{"id":31706,"date":"2024-03-22T20:35:17","date_gmt":"2024-03-22T19:35:17","guid":{"rendered":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/?p=31706"},"modified":"2024-03-22T20:35:19","modified_gmt":"2024-03-22T19:35:19","slug":"el-dilema-ucraniano-de-mexico-comprender-un-posicionamiento","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2024\/03\/22\/el-dilema-ucraniano-de-mexico-comprender-un-posicionamiento\/","title":{"rendered":"El dilema ucraniano de M\u00e9xico: comprender un posicionamiento"},"content":{"rendered":"\n

La acci\u00f3n com\u00fan de europeos y de latinoamericanos podr\u00eda ayudar a romper esta fatalidad del siglo XX: \u00bfpor qu\u00e9 somos oprimidos en nombre de la libertad, esclavizados en nombre de la justicia, asesinados en nombre de la vida? Este azoro parad\u00f3jico proviene de que hemos alcanzado la desgracia con los instrumentos destinados a la felicidad<\/em>.<\/p>\n\n\n\n

Carlos Fuentes, 1982 <\/span>1<\/sup><\/a><\/span><\/span><\/p>\n\n\n\n

Para nadie es un secreto que la guerra de conquista<\/a> que Rusia lanz\u00f3 en contra de Ucrania en febrero de 2022 constituye uno de los acontecimientos centrales de la primera mitad de este siglo. Como aquellas tragedias a las que se refiri\u00f3 la escritora mexicana Elena Garro alguna vez, se trata de un conflicto armado que hunde sus ra\u00edces en la experiencia hist\u00f3rica <\/span>2<\/sup><\/a><\/span><\/span> de una porci\u00f3n del mundo definida por circunstancias geopol\u00edticas especialmente complejas <\/span>3<\/sup><\/a><\/span><\/span>. Al mismo tiempo, el retorno de la guerra a Europa en la tercera d\u00e9cada de este siglo parece ser la expresi\u00f3n de un fen\u00f3meno inquietante: la erosi\u00f3n acelerada del orden mundial que emergi\u00f3 en Occidente en los primeros d\u00edas de la Posguerra, cuando las democracias liberales que forman parte del mundo atl\u00e1ntico proyectaron sus valores pol\u00edticos a escala global.<\/p>\n\n\n\n

No sin raz\u00f3n, en el verano de 2022 Gilles Gressani y Math\u00e9o Malik apuntaron algo que hoy deber\u00eda ser evidente: vivimos a la sombra de un momento especialmente peligroso; un periodo de fractura<\/a> que da cuenta de los muchos desequilibrios geopol\u00edticos del presente <\/span>4<\/sup><\/a><\/span><\/span>. Por ello, la manera en la que las sociedades de Am\u00e9rica Latina han reaccionado al retorno de la guerra en los linderos del continente europeo resulta especialmente desconcertante: en el d\u00eda de la prueba muchos de los gobiernos de la regi\u00f3n respondieron con un silencio oprobioso al llamado a condenar abiertamente la invasi\u00f3n, mientras que algunos otros recurrieron a una estudiada ambig\u00fcedad que se ha hecho pasar desde entonces por expresi\u00f3n de prudencia pol\u00edtica o verdadero genio estrat\u00e9gico <\/span>5<\/sup><\/a><\/span><\/span>. No falt\u00f3 tampoco quien apost\u00f3 a jugar en la posici\u00f3n de equilibrista, obligado por las circunstancias a dar raz\u00f3n de su paso a unos y otros.<\/p>\n\n\n\n

La confrontaci\u00f3n geopol\u00edtica que enfrenta a Rusia con Occidente se ha ampliado a una escala de la que no escapa ya ninguna porci\u00f3n del mundo.\u00a0<\/p>ALEXIS HERRERA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

