escuela local tambi\u00e9n se alist\u00f3 en los Marines. Part\u00ed hacia Irak en 2005, como un joven idealista decidido a extender la democracia y el liberalismo a las naciones m\u00e1s remotas del mundo. Regres\u00e9 en 2006, esc\u00e9ptico sobre la guerra y la ideolog\u00eda que la sustenta.<\/p>\n\n\n\n Se aleja as\u00ed de la ideolog\u00eda neoconservadora en boga durante los dos mandatos de G. W. Bush (2001-2009): en la delicada cuesti\u00f3n de la guerra de Irak, que probablemente dividir\u00e1 a los republicanos, J. D. Vance mantiene la cautela.<\/p>\n\n\n\n En Hillbilly Elegy<\/em>, escribi\u00f3: \u00abComo cualquier hillbilly<\/em> que se precie, yo quer\u00eda ir a Medio Oriente a matar terroristas\u00bb. En un discurso pronunciado en abril en el Senado contra la votaci\u00f3n de un paquete de ayuda a Ucrania, Vance utiliz\u00f3 su experiencia en Irak para justificar su oposici\u00f3n a la pol\u00edtica de la administraci\u00f3n de Biden hacia Kiev. En esto, sus argumentos no son solo una cuesti\u00f3n de ret\u00f3rica Trumpista escandalosa: apuntan a la memoria de las clases medias que se vieron perjudicadas por la guerra en Irak y Afganist\u00e1n y que se oponen de forma m\u00e1s general al despliegue a largo plazo de fuerzas estadounidenses en el extranjero.<\/p>\n\n\n\n Fue durante su despliegue en Irak cuando Vance dice que fue testigo con sus propios ojos de las \u00abmentiras\u00bb de los funcionarios de la administraci\u00f3n de Bush. Se\u00f1al\u00f3 la desaparici\u00f3n de comunidades cristianas hist\u00f3ricas en Irak, citando el Evangelio de San Mateo: \u00ab\u201cPor sus frutos los conocer\u00e1s\u201d, nos dice la Biblia; \u00bfcu\u00e1les son los frutos de la pol\u00edtica exterior estadounidense con respecto a las poblaciones cristianas de todo el mundo en las \u00faltimas d\u00e9cadas?\u00bb.<\/p>\n\n\n\n Mamaw hab\u00eda muerto, y sin iglesia ni nada que me anclara en la fe de mi juventud, pas\u00e9 de ser devoto a alguien s\u00f3lo nominalmente religioso, hasta llegar a ser menos que eso. Cuando dej\u00e9 los Marines en 2007 y comenc\u00e9 mis estudios en la Universidad Estatal de Ohio, le\u00ed a Christopher Hitchens y a Sam Harris, y empec\u00e9 a considerarme ateo.<\/p>\n\n\n\n El escritor brit\u00e1nico Christopher Hitchens (1949-2011), autor de God is not great<\/em>, y el escritor estadounidense Sam Harris (nacido en 1967), autor de The End of the Faith<\/em>, son dos escritores de habla inglesa conocidos por su activismo ateo y su lucha contra la influencia social de las religiones. Junto con el bi\u00f3logo brit\u00e1nico Richard Dawkins (nacido en 1941, autor de The God Delusion<\/em>), han sido descritos como la \u00absant\u00edsima trinidad de los ateos\u00bb.<\/p>\n\n\n\n No me detendr\u00e9 en c\u00f3mo llegu\u00e9 a este punto, porque es una historia tan cl\u00e1sica como aburrida. La sensaci\u00f3n de inutilidad que sent\u00ed fue muy importante: cada vez m\u00e1s, los l\u00edderes religiosos a los que acud\u00eda afirmaban que, si rezabas y cre\u00edas lo suficiente, Dios recompensar\u00eda tu fe con riquezas materiales. Pero conoc\u00ed a mucha gente que era profundamente religiosa y rezaba mucho sin que eso se tradujera en ning\u00fan tipo de riqueza.<\/p>\n\n\n\n J. D. Vance critica la \u00abteolog\u00eda de la prosperidad\u00bb adoptada por ciertos teleevangelistas, como Kenneth Hagin (1917-2003): la riqueza material y el \u00e9xito profesional se consideran signos manifiestos de la elecci\u00f3n divina, o incluso recompensas que Dios conceder\u00eda a quienes depositan su fe en \u00e9l. En ocasiones, Donald Trump puede haber parecido cercano a esta tendencia.<\/p>\n\n\n\n Hay dos lecciones que aprender de esta etapa de mi vida, pues ambas presagiaron un reciente despertar intelectual que acab\u00f3 por llevarme de vuelta a Cristo. La primera es que, para un ni\u00f1o pobre y en pleno ascenso salido de una familia dif\u00edcil, el ate\u00edsmo supone una ruptura familiar y cultural innegable. Ser ateo significa que ya no formas parte de la comunidad que te form\u00f3. Durante mucho tiempo ocult\u00e9 mi ate\u00edsmo a mi familia, y no porque fuera importante para ellos. Muy pocos miembros de mi familia iban a la iglesia, pero todos cre\u00edan en algo.<\/p>\n\n\n\n En este p\u00e1rrafo, J.D. Vance se\u00f1ala las diferencias en el nivel de aceptaci\u00f3n social del ate\u00edsmo o la irreligi\u00f3n seg\u00fan la categor\u00eda socioprofesional en Estados Unidos: mientras que las \u00e9lites liberales sobreeducadas est\u00e1n muy abiertas al laicismo y desconf\u00edan mucho de las expresiones p\u00fablicas de fe cristiana, el ate\u00edsmo sigue estando muy mal visto en la clase trabajadora y media estadounidense, sea cual sea su religi\u00f3n o etnia. Esta es una diferencia importante con respecto a las sociedades europeas.<\/p>\n\n\n\n Hab\u00eda formas de compensarlo, y una de ellas \u2014al menos para m\u00ed\u2014 fue un breve experimento con el libertarismo. Perder mi fe significaba perder mi conservadurismo cultural, y en un mundo cada vez m\u00e1s alineado con el Partido Republicano, mi respuesta ideol\u00f3gica tom\u00f3 la forma de una sobrecompensaci\u00f3n: habiendo perdido mi conservadurismo cultural, ser\u00eda a\u00fan m\u00e1s conservador econ\u00f3micamente. Esto es, por supuesto, muy ir\u00f3nico, ya que la agenda econ\u00f3mica del Partido Republicano era la que menos le importaba a mi familia: a ninguno de ellos le import\u00f3 la reducci\u00f3n de las tasas impositivas de la administraci\u00f3n de Bush para los multimillonarios. El Partido Republicano se convirti\u00f3 en una especie de emblema al que me fui adhiriendo cada vez m\u00e1s porque me daba puntos en com\u00fan con mi familia. Y la forma m\u00e1s respetable de unirme a \u00e9l con mis nuevos amigos universitarios era creer ferozmente en la ortodoxia econ\u00f3mica neoliberal. Las exenciones fiscales y los recortes a la Seguridad Social eran formas socialmente aceptables de ser conservador entre la \u00e9lite estadounidense.<\/p>\n\n\n\n Tambi\u00e9n en este caso, J. D. Vance intenta desentra\u00f1ar las razones socio-identitarias de sus pasados compromisos partidistas: aunque su ate\u00edsmo liberal podr\u00eda convertirlo en un desertor de clase, la lealtad nominal al Partido Republicano sigue siendo lo que lo une a su familia y a sus antecedentes en t\u00e9rminos de identidad; pero Vance se\u00f1ala ir\u00f3nicamente que la \u00fanica forma de republicanismo que era intelectualmente aceptable para \u00e9l \u2014y socialmente aceptable para su c\u00edrculo de graduados\u2014 era precisamente la que era totalmente incompatible con los valores pol\u00edticos de sus padres: un neoliberalismo economicista, que pretend\u00eda tener un fundamento racional, y un libertarismo que estaba muy lejos del conservadurismo.