Estas l\u00edneas se escribieron originalmente en la primavera de 2023, cuando \u2014en el marco del asedio a Bajmut\u2014 el gobierno del Presidente Zelenski dio a conocer el inicio de una ofensiva general<\/a> <\/span>6<\/sup><\/a><\/span><\/span> en contra del agresor ruso con el objeto de poner fin a la modalidad de \u00abguerra de desgaste\u00bb <\/span>7<\/sup><\/a><\/span><\/span> (attrition warfare<\/em>), que tan cara ha resultado para ambos beligerantes. Este ejercicio de reflexi\u00f3n se actualiza ahora en la antesala de una primavera que en 2024 se antoja especialmente compleja<\/a> <\/span>8<\/sup><\/a><\/span><\/span>. No s\u00f3lo por el hecho de que la ofensiva lanzada entonces por Ucrania forma parte de una apuesta estrat\u00e9gica de m\u00e1s largo aliento; sino porque la confrontaci\u00f3n geopol\u00edtica que enfrenta a Rusia con Occidente se ha ampliado a una escala de la que no escapa ya ninguna porci\u00f3n del mundo<\/a>.\u00a0<\/p>\n\n\n\n

\n \n \t\r\n\t\t\t\t\t\r\n\t\t\t\t\t\r\n\t\t\t\t\t\r\n\t\t\t\t\r\n\t<\/picture>\r\n \n
Un contingente de soldados rusos marcha durante el desfile militar anual del D\u00eda de la Independencia en el Z\u00f3calo de la Ciudad de M\u00e9xico, el s\u00e1bado 16 de septiembre de 2023. \u00a9 AP Foto\/Fernando Llano<\/figcaption>\n <\/a>\n<\/figure>\n\n\n\n\n

A un a\u00f1o de distancia, la urgencia de saber qui\u00e9n est\u00e1 ganando realmente este conflicto <\/a>puede llevar a conclusiones apresuradas. Por eso, a decir de Sir Lawrence Freedman <\/span>9<\/sup><\/a><\/span><\/span> el desaf\u00edo central consiste en reconocer que las narrativas que prometen una victoria definitiva para unos u otros son prematuras. Lo que resulta urgente no es anticipar desenlaces, sino entender el car\u00e1cter de una guerra en la que actualmente la defensa predomina sobre la ofensiva. Al mismo tiempo, Valerii Zaluzhnyi<\/a> ha apuntado recientemente que en 2024 Ucrania no debe olvidar uno de los criterios centrales del arte de la guerra: hacer frente con creatividad a la exigencia de adaptarse a las circunstancias de un paisaje estrat\u00e9gico siempre cambiante. En busca de una nueva teor\u00eda de la victoria, quien hasta hace poco era todav\u00eda Comandante en Jefe de los ej\u00e9rcitos ucranianos destaca la necesidad de recurrir a sistemas tecnol\u00f3gicos avanzados para dar sustento a un concepto de operaciones renovado. Su salida, apunta Eliot Cohen <\/span>10<\/sup><\/a><\/span><\/span>, s\u00f3lo confirma el principio de supremac\u00eda civil en el que descansa la conducci\u00f3n de la guerra en toda sociedad democr\u00e1tica.<\/p>\n\n\n\n

Ucrania no debe olvidar uno de los criterios centrales del arte de la guerra: hacer frente con creatividad a la exigencia de adaptarse a las circunstancias de un paisaje estrat\u00e9gico siempre cambiante.\u00a0<\/p>ALEXIS HERRERA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

Sea como sea, lo cierto es que a la defensa armada de Ucrania se suman hoy nuevos escenarios de conflicto a escala global. El \u00faltimo a\u00f1o da cuenta del asalto lanzado por Azerbaiy\u00e1n<\/a> en contra de la poblaci\u00f3n armenia en Nagorno-Karabaj y de la concentraci\u00f3n de tropas serbias en las fronteras con Kosovo. Tambi\u00e9n, de la ola de golpes de Estado que han sacudido a los pa\u00edses del Sahel<\/a> y del uso de los flujos migratorios como instrumento de desestabilizaci\u00f3n en toda la cuenca del Mediterr\u00e1neo. Por si esto fuera poco, el inicio de la guerra de Sucot<\/a>, que enfrenta a Hamas con Israel en la franja de Gaza, anticipa un nuevo ciclo de inestabilidad pol\u00edtica para Medio Oriente que podr\u00eda conducir a un conflicto general en la regi\u00f3n. La guerra se ampl\u00eda<\/a>.<\/p>\n\n\n\n

Por ello, el prop\u00f3sito de estas l\u00edneas no es pol\u00edticamente inocente. Se trata, a un tiempo, de una invitaci\u00f3n y de una advertencia. La invitaci\u00f3n es sencilla: gira simplemente en torno al llamado a abandonar de una vez por todas la ambig\u00fcedad en la que M\u00e9xico se ha mantenido hasta ahora con relaci\u00f3n a la guerra de independencia de los ucranianos<\/a>. En contraste, la advertencia es m\u00e1s ominosa: consiste en se\u00f1alar que el posicionamiento definitivo de M\u00e9xico con relaci\u00f3n a ese conflicto ejercer\u00e1 una influencia decisiva sobre el modo en el que la sociedad mexicana imagine el lugar de su pa\u00eds en el orden futuro del mundo. Por dem\u00e1s est\u00e1 decir que se trata de una advertencia que tambi\u00e9n concierne a muchas otras sociedades de Am\u00e9rica Latina en el presente.<\/p>\n\n\n\n

El posicionamiento definitivo de M\u00e9xico con relaci\u00f3n a ese conflicto ejercer\u00e1 una influencia decisiva sobre el modo en el que la sociedad mexicana imagine el lugar de su pa\u00eds en el orden futuro del mundo.\u00a0<\/p>ALEXIS HERRERA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

\u00bf\u00bbDentro de la guerra\u00bb o fuera? La lucha ucraniana vista desde el otro gran continente<\/h2>\n\n\n\n

Como era de esperarse, la guerra que Rusia lanz\u00f3 contra Ucrania hace dos a\u00f1os<\/a> encontr\u00f3 a la sociedad mexicana distra\u00edda en su esfuerzo por dar respuesta a graves problemas de orden interno. De cierto modo, la magnitud de la violencia mexicana nos ha impedido prestar atenci\u00f3n a lo que sucede en el mundo. Ante la exigencia de pensar la \u00abguerra\u00bb <\/span>11<\/sup><\/a><\/span><\/span> en nuestras tierras, en los hechos los mexicanos hemos sido incapaces de entender los alcances del retorno de la guerra a gran escala para un pueblo que en esa lucha se juega su supervivencia. A esta circunstancia se suma un hecho adicional: el agotamiento de la \u00abcultura estrat\u00e9gica\u00bb <\/span>12<\/sup><\/a><\/span><\/span> que M\u00e9xico forj\u00f3 a lo largo del siglo pasado a la sombra del r\u00e9gimen autoritario que emergi\u00f3 tras la gran guerra civil de 1910 \u2013acaso la primera guerra total librada en el continente americano, si se da cr\u00e9dito a lo dicho con relaci\u00f3n a este tema por el eminente historiador brit\u00e1nico Alan Knight <\/span>13<\/sup><\/a><\/span><\/span>\u2013.\u00a0<\/p>\n\n\n\n

Esto, como lo ha se\u00f1alado Ulrike Franke <\/span>14<\/sup><\/a><\/span><\/span> al referirse a la experiencia hist\u00f3rica de su propio pa\u00eds, es una mala noticia para M\u00e9xico, pues sugiere que la sociedad civil mexicana carece del vocabulario pol\u00edtico-conceptual para orientarse ante las realidades geopol\u00edticas del presente. En la antesala del que ser\u00e1 el m\u00e1s amplio proceso pol\u00edtico-electoral de su historia moderna, la sociedad mexicana carece de consensos m\u00ednimos con relaci\u00f3n a su agenda de seguridad nacional <\/span>15<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/p>\n\n\n\n

La magnitud de la violencia mexicana nos ha impedido prestar atenci\u00f3n a lo que sucede en el mundo.<\/p>ALEXIS HERRERA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

No obstante, lo sucedido en Ucrania nos concierne en primer lugar porque esa guerra ha hecho que el mundo sea hoy un lugar m\u00e1s peligroso e inestable. Sociedades como la mexicana no participan directamente en la guerra, pero est\u00e1n insertas en ella dada la magnitud de los intercambios globales. En mayo de 2022, en el marco de un coloquio celebrado en la Sorbona<\/a> organizado por el Grand Continent para dimensionar la complejidad del conflicto, Etienne Balibar<\/a> postul\u00f3 esa tesis al referirse a otras sociedades situadas en los linderos de Occidente: \u201cEsos pa\u00edses no est\u00e1n \u00aben guerra\u00bb, pero s\u00ed \u00aben la guerra\u00bb\u201d. Si esto es as\u00ed para los pueblos de \u00c1frica y Medio Oriente, con mayor raz\u00f3n debe resultar de inter\u00e9s para las sociedades de Am\u00e9rica Latina, el otro gran continente allende el mar que hist\u00f3ricamente fue constituido por la reinvenci\u00f3n de los valores de Occidente. <\/p>\n\n\n\n