<\/p>\n\n\n\n La segunda lecci\u00f3n que aprend\u00ed fue que mi abandono de la religi\u00f3n fue m\u00e1s cultural que intelectual. En algunos aspectos, me resultaba dif\u00edcil conciliar mi religi\u00f3n con la ciencia tal y como se me presentaba. Nunca fui un darwinista cl\u00e1sico, por ejemplo, entre otras cosas por las mismas razones que David Gelernter expone en su excelente nuevo libro.<\/p>\n\n\n\n David Gelernter (nacido en 1955) es un profesor de inform\u00e1tica de la Universidad de Yale, conocido por sus pol\u00e9micas declaraciones: adem\u00e1s de su escepticismo clim\u00e1tico, tambi\u00e9n ha adoptado posturas antievolucionistas, a las que J.D. Vance alude aqu\u00ed. No sabemos realmente a qu\u00e9 se refiere aqu\u00ed con \u00abdarwinismo cl\u00e1sico\u00bb, tal vez sea simplemente una forma de apaciguar a los antievolucionistas radicales.<\/p>\n\n\n\n Pero la teor\u00eda de la evoluci\u00f3n, de un modo u otro, me parec\u00eda plausible, y aunque devor\u00e9 Tornado <\/em>in a Junkyard <\/em>y todos los dem\u00e1s libros sobre el creacionismo de la Tierra Joven, al final ya no pude conciliar mi comprensi\u00f3n de la biolog\u00eda con lo que mi Iglesia me dec\u00eda que creyera. Nunca abrac\u00e9 el creacionismo de la Tierra Joven hasta el punto de pensar que ten\u00eda que elegir entre la biolog\u00eda y el G\u00e9nesis, pero la tensi\u00f3n entre el relato cient\u00edfico de nuestro origen y el relato b\u00edblico que hab\u00eda asimilado me facilit\u00f3 el rechazo de mi fe.<\/p>\n\n\n\n Aqu\u00ed, J. D. Vance deja claro que una de las principales razones de su distanciamiento de la fe fue la adhesi\u00f3n del entorno religioso en el que creci\u00f3 a las teor\u00edas creacionistas, incluidas a veces las variantes m\u00e1s radicales conocidas como \u00abTierra joven\u00bb, que hacen una lectura literalista del Libro del G\u00e9nesis: seg\u00fan ellas, la Tierra fue creada por Dios en 7 d\u00edas hace poco m\u00e1s de 5 mil a\u00f1os. Tornado in a Junkyard <\/em>se refiere a un tipo de argumento falaz que, utilizando c\u00e1lculos probabil\u00edsticos, descarta el azar en la aparici\u00f3n de la vida en la Tierra, en favor de un \u00abdise\u00f1o inteligente\u00bb a menudo identificado con la voluntad divina. Sin embargo, no todos los defensores del Intelligent Design <\/em>son creacionistas de la Tierra joven.<\/p>\n\n\n\n Y lo cierto es que yo lo rechac\u00e9 por la m\u00e1s simple de las razones: la locura de las multitudes. Mi nuevo ate\u00edsmo se reduc\u00eda en gran medida a un deseo de aceptaci\u00f3n social entre las \u00e9lites estadounidenses. Pas\u00e9 tanto tiempo con gente diferente, con prioridades distintas, que no pude evitar absorber algunas de sus preferencias. Me interes\u00e9 por el laicismo en un momento en que estaba concentrado en dejar los Marines y en mi inminente entrada en la universidad. Sab\u00eda lo que la gente educada tend\u00eda a pensar de la religi\u00f3n: en el mejor de los casos, es provinciana y est\u00fapida; en el peor, es maligna.<\/p>\n\n\n\n La entrada de Vance en Ohio State en 2007, tras cuatro a\u00f1os en los Marines, lo impact\u00f3 menos que su ingreso en la facultad de derecho de Yale tres a\u00f1os despu\u00e9s. En Hillbilly Elegy<\/em>, Vance escribe que, tras dejar su ciudad natal de Middletown por la prestigiosa universidad, \u00abnunca volver\u00eda realmente\u00bb. Fue en Yale donde conoci\u00f3 a Usha Chilukuri, que se convertir\u00eda en su esposa unos a\u00f1os m\u00e1s tarde, y donde conoci\u00f3 a Peter Thiel, con quien trabajar\u00eda m\u00e1s tarde, pero tambi\u00e9n donde se pas\u00f3 al \u00abotro bando\u00bb, el de las \u00e9lites.<\/p>\n\n\n\n A pesar de su origen popular, Vance dice sentirse como en casa en Yale. El misterio que inspira en sus profesores y compa\u00f1eros le ayuda a forjarse una imagen de tr\u00e1nsfuga, lo que justific\u00f3 en parte la decisi\u00f3n de Trump de elegirlo como compa\u00f1ero de f\u00f3rmula, para poder hablar a las clases medias del Medio Oeste.<\/p>\n\n\n\n Haciendo eco de Hitchens, empec\u00e9 a pensar e incluso a decir cosas como: \u00abEl cosmos cristiano se parece m\u00e1s a Corea del Norte que a Estados Unidos, y ya s\u00e9 d\u00f3nde me gustar\u00eda vivir\u00bb. Estaba encajando con mi nueva clase, en hechos y emociones. Me averg\u00fcenza admitirlo, pero la verdad a menudo tergiversa a su sujeto.<\/p>\n\n\n\n Y si puedo decir algo en mi defensa: este cambio no fue realmente consciente. No me dije a m\u00ed mismo: \u00abNo voy a ser cristiano porque los cristianos son hillbillies<\/em> y quiero estar firmemente anclado en la clase dirigente meritocr\u00e1tica\u00bb. La socializaci\u00f3n funciona de forma sutil pero muy poderosa. Mi hijo tiene dos a\u00f1os y en los \u00faltimos seis meses, a medida que su inteligencia social se ha disparado, ha pasado de arrancarle el pelo a nuestro pastor alem\u00e1n a abrazarlo y besarlo felizmente. Parte de esto se debe a la alegr\u00eda de dar y recibir afecto del mejor amigo del hombre, pero otra parte tambi\u00e9n se debe al hecho de que mi mujer y yo hacemos muecas y nos quejamos cuando tortura al perro, pero nos re\u00edmos cuando muestra su afecto. Reacciona un poco como yo reaccion\u00e9 ante la clase educada a la que me fui exponiendo poco a poco. En la universidad, muy pocos de mis amigos y a\u00fan menos de mis profesores ten\u00edan alguna fe religiosa. Puede que el laicismo no fuera una condici\u00f3n sine qua non<\/em> para entrar en las \u00e9lites, pero facilitaba las cosas.<\/p>\n\n\n\n En estos dos p\u00e1rrafos, J.D. Vance vuelve una vez m\u00e1s la vista atr\u00e1s, a su propia vida, e intenta desentra\u00f1ar las razones de la aceptabilidad social \u2014el deseo de integrarse en la \u00e9lite liberal\u2014 detr\u00e1s de decisiones que \u00e9l cre\u00eda personales. En esto, su pensamiento se asemeja al an\u00e1lisis sociol\u00f3gico, pero su introspecci\u00f3n tambi\u00e9n adquiere tintes agustinianos: como el Agust\u00edn de las Confesiones<\/em>, condena e intenta explicar las divagaciones de su yo pasado en nombre de la verdad encontrada de su yo presente.<\/p>\n\n\n\n Por supuesto, si me hubieran dicho esto cuando ten\u00eda 24 a\u00f1os, habr\u00eda protestado en\u00e9rgicamente. Habr\u00eda citado no s\u00f3lo a Hitchens, sino tambi\u00e9n a Russell y Ayer. Les habr\u00eda contado todas las razones por las que C.S. Lewis era un imb\u00e9cil cuyos argumentos s\u00f3lo pod\u00edan resistir intelectuales de tercera categor\u00eda.<\/p>\n\n\n\n Los fil\u00f3sofos brit\u00e1nicos Bertrand Russell (1872-1970) y A. J. Ayer (1910-1989), pr\u00f3ximos al pensamiento del C\u00edrculo de Viena, intentaron demostrar la irracionalidad de las creencias religiosas utilizando la l\u00f3gica. Esto tambi\u00e9n explica por qu\u00e9 J.D. Vance estaba esencialmente familiarizado con la filosof\u00eda anal\u00edtica durante sus estudios.<\/p>\n\n\n\n Sol\u00eda ver a Ravi Zacharias s\u00f3lo para fijarme en los problemas de sus argumentos, no fuera que alg\u00fan cristiano culto los desplegara contra m\u00ed. Me enorgullec\u00eda de poder superar a la oposici\u00f3n con mi l\u00f3gica. En el coraz\u00f3n de mi visi\u00f3n del mundo hab\u00eda una forma de arrogancia emocional e intelectual.<\/p>\n\n\n\n En cambio, el escritor brit\u00e1nico C. S. Lewis (1898-1963), m\u00e1s conocido en el mundo franc\u00f3fono como escritor de fantas\u00eda, es tambi\u00e9n autor de un considerable corpus de apolog\u00e9tica filos\u00f3fica a favor del cristianismo anglicano.<\/p>\n\n\n\n Sin embargo, me tranquilic\u00e9 recurriendo a una fil\u00f3sofa cuyo ate\u00edsmo y libertarismo me dijeron todo lo que quer\u00eda o\u00edr: Ayn Rand. Los hombres grandes e inteligentes s\u00f3lo eran arrogantes si se equivocaban, y yo no me equivocaba en absoluto.<\/p>\n\n\n\n Ayn Rand (1905-1982), autora de La rebeli\u00f3n de Atlas<\/em>, es una autora estadounidense a menudo invocada por los libertarios por su \u00abfilosof\u00eda objetivista\u00bb con pretensiones cient\u00edficas, una forma radical de libertarismo y anticolectivismo; tambi\u00e9n es radicalmente atea y antirreligiosa.<\/p>\n\n\n\n Pero hubo algunas semillas de duda, una plantada en mi mente, la otra en mi coraz\u00f3n. La primera fue en una clase de filosof\u00eda en la Universidad Estatal de Ohio. Hab\u00edamos le\u00eddo un famoso debate escrito entre Antony Flew, R.M. Hare y Basil Mitchell. Flew, ateo (aunque luego se retract\u00f3), sostiene que las afirmaciones teol\u00f3gicas \u2014como \u00abDios ama al hombre\u00bb\u2014 son fundamentalmente infalsables y, por tanto, carecen de sentido. Dado que los creyentes no permiten que ning\u00fan hecho se interponga en el camino de su fe, sus opiniones no son realmente afirmaciones sobre el mundo. Esto coincide en gran medida con mi experiencia de lo que dicen los creyentes cuando se enfrentan a dificultades aparentes. \u00bfEnfrentados a una tragedia indescriptible? \u00abLos caminos del Se\u00f1or son misteriosos\u00bb. \u00bfTe enfrentas a la soledad y la desesperaci\u00f3n? \u00abDios te sigue amando\u00bb. Si los fieles se enfrentan a los desaf\u00edos realistas y obvios de estos sentimientos y luego los ignoran, entonces su fe debe ser bastante hueca. Nuestra clase dedic\u00f3 la mayor parte del tiempo a debatir la primera andanada de Flew y la respuesta de Hare, que b\u00e1sicamente concede la raz\u00f3n a Flew, pero sostiene que los sentimientos religiosos siguen teniendo sentido y son potencialmente aut\u00e9nticos.<\/p>\n\n\n\n Este debate es relativamente conocido en el mundo de la filosof\u00eda anglosajona de la religi\u00f3n. Con base en la cientificidad de la teolog\u00eda, y por tanto, en su car\u00e1cter de \u201cno falsable\u201d, en una perspectiva inspirada en la obra de Karl Popper y Ludwig Wittgenstein, enfrent\u00f3 a Anthony Flew (1923-2010), l\u00f3gico ateo que, hacia el final de su vida, se acerc\u00f3 a posiciones de\u00edstas, a las que alude J. D. Vance, y a Basil Mitchell (1917-2011), profesor de filosof\u00eda de la religi\u00f3n en Oxford, defensor del car\u00e1cter racional de los enunciados religiosos. R. M. Hare (1919-2002), figura destacada de la filosof\u00eda moral y la \u00e9tica, desarroll\u00f3 la teor\u00eda del prescriptivismo (a medio camino entre el utilitarismo y el kantianismo).<\/p>\n\n\n\n La respuesta de Basil Mitchell recibi\u00f3 menos atenci\u00f3n durante ese curso, pero sus palabras siguen siendo de las m\u00e1s poderosas que he le\u00eddo. Llevo pensando en ellas desde entonces. Comienza con una par\u00e1bola sobre un soldado resistente en tiempos de guerra en un territorio ocupado que conoce a un \u00abextra\u00f1o\u00bb. El soldado queda tan seducido por el extra\u00f1o que cree que es el l\u00edder de la resistencia.<\/p>\n\n\n\n A veces se ve al extra\u00f1o ayudando a miembros de la resistencia, y el partisano se muestra agradecido y dice a sus amigos: \u00abEst\u00e1 de nuestro lado\u00bb. A veces se le ve con uniforme de polic\u00eda entregando a los patriotas a los ocupantes. Cuando esto ocurre, sus amigos murmuran contra \u00e9l, pero el partisano sigue diciendo: \u00abEst\u00e1 de nuestro lado\u00bb. Sigue creyendo que, a pesar de las apariencias, el extranjero no lo ha enga\u00f1ado. A veces pide ayuda al desconocido y la recibe. Entonces se muestra agradecido. A veces pide y no recibe. Entonces dice: \u00abEl extranjero sabe m\u00e1s\u00bb. A veces sus amigos, exasperados, le dicen: \u00ab\u00bfQu\u00e9 tendr\u00eda que hacer para que admitieras que estabas equivocado y que no est\u00e1 de nuestro lado?\u00bb. Pero el partisano se niega a responder. No quiere aceptar poner a prueba al desconocido. Y a veces sus amigos se quejan: \u00abSi te refieres a eso cuando dices que est\u00e1 de nuestro lado, cuanto antes se quite de en medio, mejor\u00bb. El autor de la par\u00e1bola no permite que nada se interponga en la proposici\u00f3n: \u00abEl extra\u00f1o est\u00e1 de nuestro lado\u00bb. Esto se debe a que se ha comprometido a confiar en el extra\u00f1o. Sin embargo, es evidente que reconoce que el comportamiento ambiguo del extra\u00f1o va en contra de lo que cree de \u00e9l. Es precisamente esta situaci\u00f3n la que pone a prueba su fe.<\/em><\/p>\n\n\n\n En aquel momento, hice todo lo posible por ignorar la respuesta de Mitchell. Flew hab\u00eda descrito perfectamente la fe que yo hab\u00eda rechazado. Pero Mitchell estaba articulando una fe con la que yo nunca me hab\u00eda encontrado personalmente. La duda era inaceptable. Hab\u00eda pensado que la respuesta adecuada a una prueba de fe era suprimirla y fingir que nunca hab\u00eda ocurrido. Pero ahora Mitchell admit\u00eda que la desintegraci\u00f3n del mundo y nuestras tribulaciones individuales iban en contra de la existencia de Dios. Pero no de forma definitiva. Al final llegu\u00e9 a la conclusi\u00f3n de que Mitchell hab\u00eda ganado el debate filos\u00f3fico a\u00f1os antes de darme cuenta de c\u00f3mo su humildad ante la duda hab\u00eda afectado a mi propia fe.