\n \n \t\r\n\t\t\t\t\t\r\n\t\t\t\t\t\r\n\t\t\t\t\t\r\n\t\t\t\t\r\n\t<\/picture>\r\n \n
Cadetes de la Heroica Academia Militar marchan durante el desfile militar anual del D\u00eda de la Independencia en la plaza principal de la capital, el Z\u00f3calo, en la Ciudad de M\u00e9xico el s\u00e1bado 16 de septiembre de 2023. \u00a9 AP Foto\/Fernando Llano<\/figcaption>\n <\/a>\n<\/figure>\n\n\n\n\n

Precisamente, a ese continente se refiri\u00f3 en 1958 el historiador mexicano Edmundo O\u2019Gorman al postular que la invenci\u00f3n de Am\u00e9rica es el hecho fundante de la ontolog\u00eda del Nuevo Mundo <\/span>16<\/sup><\/a><\/span><\/span>. Se trata del orbe indiano <\/span>17<\/sup><\/a><\/span><\/span> que a decir de David Brading puede ser considerado como la Am\u00e9rica primera \u2013o, si se quiere, ese \u00abExtremo Occidente\u00bb <\/span>18<\/sup><\/a><\/span><\/span> de Alain Rouqui\u00e9 en el que la hegemon\u00eda estadounidense siempre ha ejercido una influencia desorbitada sobre las sociedades latinoamericanas\u2013. Al apuntar este hecho es f\u00e1cil incurrir en la tentaci\u00f3n de destacar aquello que los habitantes de Am\u00e9rica Latina han sabido desde hace m\u00e1s de un siglo: que Estados Unidos es un gigante siempre a las puertas de ese continente, y que \u2013como lo se\u00f1al\u00f3 con especial lucidez Octavio Paz en su Posdata<\/em> de 1970\u2013 caminar a su lado siempre es peligroso <\/span>19<\/sup><\/a><\/span><\/span>. Lo que importa hoy es entender que ese gigante comparte un destino com\u00fan con sociedades a ambos lados del Atl\u00e1ntico que tienen el potencial de enriquecer su propio universo.\u00a0<\/p>\n\n\n\n

En M\u00e9xico, como en Europa, ese origen com\u00fan podr\u00eda sembrar la semilla de un nuevo entendimiento: un lazo para sentar las bases de una acci\u00f3n concertada frente a la amenaza de una guerra que pone en entredicho los valores compartidos por ambos continentes<\/a>. \u201cNo s\u00e9 si unos y otros, europeos y latinoamericanos, podremos restaurar la validez de lo tr\u00e1gico en un mundo ah\u00edto de sangre\u201d, apunt\u00f3 Fuentes en 1982 <\/span>20<\/sup><\/a><\/span><\/span>.\u00a0<\/p>\n\n\n\n

M\u00e9xico puede y debe asumirse como una potencia media capaz de establecer una presencia propia en el mundo atl\u00e1ntico.<\/p>ALEXIS HERRERA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

En todo caso no hay que olvidar que, en las d\u00e9cadas que nos separan de ese apunte, M\u00e9xico se convirti\u00f3 \u2013nuevamente en expresi\u00f3n de Rouqui\u00e9\u2013 en una \u00abEstado norteamericano\u00bb <\/span>21<\/sup><\/a><\/span><\/span> de pleno derecho. No hace pocos a\u00f1os David Haglund plante\u00f3, precisamente, lo imposible: el ingreso del pa\u00eds a la OTAN <\/span>22<\/sup><\/a><\/span><\/span> como parte de una premisa que en 2020 tambi\u00e9n fue recuperada por quienes ven en esa posibilidad una oportunidad <\/span>23<\/sup><\/a><\/span><\/span> para renovar los lazos de Estados Unidos con los integrantes de la Alianza Atl\u00e1ntica en Europa. Tal imposibilidad ya no es descartada del todo en el presente. A fines de septiembre del a\u00f1o pasado ISDR, un destacado laboratorio de ideas mexicano, organiz\u00f3 un foro para imaginar el papel de M\u00e9xico en materia de seguridad internacional desde una clave transatl\u00e1ntica <\/span>24<\/sup><\/a><\/span><\/span>. En un horizonte de largo plazo el planteamiento es claro: M\u00e9xico puede y debe asumirse como una potencia media capaz de establecer una presencia propia en el mundo atl\u00e1ntico. Desde luego, para que todo esto pueda tener verificativo, la sociedad mexicana tendr\u00e1 que emprender una tarea que hasta ahora ha pospuesto de modo indefinido: impulsar una transici\u00f3n militar <\/span>25<\/sup><\/a><\/span><\/span> que garantice un control civil democr\u00e1tico efectivo y definitivo sobre sus Fuerzas Armadas.<\/p>\n\n\n\n