<\/p>\n\n\n\n El significado de \u00abla par\u00e1bola de Mitchell\u00bb o \u00abla par\u00e1bola del partisano\u00bb no es en s\u00ed mismo obvio: m\u00e1s que una justificaci\u00f3n de la existencia de Dios, tiende a describir la actitud existencial de algunos creyentes: la confianza inicial otorgada y nunca retirada a pesar de la omnipresencia de la duda. En ciertos aspectos, puede compararse a la apuesta de Pascal, o a la doctrina agustiniana de los claroscuros de la Escritura.<\/p>\n\n\n\n A medida que avanzaba en nuestra jerarqu\u00eda educativa \u2014desde la Universidad Estatal de Ohio hasta la facultad de derecho de Yale\u2014 empec\u00e9 a preocuparme de que mi asimilaci\u00f3n a la cultura de la \u00e9lite tuviera un alto costo.<\/p>\n\n\n\n En Estados Unidos, las universidades m\u00e1s prestigiosas son las ocho que componen la Ivy League \u2014Harvard, Princeton, Yale, Columbia, Brown, Cornell, Dartmouth y la Universidad de Pensilvania\u2014 y todas ellas son antiguas universidades privadas. Entre estas \u00faltimas, Yale, probablemente la m\u00e1s renombrada despu\u00e9s de Harvard y Princeton, destaca sobre todo en humanidades y derecho, las materias estudiadas por J.D. Vance. En un nivel intermedio se encuentran las universidades p\u00fablicas, financiadas por los estados federales; la Ohio State University, sin embargo, es ya una de las m\u00e1s selectivas de las universidades p\u00fablicas.<\/p>\n\n\n\n Mi hermana me dijo una vez que la canci\u00f3n que le recordaba a m\u00ed era \u00abSimple Man\u00bb de Lynyrd Skynyrd. Aunque me hab\u00eda enamorado, descubr\u00ed que los demonios emocionales de mi infancia me imped\u00edan ser la pareja que siempre hab\u00eda querido ser.<\/p>\n\n\n\n Canci\u00f3n de esta banda de rock sure\u00f1o que describe el desencuentro entre los valores tradicionales de los padres y el deseo de triunfar de un joven.<\/p>\n\n\n\n Mi arrogancia randiana sobre mis propias capacidades se desvaneci\u00f3 cuando me di cuenta de que la obsesi\u00f3n por el \u00e9xito no me llevar\u00eda a la realizaci\u00f3n de lo que hab\u00eda sido m\u00e1s importante para m\u00ed durante gran parte de mi vida: una familia feliz y pr\u00f3spera.<\/p>\n\n\n\n Esta es probablemente la mayor constante en la vida de Vance: la estructura familiar y la estabilidad que proporciona fue fundamental en su juventud en Ohio, y ahora se ha convertido en uno de los argumentos m\u00e1s destacados esgrimidos por el compa\u00f1ero de f\u00f3rmula de Trump en su discurso. Vance aborrece a quienes, por elecci\u00f3n o convicci\u00f3n, deciden no tener familia. Las \u00abchildless cat ladies<\/em>\u00bb, expresi\u00f3n utilizada varias veces por Vance desde 2021, encarnan todo lo que, en su opini\u00f3n, est\u00e1 mal en el Estados Unidos contempor\u00e1neo: una supuesta falta de fe en el futuro, en la importancia de la familia y, tambi\u00e9n, un exceso de emancipaci\u00f3n de la mujer que ahora le permite plantearse una carrera profesional y una vida familiar sin tener hijos.<\/p>\n\n\n\n En agosto, Vance apunt\u00f3 a varias figuras dem\u00f3cratas sin hijos \u2014el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, el senador por Nueva Jersey Cory Booker, la representante por Nueva York Alexandria Occasio-Cortez y la vicepresidenta Kamala Harris\u2014 acus\u00e1ndolas de no tener un \u00abcompromiso f\u00edsico [de tener hijos] con el futuro del pa\u00eds\u00bb.<\/p>\n\n\n\n Me hab\u00eda sumergido en la l\u00f3gica de la meritocracia y la encontr\u00e9 profundamente insatisfactoria. Empec\u00e9 a preguntarme si todos esos indicadores de \u00e9xito me hac\u00edan mejor persona. Hab\u00eda cambiado la virtud por el \u00e9xito y \u00e9ste me parec\u00eda insuficiente. A la mujer con la que quer\u00eda casarme no le importaba si consegu\u00eda un puesto en el Tribunal Supremo: s\u00f3lo quer\u00eda que fuera una buena persona.<\/p>\n\n\n\n Por supuesto, podemos exagerar nuestras propias insuficiencias. Nunca enga\u00f1\u00e9 a mi entonces futura esposa. Nunca fui violento con ella. Pero una voz en mi cabeza exig\u00eda lo mejor de m\u00ed: que antepusiera sus intereses a los m\u00edos, que controlara mi temperamento tanto por su bien como por el m\u00edo. Y empec\u00e9 a darme cuenta de que esa voz, viniera de donde viniera, no era la misma que me obligaba a subir lo m\u00e1s alto posible en la escala de la meritocracia. Proced\u00eda de un lugar m\u00e1s remoto y realista en m\u00ed, y exig\u00eda una reflexi\u00f3n sobre mis or\u00edgenes m\u00e1s que un divorcio cultural de ellos.<\/p>\n\n\n\n En este pasaje y en los p\u00e1rrafos anteriores se entremezclan varios registros: quiz\u00e1, en primer lugar, la habilidad del pol\u00edtico, que sabe destilar elementos personales y jugar con las emociones de un electorado que sit\u00faa los valores familiares en el centro de sus preocupaciones; el tono de las confesiones personales de los fracasos iniciales y la arrogancia que Vance habr\u00eda enmendado tambi\u00e9n est\u00e1 pensado para ganar simpat\u00edas; pero sin duda hay algo m\u00e1s: un reconocimiento de las insuficiencias sociales de la meritocracia unido a una insatisfacci\u00f3n existencial con lo que se le present\u00f3 como \u00e9xito, pero s\u00f3lo ofrece vac\u00edo. Tambi\u00e9n en este caso hay algo muy agustiniano en la presentaci\u00f3n de este viaje, y en el tema de la \u00abvoz\u00bb, una llamada interior a ir m\u00e1s all\u00e1 del \u00e9xito material.<\/p>\n\n\n\n Mientras pensaba en estos dos deseos \u2014el deseo de \u00e9xito y el deseo de moralidad\u2014 y en c\u00f3mo chocaban (o no), me encontr\u00e9 con una meditaci\u00f3n de San Agust\u00edn sobre el G\u00e9nesis. Yo era un ferviente admirador de san Agust\u00edn desde que un te\u00f3rico pol\u00edtico de la universidad me hizo leer La ciudad de Dios<\/em>. Pero sus reflexiones sobre el G\u00e9nesis me llamaron la atenci\u00f3n y merecen ser reproducidas ampliamente:<\/p>\n\n\n\n Si la Escritura nos ofrece verdades oscuras, fuera de nuestro alcance, y que, sin sacudir la firmeza de nuestra fe, se prestan a varias interpretaciones, guard\u00e9monos de adoptar una opini\u00f3n y comprometernos con ella lo bastante ciegamente como para sucumbir, cuando un examen minucioso nos muestre su falsedad; lejos de apoyar el pensamiento de la Escritura, s\u00f3lo estar\u00edamos apoyando una opini\u00f3n personal, dando nuestro significado particular por el de la Escritura, mientras que el pensamiento de la Escritura debe convertirse en el nuestro.