En cualquier caso, la invitaci\u00f3n de Fuentes cobra hoy m\u00e1s sentido que nunca. Al igual que otras sociedades de Am\u00e9rica Latina, M\u00e9xico se encuentra amenazado por una recesi\u00f3n autoritaria de escala global que promete desmantelar lo poco o mucho que hemos logrado a ambos lados del Atl\u00e1ntico. Para entender por qu\u00e9 esto es as\u00ed, hay que volver al examen de la realidad: al momento geopol\u00edtico<\/em> de la tercera d\u00e9cada de este siglo.<\/p>\n\n\n\n

La sociedad mexicana tendr\u00e1 que emprender una tarea que hasta ahora ha pospuesto de modo indefinido: impulsar una transici\u00f3n militar que garantice un control civil democr\u00e1tico efectivo y definitivo sobre sus Fuerzas Armadas.<\/p>ALEXIS HERRERA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

Sociedades lejos de la guerra<\/h2>\n\n\n\n

No es posible hablar con rigor de ese momento sin saber de qu\u00e9 se habla realmente. \u201cQue la historia de las instituciones pueda derivar de la historia de las doctrinas no quiere decir que las dos historias deban ser confundidas,\u201d escribi\u00f3 Norberto Bobbio hace ya m\u00e1s de treinta a\u00f1os <\/span>26<\/sup><\/a><\/span><\/span>. Con esto quiso decir que el estudio del Estado debe ser situado en el marco de los procesos hist\u00f3ricos que lo han hecho posible, ello con independencia de los arreglos te\u00f3rico-doctrinales que posteriormente le han dado justificaci\u00f3n o han pretendido explicarlo. Este apunte resulta especialmente \u00fatil para entender que otro tanto puede decirse sobre la relaci\u00f3n entre el espacio y el ejercicio del poder pol\u00edtico: los fen\u00f3menos geopol\u00edticos<\/em> emergen en el marco de la modernidad como parte de un proceso de transformaci\u00f3n en la conducci\u00f3n de lo pol\u00edtico <\/span>27<\/sup><\/a><\/span><\/span> (Die Politik<\/em>) que precedi\u00f3 por varios siglos la configuraci\u00f3n de aquellos saberes y disciplinas que hoy pretenden estudiarlos <\/span>28<\/sup><\/a><\/span><\/span>. As\u00ed, la intuici\u00f3n con relaci\u00f3n a la utilidad de la \u00abgeopol\u00edtica\u00bb<\/a> <\/span>29<\/sup><\/a><\/span><\/span> como un saber pr\u00e1ctico se inscribe en el marco de eso que la tradici\u00f3n de Occidente defini\u00f3 como arte del Estado (statecraft<\/em>) y que hoy llamamos \u00abgran estrategia\u00bb <\/span>30<\/sup><\/a><\/span><\/span> \u2013es decir, ese proceso que permite establecer una clara relaci\u00f3n entre fines y medios al m\u00e1s alto nivel de decisi\u00f3n pol\u00edtica bajo un horizonte de largo plazo\u2013.<\/p>\n\n\n\n

Lo dicho hasta ahora tambi\u00e9n resulta \u00fatil para entender que esta manera de aproximarse a la realidad internacional forma parte de una tradici\u00f3n intelectual que (con la notable excepci\u00f3n de Brasil <\/span>31<\/sup><\/a><\/span><\/span> y algunas otras naciones del Cono Sur) es ajena a la experiencia de la mayor\u00eda de las sociedades latinoamericanas. Ser\u00eda sencillo decir que esta circunstancia explica la relativa indiferencia latinoamericana con relaci\u00f3n al conflicto en Ucrania. No obstante, tal afirmaci\u00f3n carece de sustancia, especialmente cuando se considera que Am\u00e9rica Latina <\/span>32<\/sup><\/a><\/span><\/span> es desde hace tiempo una arena de disputa entre Rusia y aquellas otras sociedades que se han pronunciado abiertamente a favor de la causa ucraniana.<\/p>\n\n\n\n

Am\u00e9rica Latina es desde hace tiempo una arena de disputa entre Rusia y aquellas otras sociedades que se han pronunciado abiertamente a favor de la causa ucraniana.<\/p>ALEXIS HERRERA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

En realidad, la tesis de que el conflicto armado librado en Ucrania es una guerra por delegaci\u00f3n<\/em> (es decir, una guerra librada por Occidente en contra de Rusia <\/span>33<\/sup><\/a><\/span><\/span>) ha sido difundida en Am\u00e9rica Latina en el marco de una campa\u00f1a de desinformaci\u00f3n <\/span>34<\/sup><\/a><\/span><\/span> cultivada con especial cuidado por los servicios de inteligencia de la Federaci\u00f3n Rusa. El planteamiento omite un hecho central: la decisi\u00f3n de invadir el territorio de una naci\u00f3n soberana como Ucrania descansa exclusivamente en las manos del presidente Vladimir Putin, quien desde un principio sostuvo que la ofensiva lanzada en contra de Ucrania es apenas una operaci\u00f3n militar especial<\/em><\/a> (\u0441\u043f\u0435\u0446\u0438\u0430\u043b\u044c\u043d\u043e\u0439 \u0432\u043e\u0435\u043d\u043d\u043e\u0439 \u043e\u043f\u0435\u0440\u0430\u0446\u0438\u0438) <\/span>35<\/sup><\/a><\/span><\/span>. Una operaci\u00f3n militar que en realidad pronto abandon\u00f3 la modalidad de la guerra sin contacto <\/span>36<\/sup><\/a><\/span><\/span> para convertirse en una guerra industrial<\/a> <\/span>37<\/sup><\/a><\/span><\/span> de nuevo cu\u00f1o, librada con una combinaci\u00f3n de medios convencionales y recursos tecnol\u00f3gicos de \u00faltima generaci\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n

\n \n \t\r\n\t\t\t\t\t\r\n\t\t\t\t\t\r\n\t\t\t\t\t\r\n\t\t\t\t\r\n\t<\/picture>\r\n \n
Miembros de las fuerzas armadas mexicanas gritan su grito de guerra antes del inicio del desfile militar del D\u00eda de la Independencia en la plaza principal de la capital, el Z\u00f3calo, en Ciudad de M\u00e9xico el s\u00e1bado 16 de septiembre de 2023. \u00a9 AP Foto\/Fernando Llano<\/figcaption>\n <\/a>\n<\/figure>\n\n\n\n\n

Se olvida as\u00ed que toda guerra es siempre un duelo entre comunidades pol\u00edticas a gran escala: una prueba de fuerza alimentada por la voluntad pol\u00edtica de las sociedades en pugna. De ah\u00ed que Balibar se\u00f1ale que esta guerra es una lucha existencial para el pueblo ucraniano \u2013especialmente en la medida que esto revela la agencia pol\u00edtica de los ucranianos como un fen\u00f3meno que tom\u00f3 por sorpresa al mundo\u2013. En todo caso, se trata de un conflicto que parece anunciar un nuevo momento en la historia del presente. Un momento que, en palabras de los estudiosos del Centro de Gran Estrategia <\/span>38<\/sup><\/a><\/span><\/span> de King\u2019s College London, ha generado \u201cconsecuencias en cascada que apenas estamos empezando a comprender\u201d. De hecho, su sombra se extiende ya sobre esa otra porci\u00f3n del mundo que es escenario de una disputa geopol\u00edtica especialmente compleja: el Indo-Pac\u00edfico.<\/p>\n\n\n\n