<\/em><\/p>\n\n\n\n Admitamos que, en este pasaje, \u00abDios dijo: \u201cH\u00e1gase la luz\u201d\u00bb, algunos ven la luz como una claridad intelectual, otros como un fen\u00f3meno f\u00edsico. En cuanto a la hip\u00f3tesis de una luz material creada en el cielo, o sobre el cielo, o incluso antes del cielo, y capaz de dar paso a la noche, no es contraria a la fe, mientras no sea derribada por una verdad incontestable. \u00bfSe reconoce como falsa? La Escritura no la conten\u00eda; no era m\u00e1s que el fruto de la ignorancia humana […].<\/em><\/p>\n\n\n\n \u00bfQu\u00e9 ocurre ahora? Los cielos, la tierra y los dem\u00e1s elementos, las revoluciones, el tama\u00f1o y las distancias de los astros, los eclipses de sol y de luna, el movimiento peri\u00f3dico del a\u00f1o y de las estaciones; las propiedades de los animales, de las plantas y de los minerales, son objeto de conocimientos precisos, que pueden adquirirse, sin ser cristianos, por el razonamiento o la experiencia. Ahora bien, nada ser\u00eda m\u00e1s vergonzoso, m\u00e1s deplorable y m\u00e1s peligroso que la situaci\u00f3n de un cristiano que, tratando de estos temas delante de infieles, como si les expusiera verdades cristianas, soltara tantos disparates que, al verle avanzar errores tan grandes como monta\u00f1as, apenas pudieran evitar re\u00edrse. Que un hombre provoque la risa con sus desatinos es un inconveniente menor; lo malo es hacer creer a los infieles que los escritores sagrados son los autores, y prestarles, en perjuicio de las almas cuya salvaci\u00f3n nos concierne, un aire de burda y rid\u00edcula ignorancia. \u00bfC\u00f3mo, en efecto, despu\u00e9s de haber visto a un cristiano errar sobre verdades que les son familiares, y atribuir sus falsas opiniones a nuestros libros sagrados, c\u00f3mo, digo, podr\u00edan abrazar, con la autoridad de estos mismos libros, los dogmas de la resurrecci\u00f3n de la carne, de la vida eterna, del reino de los cielos, cuando se imaginan descubrir en ellos errores sobre verdades demostradas por el razonamiento y la experiencia?<\/em> <\/span>9<\/sup><\/a><\/span><\/span><\/p>\n\n\n\n No pude evitar pensar en c\u00f3mo habr\u00eda reaccionado yo ante este pasaje cuando era ni\u00f1o: si alguien me hubiera expuesto el mismo argumento cuando ten\u00eda 17 a\u00f1os, le habr\u00eda llamado hereje. Era una forma de complacencia hacia la ciencia, del tipo al que ceden los cristianos moderados contempor\u00e1neos, y que Bill Maher ridiculiza con raz\u00f3n. Sin embargo, hace 1 600 a\u00f1os, alguien escribi\u00f3 que mi enfoque del G\u00e9nesis era arrogante, del tipo que podr\u00eda apartar a una persona de su fe.<\/p>\n\n\n\n Bill Maher es un humorista estadounidense, cercano primero al Partido Dem\u00f3crata y luego a los Libertarios, y cr\u00edtico con el conformismo religioso oscurantista del Estados Unidos profundo. J.D. Vance utiliza esta referencia para demostrar que fue el racionalismo de Agust\u00edn lo primero que le atrajo: descubri\u00f3 en Agust\u00edn a un cristiano m\u00e1s racional que el ambiente literalista en el que creci\u00f3.<\/p>\n\n\n\n Result\u00f3 que estas palabras eran un poco demasiado ciertas, y provocaron la primera grieta en mi proverbial armadura. Empec\u00e9 a hacer circular esta cita entre mis amigos, fueran creyentes o no, y pens\u00e9 mucho en ella.<\/p>\n\n\n\n Por la misma \u00e9poca, asist\u00ed a una conferencia de Peter Thiel en nuestra facultad de derecho. Era 2011, y Thiel era un asertivo capitalista de riesgo pero no muy conocido por el gran p\u00fablico. M\u00e1s tarde elogiar\u00eda mi libro y desde entonces se ha convertido en un buen amigo, pero yo no ten\u00eda ni idea de qu\u00e9 esperar en ese momento.<\/p>\n\n\n\n Peter Thiel, nacido en 1967, es un empresario y capitalista de riesgo, conocido por fundar PayPal, luego Palantir, una empresa especializada en Big Data, y un importante inversor en Facebook. Pol\u00edticamente, ha estado pr\u00f3ximo a las ideas libertarias y ha sido compa\u00f1ero de viaje del Partido Republicano, pero sus posturas iconoclastas y a menudo radicales en muchos temas lo hacen ahora inclasificable, m\u00e1s o menos como Elon Musk. En el pasaje relatado por Vance, parece criticar las utop\u00edas tecnol\u00f3gicas de Silicon Valley, de las que, sin embargo, es un buen representante.<\/p>\n\n\n\n Thiel fue un inesperado partidario financiero y pol\u00edtico de Donald Trump durante la campa\u00f1a de 2016. En una entrevista concedida a The Atlantic<\/em> en noviembre de 2023, Thiel cuenta c\u00f3mo Trump intent\u00f3 convencerlo de que donara 10 millones de d\u00f3lares a su campa\u00f1a. <\/span>10<\/sup><\/a><\/span><\/span> En concreto, el expresidente cit\u00f3 su apoyo a Vance durante su campa\u00f1a para ser elegido senador en 2022.<\/p>\n\n\n\n Adem\u00e1s de su apoyo financiero, Thiel es tambi\u00e9n un pilar importante en el esfuerzo por radicalizar el Partido Republicano \u2014a veces denominado \u00abNueva Derecha\u00bb\u2014 hacia posiciones cada vez m\u00e1s conservadoras. En particular, ha asistido a todas las Conferencias Nacionales Conservadoras (NatCon) anuales<\/a> desde 2019.<\/p>\n\n\n\n Habl\u00f3 primero en t\u00e9rminos personales: argument\u00f3 que est\u00e1bamos cada vez m\u00e1s inmersos en una feroz competencia en el mundo profesional. Est\u00e1bamos compitiendo por secretar\u00edas de apelaci\u00f3n, luego por secretar\u00edas de la Corte Suprema. Compet\u00edamos por puestos en bufetes de abogados de \u00e9lite, y luego para convertirnos en socios de esos mismos bufetes. En cada etapa, dijo, nuestros trabajos conllevar\u00edan m\u00e1s horas, alienaci\u00f3n social, en particular de nuestros compa\u00f1eros, y tareas cuyo prestigio no compensar\u00eda su falta de significado. Tambi\u00e9n argument\u00f3 que el mundo en el que trabaja, Silicon Valley, dedica demasiado poco tiempo a los avances tecnol\u00f3gicos que mejoran la vida \u2014en biolog\u00eda, energ\u00eda y transporte\u2014 y demasiado a los programas inform\u00e1ticos y los tel\u00e9fonos m\u00f3viles. Ahora todo el mundo puede enviar tuits o poner fotos en Facebook, pero se tarda mucho en llegar a Europa, no tenemos cura para el deterioro cognitivo y la demencia, y nuestro consumo de energ\u00eda contamina cada vez m\u00e1s el planeta. Para \u00e9l, estas dos tendencias \u2014la \u00e9lite profesional atrapada en empleos hipercompetitivos y el estancamiento tecnol\u00f3gico de la sociedad\u2014 estaban relacionadas. Si la innovaci\u00f3n tecnol\u00f3gica fuera el motor de la verdadera prosperidad, nuestras \u00e9lites no sentir\u00edan que compiten cada vez m\u00e1s entre s\u00ed por un n\u00famero cada vez menor de resultados prestigiosos.<\/p>\n\n\n\n El propio Thiel pertenece a Silicon Valley, pero no duda en pronunciarse contra las grandes tecnol\u00f3gicas y su monopolio. En particular, aboga por una \u00abrepresi\u00f3n republicana\u00bb, su enemigo jurado, cuyo tama\u00f1o amenaza sus intereses financieros. Las opiniones de Thiel sobre las grandes empresas tecnol\u00f3gicas \u2014y en particular las redes sociales como Facebook y el buscador Google\u2014 convergen en este sentido con las de Musk, que cree que trabajan contra los conservadores, en particular manipulando la informaci\u00f3n antes de las elecciones.<\/p>\n\n\n\n Musk y Thiel tambi\u00e9n comparten una serie de elementos biogr\u00e1ficos: adem\u00e1s del hecho de que ambos crecieron en Sud\u00e1frica durante la \u00e9poca del apartheid, dos de los bi\u00f3grafos de los multimillonarios tecnol\u00f3gicos, Max Chafkin y Walter Isaacson, describen c\u00f3mo los dos hombres sufrieron acoso escolar cuando eran ni\u00f1os. Al crecer, adoptaron mecanismos de defensa que ahora parecen atraerles hacia el oscuro retrato de Estados Unidos que pinta hoy Donald Trump. Thiel lleva varios a\u00f1os diciendo que s\u00f3lo conf\u00eda en el candidato con la ret\u00f3rica m\u00e1s pesimista, porque \u00absi eres demasiado optimista, demuestras que no est\u00e1s en el juego\u00bb.<\/p>\n\n\n\n El discurso de Peter sigue siendo el momento m\u00e1s memorable de mi estancia en la facultad de derecho de Yale. Expres\u00f3 un sentimiento que a\u00fan no hab\u00eda tomado forma: yo estaba obsesionado con el \u00e9xito per se, no como fin de algo significativo, sino para ganar una competencia social. Mi preocupaci\u00f3n por haber estado priorizando el esfuerzo sobre el car\u00e1cter creci\u00f3 en importancia: esforzarse, pero \u00bfpara qu\u00e9? Ni siquiera sab\u00eda por qu\u00e9 me interesaban las cosas que me interesaban. Me consideraba culto, ilustrado y especialmente sabio sobre los caminos del mundo, al menos en comparaci\u00f3n con la mayor\u00eda de la gente de mi ciudad. Sin embargo, estaba obsesionado con obtener credenciales profesionales \u2014una pasant\u00eda con un juez federal, luego una asociaci\u00f3n en un prestigioso bufete de abogados\u2014 que no entend\u00eda. Odiaba mi limitada exposici\u00f3n a la pr\u00e1ctica jur\u00eddica. Mir\u00e9 hacia delante y me di cuenta de que hab\u00eda entrado en una carrera sin esperanza en la que el primer premio era un trabajo que odiaba.<\/p>\n\n\n\n Inmediatamente empec\u00e9 a planear una carrera fuera del derecho, raz\u00f3n por la cual pas\u00e9 menos de dos a\u00f1os como procurador despu\u00e9s de licenciarme. Peter me aport\u00f3 una \u00faltima cosa: era probablemente la persona m\u00e1s inteligente que he conocido, pero tambi\u00e9n era cristiano. Desafiaba el modelo social que yo hab\u00eda construido, seg\u00fan el cual los est\u00fapidos eran cristianos y los inteligentes, ateos. Empec\u00e9 a preguntarme de d\u00f3nde ven\u00eda su creencia religiosa, lo que me llev\u00f3 a Ren\u00e9 Girard, el fil\u00f3sofo franc\u00e9s con el que obviamente hab\u00eda estudiado en Stanford. El pensamiento de Girard es tan rico que cualquier intento de s\u00edntesis no le hace justicia. Su teor\u00eda de la rivalidad mim\u00e9tica, en la que tendemos a competir por las cosas que quieren los dem\u00e1s, se aplicaba directamente a algunas de las presiones que sent\u00eda en Yale. Pero fue su teor\u00eda del chivo expiatorio y lo que revela sobre el cristianismo lo que me hizo reconsiderar mi fe.<\/p>\n\n\n\n El fil\u00f3sofo y antrop\u00f3logo franc\u00e9s Ren\u00e9 Girard (1923-2015) pas\u00f3 casi toda su carrera acad\u00e9mica en universidades estadounidenses, y termin\u00f3 como profesor en la Universidad de Stanford. Pensador sobre el deseo mim\u00e9tico, seg\u00fan el cual todo deseo de un objeto est\u00e1 mediado por el deseo de otros, y sobre la violencia que sustenta el orden social a trav\u00e9s del fen\u00f3meno del chivo expiatorio, sigue siendo una referencia importante en el pensamiento cristiano contempor\u00e1neo. Siempre ha mantenido que fueron los desarrollos l\u00f3gicos de su propio sistema los que lo llevaron a reconocer la verdad del cristianismo, y no su conversi\u00f3n al catolicismo, que habr\u00eda influido en su pensamiento en una direcci\u00f3n apolog\u00e9tica. Sigue siendo bastante conocido en los c\u00edrculos conservadores de Estados Unidos y ha ejercido una gran influencia sobre Peter Thiel.<\/p>\n\n\n\n Una de las ideas clave de Girard es que las civilizaciones humanas se basan a menudo, si no siempre, en el \u00abmito del chivo expiatorio\u00bb: un acto de violencia cometido contra alguien que ha perjudicado a la comunidad en su conjunto, relatado como una especie de historia original de la comunidad.<\/p>\n\n\n\n Girard se\u00f1ala que R\u00f3mulo y Remo son, como Cristo, hijos divinos y, como Mois\u00e9s, colocados en una cesta del r\u00edo para salvarlos de un rey celoso. Hubo un tiempo en que tales comparaciones me erizaban la piel, pues tem\u00eda que cualquier aparente falta de originalidad por parte de la Escritura significara que no pod\u00eda ser cierta. Se trata de un recurso ret\u00f3rico habitual del Nuevo Ate\u00edsmo: se\u00f1alar una historia de la creaci\u00f3n \u2014como la historia del diluvio en la Epopeya de Gilgamesh\u2014 como prueba de que los autores de las Escrituras plagiaron su historia de una civilizaci\u00f3n anterior. Se deduce razonablemente que si la historia b\u00edblica fue tomada prestada de otra civilizaci\u00f3n, la versi\u00f3n b\u00edblica de la historia puede no ser la palabra de Dios.<\/p>\n\n\n\n Pero Girard rechaza esta deducci\u00f3n y se fija en las similitudes entre los relatos b\u00edblicos y los de otras civilizaciones. Para Girard, la historia cristiana contiene una diferencia crucial, una diferencia que revela algo \u00aboculto desde la fundaci\u00f3n del mundo\u00bb. En el relato cristiano, el chivo expiatorio final no perjudic\u00f3 a la civilizaci\u00f3n, sino que la civilizaci\u00f3n lo perjudic\u00f3 a \u00e9l. La v\u00edctima de la locura de la turba es, como Cristo, infinitamente poderosa \u2014capaz de evitar su propio asesinato\u2014 y perfectamente inocente \u2014no merecedora de la ira y la violencia de la turba\u2014. En Cristo, vemos nuestros esfuerzos por echar la culpa y nuestras propias insuficiencias a una v\u00edctima por lo que son: un fallo moral proyectado violentamente sobre otra persona. Cristo es el chivo expiatorio que revela nuestras imperfecciones y nos obliga a mirar nuestros propios defectos en lugar de culpar a las v\u00edctimas elegidas por nuestra sociedad.