C\u00f3mo Putin armamentiza el concepto de \u00abSur Global\u00bb<\/h2>\n\n\n\n

En 1949, cuando la Guerra Fr\u00eda apenas cobraba forma, el pensador mexicano Daniel Cos\u00edo Villegas <\/span>39<\/sup><\/a><\/span><\/span> plante\u00f3 una pregunta \u2014\u00bfqu\u00e9 podemos esperar de la Rusia sovi\u00e9tica en Am\u00e9rica Latina?\u2014 a la que vale la pena volver en el presente <\/span>40<\/sup><\/a><\/span><\/span>. Para los latinoamericanos que se hicieron esa pregunta en el medio d\u00eda del siglo pasado la respuesta guard\u00f3 relaci\u00f3n con una expectativa sobre el socialismo real que antes hab\u00eda sido proyectada sobre Inglaterra, Francia y Estados Unidos: la posibilidad de ofrecer un modelo para la reforma de nuestras sociedades y una ruta\u00a0 para marchar hacia el progreso <\/span>41<\/sup><\/a><\/span><\/span>. En el presente no es posible repetir una afirmaci\u00f3n semejante: el totalitarismo de nuevo cu\u00f1o que ha prosperado en la Rusia de Putin desde el inicio de este siglo nada puede ofrecerle a las sociedades de Am\u00e9rica Latina. La Federaci\u00f3n Rusa no es hoy una sociedad de derechos, sino una distop\u00eda que amenaza con destruir los fundamentos de su propia cultura<\/a>.<\/p>\n\n\n\n

En 1949, cuando la Guerra Fr\u00eda apenas cobraba forma, el pensador mexicano Daniel Cos\u00edo Villegas plante\u00f3 una pregunta \u2014\u00bfqu\u00e9 podemos esperar de la Rusia sovi\u00e9tica en Am\u00e9rica Latina?\u2014 a la que vale la pena volver en el presente.<\/p>ALEXIS HERRERA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

Se trata, por lo dem\u00e1s, de un proyecto hegem\u00f3nico destinado al fracaso no s\u00f3lo en virtud de sus contradicciones internas sino, fundamentalmente, debido a que su apuesta en t\u00e9rminos gran-estrat\u00e9gicos tambi\u00e9n resulta equivocada: la pretensi\u00f3n de recurrir a la guerra para redefinir por la fuerza las fronteras de Europa<\/a> es una vuelta al pasado que ninguna sociedad democr\u00e1tica puede o deba apoyar. Por lo dem\u00e1s, es evidente que la pretensi\u00f3n de comportarse como una gran potencia escapa a las capacidades de Rusia en el largo plazo. Sometida a las contradicciones internas que genera toda guerra de desgaste, la sociedad rusa<\/a> ha pagado un alto costo en t\u00e9rminos humanos, materiales y morales al secundar la aventura imperial de sus dirigentes. Para dar sustento a esa aventura, el r\u00e9gimen encabezado por Vladimir Putin no ha dudado en recurrir al concurso de otras naciones apelando a la causa del \u00abSur Global<\/a>\u00bb.<\/p>\n\n\n\n

Desafortunadamente, quien hoy dice Sur Global en realidad quiere enga\u00f1ar: el ejemplo de aquellas naciones que se presentan como parte de ese colectivo pocas veces responde a la idea de sociedades progresistas en proceso de construcci\u00f3n. No se equivoca Bruno Tertrais<\/a> cuando afirma que se trata de una categor\u00eda que encubre l\u00edneas de fractura profundas entre sociedades con intereses no siempre coincidentes. Y sin embargo, concluye el polit\u00f3logo franc\u00e9s, \u201csu uso crea un hecho social que construye distinciones artificiales\u201d. As\u00ed, el mosaico de una realidad global mucho m\u00e1s compleja pretende ser desdibujado mediante el uso de un t\u00e9rmino que la propaganda rusa ha movilizado deliberadamente para crear corrientes de opini\u00f3n favorables a su causa <\/span>42<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/p>\n\n\n\n

En su esfuerzo por extender los alcances de su confrontaci\u00f3n con Occidente, los dirigentes de la Federaci\u00f3n Rusa han recurrido a esa expresi\u00f3n para cultivar la impresi\u00f3n de que est\u00e1 en marcha una insurgencia de alcance global en contra de las sociedades del mundo atl\u00e1ntico. Al amparo de un amplio ejercicio de comunicaci\u00f3n estrat\u00e9gica <\/span>43<\/sup><\/a><\/span><\/span>, sus servicios de inteligencia promueven esta idea <\/span>44<\/sup><\/a><\/span><\/span> que, en Am\u00e9rica Latina como en tantos otros lugares, se ha puesto sus esperanzas en un proceso emancipatorio fundado en el equ\u00edvoco de una guerra de conquista.<\/p>\n\n\n\n

El mosaico de una realidad global mucho m\u00e1s compleja pretende ser desdibujado mediante el uso del t\u00e9rmino \u201cSur Global\u201d que la propaganda rusa ha movilizado deliberadamente para crear corrientes de opini\u00f3n favorables a su causa.<\/p>ALEXIS HERRERA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