<\/p>\n\n\n\n En los p\u00e1rrafos anteriores, J.D. Vance hace un resumen bastante fiel del sistema girardiano, que parte del an\u00e1lisis de los mitos para detectar tras ellos mecanismos arcaicos de violencia que posteriormente se han ritualizado. Elimina una objeci\u00f3n presentada a menudo al cristianismo por los partidarios del Nuevo Ate\u00edsmo, a saber, Hitchens y Harris, antes mencionados, objeci\u00f3n que en realidad es muy antigua, y que se refiere a la similitud de todos los mitos religiosos. Sin embargo, el cristianismo es singular en el sentido de que es la religi\u00f3n que revela el mecanismo de b\u00fasqueda de chivos expiatorios que ocultan todas las dem\u00e1s creencias religiosas.<\/p>\n\n\n\n La gente llega a la verdad de diferentes maneras, y estoy seguro de que algunos encontrar\u00e1n esta narraci\u00f3n insatisfactoria. Pero en 2013, capt\u00f3 incre\u00edblemente bien la psicolog\u00eda de mi generaci\u00f3n, en particular de sus miembros m\u00e1s privilegiados. Empantanados en las redes sociales, identificamos un chivo expiatorio y nos abalanzamos sobre \u00e9l en l\u00ednea. \u00c9ramos guerreros del teclado, atacando a la gente en Facebook y Twitter, ciegos a nuestros propios problemas. Luch\u00e1bamos por empleos que en realidad no quer\u00edamos, mientras fing\u00edamos que no nos esforz\u00e1bamos por conseguirlos.<\/p>\n\n\n\n Esta es otra popularizaci\u00f3n del pensamiento girardiano, esta vez a partir de la muy difundida rivalidad mim\u00e9tica (Mensonge romantique et v\u00e9rit\u00e9 romanesque<\/em>, 1961).<\/p>\n\n\n\n La consecuencia para m\u00ed, al final, fue que hab\u00eda perdido el lenguaje de la virtud. Me avergonzaba m\u00e1s reprobar un examen de derecho que perder los nervios con mi novia.<\/p>\n\n\n\n Todo eso ten\u00eda que cambiar. Era hora de dejar de buscar chivos expiatorios y centrarme en lo que pod\u00eda hacer para mejorar las cosas.<\/p>\n\n\n\n Estas reflexiones tan personales sobre la fe, el conformismo y la virtud coincidieron con uno de mis proyectos de escritura que llegar\u00eda al \u00e9xito p\u00fablico: Hillbilly Elegy<\/em>, un libro h\u00edbrido entre las memorias y el comentario social que publiqu\u00e9 en 2016. Al recordar los primeros borradores del libro, me doy cuenta de lo mucho que cambi\u00e9 entre 2013 y 2015: empec\u00e9 a escribir el libro enfadado, resentido con mi madre y seguro de mis propias capacidades. Lo termin\u00e9 con m\u00e1s humildad y muy inseguro de qu\u00e9 pasos dar para \u00abresolver\u00bb tantos de nuestros problemas sociales. La respuesta que encontr\u00e9, tan insatisfactoria entonces como ahora, es que es imposible \u00abresolver\u00bb nuestros problemas sociales. A lo m\u00e1s que podemos aspirar es a reducirlos o mitigar sus efectos.<\/p>\n\n\n\n En Hillbilly Elegy<\/em>, el senador y compa\u00f1ero de f\u00f3rmula de Donald Trump pinta un cuadro de un Estados Unidos en decadencia, caracterizado por la pobreza, las drogas, la violencia y la miseria cr\u00f3nica en las peque\u00f1as ciudades del Rust Belt<\/em>. Su relato tambi\u00e9n ensalza los valores de los Apalaches que le transmiti\u00f3 su familia. Aunque en su mayor\u00eda son ociosos, a veces dependientes de la seguridad social para sobrevivir, Vance se refiere repetidamente al orgullo, la solidaridad, el sentido del trabajo y de la familia de los habitantes de Middletown.<\/p>\n\n\n\n El objetivo de Vance no es simplemente denunciar los estragos de la desindustrializaci\u00f3n, sino tambi\u00e9n se\u00f1alar lo que \u00e9l describe como las causas de la miseria en la que creci\u00f3: la falta de inter\u00e9s mostrada por la clase pol\u00edtica estadounidense por el \u00abEstados Unidos de abajo\u00bb, la clase trabajadora blanca desatendida por las sucesivas administraciones.<\/p>\n\n\n\n En el curso de mi investigaci\u00f3n, me di cuenta de que muchos de estos problemas sociales derivaban de comportamientos para los que los cient\u00edficos sociales y los expertos pol\u00edticos utilizaban un vocabulario diferente. En la derecha, la conversaci\u00f3n versaba a menudo sobre la \u00abcultura\u00bb y la \u00abresponsabilidad personal\u00bb, es decir, sobre c\u00f3mo los individuos o las comunidades frenan su propio progreso. Aunque me parec\u00eda obvio que hab\u00eda algo disfuncional en algunos de los lugares en los que crec\u00ed, el discurso de la derecha parec\u00eda un poco cruel. Ignoraba el hecho de que el comportamiento destructivo es casi siempre una tragedia con terribles consecuencias. Una cosa es se\u00f1alar con el dedo a alguien que no ha actuado de determinada manera, y otra muy distinta sentir el peso de la miseria que resulta de esas acciones.<\/p>\n\n\n\n Los intelectuales de izquierda se han centrado mucho m\u00e1s en los problemas estructurales y externos a los que se enfrentan las familias como la m\u00eda: la dificultad de encontrar trabajo y la falta de financiaci\u00f3n para determinados tipos de recursos. Aunque yo estaba de acuerdo en que a menudo se necesitaban m\u00e1s recursos, me parec\u00eda que nuestros comportamientos m\u00e1s destructivos persist\u00edan, incluso florec\u00edan, en \u00e9pocas de bienestar material. La izquierda econ\u00f3mica a menudo mostraba m\u00e1s compasi\u00f3n, pero era un tipo de compasi\u00f3n, desprovista de expectativas, que ol\u00eda a renuncia. La compasi\u00f3n que asum\u00eda que alguien estaba tan desfavorecido como para no tener esperanza era como la empat\u00eda por un animal de zool\u00f3gico.<\/p>\n\n\n\n Leer este art\u00edculo, cuatro a\u00f1os despu\u00e9s de su primera publicaci\u00f3n, puede resultar sorprendente, ya que el discurso de Vance sobre la identificaci\u00f3n de las causas que alimentan los problemas sociales en Estados Unidos ha cambiado significativamente. En 2020, Vance rechaz\u00f3 la tesis de que la \u00abcultura\u00bb y la \u00abresponsabilidad individual\u00bb eran la ra\u00edz de los problemas de pobreza, adicci\u00f3n y delincuencia. Desde su elecci\u00f3n al Senado en 2022, Vance ha virado radicalmente hacia el campo de las \u00abguerras culturales\u00bb, del que Trump se hab\u00eda mantenido relativamente alejado hasta entonces.<\/p>\n\n\n\n Al pensar en estas cosmovisiones enfrentadas, y en la sabidur\u00eda y los defectos de cada una de ellas, anhelaba una cosmovisi\u00f3n que entendiera nuestros malos comportamientos como algo tanto social como individual, estructural y moral; que reconociera que somos el producto de nuestro entorno; que tenemos la responsabilidad de cambiar ese entorno, pero que seguimos siendo seres morales con deberes individuales; que puede hablar en contra de las crecientes tasas de divorcio y drogadicci\u00f3n, no con conclusiones as\u00e9pticas sobre sus externalidades sociales negativas, sino con indignaci\u00f3n moral.<\/p>\n\n\n\n En este pasaje y en los p\u00e1rrafos anteriores, J.D. Vance rechaza el utilitarismo neoliberal de la derecha, que estigmatiza a los pobres en nombre de su responsabilidad personal por su condici\u00f3n, y el sociologismo y el economicismo de la izquierda, que disuelven los dilemas morales de la pobreza en superestructuras que restan poder y arrojan una mirada materialista y consumista sobre el problema de la pobreza. Para J.D. Vance, la acci\u00f3n moral va de la mano de la deliberaci\u00f3n \u00e9tica, que podr\u00eda asimilarse a la virtud aristot\u00e9lica de la prudencia (phronesis<\/em>). En este sentido, se acerca a una \u00e9tica de la virtud neoaristot\u00e9lica, tal y como la ha desarrollado, por ejemplo, el fil\u00f3sofo Alasdair MacIntyre (nacido en 1929).<\/p>\n\n\n\n Me di cuenta de que ya hab\u00eda estado expuesto a esta visi\u00f3n del mundo: con el cristianismo de Mamaw. Y el nombre que daba a los comportamientos que yo hab\u00eda visto destruir vidas y comunidades era \u00abpecado\u00bb. Record\u00e9 uno de mis pasajes menos favoritos de las Escrituras, N\u00fameros 14:18, y lo vi bajo una nueva luz: \u00abEl Se\u00f1or es lento para la ira y abundante en misericordia; perdona la iniquidad y la rebeli\u00f3n; pero no tiene por inocente al culpable, y castiga la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generaci\u00f3n\u00bb.<\/p>\n\n\n\n Utilizando esta referencia b\u00edblica del Antiguo Testamento, Vance explica que la noci\u00f3n religiosa y moral del pecado es la \u00fanica capaz de articular la responsabilidad individual y las consecuencias sociales que van m\u00e1s all\u00e1 del individuo; permite vincular el prop\u00f3sito moral con el discurso social y pol\u00edtico. Su visi\u00f3n del pecado como estructura personal y colectiva puede compararse con la reflexi\u00f3n del papa Juan Pablo II sobre las \u00abestructuras del pecado\u00bb en la doctrina social de la Iglesia. En el trasfondo, la doctrina agustiniana del pecado original es, por supuesto, esencial para articular la imputabilidad subjetiva y las consecuencias objetivas.<\/p>\n\n\n\n Hace diez a\u00f1os, la ve\u00eda como la prueba de un Dios vengativo e irracional. Y, sin embargo, \u00bfqui\u00e9n podr\u00eda mirar las estad\u00edsticas sobre lo que nuestra cultura y la pol\u00edtica de principios del siglo XXI han producido \u2014miseria, aumento de las tasas de suicidio, \u00abmuertes por desesperaci\u00f3n\u00bb en el pa\u00eds m\u00e1s rico del mundo\u2014 y dudar de que los pecados de los padres tengan alg\u00fan efecto en sus hijos?<\/p>\n\n\n\n Y, una vez m\u00e1s, resonaron las palabras de San Agust\u00edn, de un milenio y medio antes, articulando una verdad que yo hab\u00eda sentido durante mucho tiempo pero que no hab\u00eda expresado. Es un pasaje de La Ciudad de Dios<\/em>, en el que Agust\u00edn resume el libertinaje de la clase dirigente de Roma:<\/p>\n\n\n\n Lo que nos importa es que cada uno aumente d\u00eda a d\u00eda su riqueza, para poder satisfacer su continuo despilfarro y someter a los d\u00e9biles. Que los pobres cortejen a los ricos para tener lo suficiente para vivir y disfrutar de una tranquila ociosidad a la sombra de su protecci\u00f3n; que los ricos hagan de los pobres los instrumentos de su vanidad y de su fastuoso patrocinio. Que el pueblo salude con aplausos, no a los guardianes de sus intereses, sino a los proveedores de sus placeres; que no se ordene nada penoso, ni se proh\u00edba nada impuro; que los reyes se preocupen de encontrar en sus s\u00fabditos, no virtud, sino docilidad; que los s\u00fabditos obedezcan a los reyes, no como directores de su moral, sino como \u00e1rbitros de su fortuna y administradores de sus placeres, sintiendo por ellos, en vez de respeto sincero, un temor servil; que las leyes se preocupen m\u00e1s bien de conservar para cada uno su vi\u00f1a que su inocencia; que s\u00f3lo se juzgue a los que act\u00faan contra la propiedad o la vida de los dem\u00e1s, y que adem\u00e1s se permita hacer libremente lo que uno quiera con los suyos o con los que consienten en ello; que abunden las prostitutas en las calles para quien quiera disfrutar de ellas, especialmente para los que no tienen medios para mantener una concubina; casas vastas y magn\u00edficas, fiestas suntuosas, donde todo el mundo, siempre que quiera o pueda, encuentre d\u00eda y noche juego, vino, v\u00f3mito y voluptuosidad; que el sonido del baile se oiga por todas partes; que el teatro se estremezca con los transportes de la alegr\u00eda disoluta y las emociones suscitadas por los placeres m\u00e1s vergonzosos y crueles. Que cualquiera que se atreva a criticar este tipo de felicidad sea declarado enemigo p\u00fablico; y si alguien quiere interponerse en el camino, que no sea escuchado, que el pueblo lo arranque de su lugar y lo elimine de las filas de los vivos; que s\u00f3lo sean considerados como verdaderos dioses aquellos que han tra\u00eddo al pueblo esta felicidad y que la conservan para \u00e9l.<\/em> <\/span>11<\/sup><\/a><\/span><\/span><\/p>\n\n\n\n J. D. Vance utiliza este pasaje del Libro II de La Ciudad de Dios<\/em> para criticar el consumismo y el hedonismo de la sociedad occidental, en particular de la estadounidense. Su cr\u00edtica moral tiene tambi\u00e9n una dimensi\u00f3n social: los comportamientos hedonistas que critica son sobre todo los de la \u00e9lite romana\/washingtoniana, frente a la masa del pueblo llano que habr\u00eda conservado un sentido de los valores morales.<\/p>\n\n\n\n Es la mejor cr\u00edtica de nuestra \u00e9poca moderna que he le\u00eddo. Una sociedad totalmente orientada hacia el consumo y el placer, que rechaza el deber y la virtud. Poco despu\u00e9s de leer por primera vez estas palabras, mi amigo Oren Cass public\u00f3 un libro en el que argumentaba que los responsables pol\u00edticos estadounidenses se han centrado demasiado en promover el consumo por encima de la productividad, o cualquier otra medida de bienestar. La reacci\u00f3n \u2014criticar a Oren por atreverse a proponer pol\u00edticas que podr\u00edan reducir el consumo\u2014 casi demostr\u00f3 lo que quer\u00eda decir. \u00abS\u00ed\u00bb, me encontr\u00e9 diciendo, \u00ablas pol\u00edticas preferidas por Oren podr\u00edan reducir el consumo per c\u00e1pita. Pero \u00e9se es precisamente el problema: nuestra sociedad es m\u00e1s que la suma de sus estad\u00edsticas econ\u00f3micas. Si la gente muere antes cuando ha alcanzado niveles hist\u00f3ricos de consumo, quiz\u00e1 nuestra atenci\u00f3n al consumo est\u00e9 equivocada\u00bb.<\/p>\n\n\n\n
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