Sea como sea, el llamado a hacer eco de una insurgencia global contra Occidente no es ya inconsecuente. El inicio de la guerra de Sucot<\/a> demuestra que la acci\u00f3n de Rusia en Medio Oriente tiene el potencial de desestabilizar a la regi\u00f3n en su conjunto. <\/p>\n\n\n\n

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Miembros de las fuerzas armadas esperan el inicio del desfile militar anual del D\u00eda de la Independencia en la plaza principal de la capital, el Z\u00f3calo, en la Ciudad de M\u00e9xico, el s\u00e1bado 16 de septiembre de 2023. \u00a9 AP Foto\/Fernando Llano<\/figcaption>\n <\/a>\n<\/figure>\n\n\n\n\n

Aunque resulta dif\u00edcil estimar cu\u00e1l fue el papel que jug\u00f3 inicialmente el r\u00e9gimen de Putin <\/span>45<\/sup><\/a><\/span><\/span> en el asalto lanzado por Hamas en contra del Estado de Israel, lo cierto es que Ir\u00e1n \u2014su aliado m\u00e1s firme en la regi\u00f3n\u2014 es un protagonista central del nuevo conflicto. Al momento de escribirse estas l\u00edneas la ofensiva que Israel ha lanzado sobre la franja de Gaza abre las puertas a la posibilidad de que estalle un conflicto regional con un desenlace dif\u00edcil de predecir.\u00a0<\/p>\n\n\n\n

La estela de este nuevo escenario de conflicto no debe ser desestimada. Lo que sucedi\u00f3 en Israel a partir de la segunda semana de octubre de 2023 hizo saltar por los aires el consenso que la opini\u00f3n p\u00fablica de Occidente hab\u00eda alcanzado con relaci\u00f3n a la necesidad de seguir respaldando el esfuerzo de guerra ucraniano en una perspectiva de largo aliento. De ah\u00ed que la demanda presentada por Sud\u00e1frica ante la Corte Internacional de Justicia<\/a> no resulte inconsecuente: al sostener que Israel puede estar cometiendo actos genocidas en Gaza, Sud\u00e1frica abri\u00f3 en diciembre del a\u00f1o pasado un nuevo frente en la disputa por la hegemon\u00eda global: el del lawfare<\/em> <\/span>46<\/sup><\/a><\/span><\/span>. \u201cDebemos demostrar con nuestras palabras y hechos que esa acusaci\u00f3n es falsa\u201d, apunt\u00f3 en noviembre del a\u00f1o pasado Josep Borrell<\/a> al considerar la posibilidad de que Europa recurra a un doble est\u00e1ndar al referirse a Ucrania e Israel. Vindicar el derecho a la leg\u00edtima defensa no exime a quien lo esgrime de prestar atenci\u00f3n a las exigencias del derecho internacional humanitario sobre el terreno. Precisamente, eso es lo que debe distinguirnos de los criminales de guerra rusos.<\/p>\n\n\n\n

No obstante, el gobierno de unidad nacional encabezado por Benjamin Netanyahu no ha moderado su posici\u00f3n en los \u00faltimos meses. Al convertirse en una tragedia humanitaria de grandes proporciones, la ofensiva de Israel en Gaza le ha regalado a Rusia una victoria inmediata en la disputa por la corte de la opini\u00f3n p\u00fablica internacional: demostrar que el contrainsurgente ha obrado con desproporci\u00f3n frente a una insurgencia que nunca dud\u00f3 en usar a la poblaci\u00f3n civil de Palestina para alcanzar sus prop\u00f3sitos. Se\u00f1ores de horca y cuchillo, los dirigentes de Hamas saben que el sufrimiento de los gazat\u00edes ser\u00e1 capitalizado a favor de su causa. La Rusia de Putin no es menos consciente de este hecho.<\/p>\n\n\n\n

Los dirigentes de Hamas saben que el sufrimiento de los gazat\u00edes ser\u00e1 capitalizado a favor de su causa. La Rusia de Putin no es menos consciente de este hecho.<\/p>ALEXIS HERRERA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

Por qu\u00e9 Am\u00e9rica Latina apoya a Putin<\/h2>\n\n\n\n

Signo de los tiempos que corren, la admiraci\u00f3n por los hombres fuertes se encuentra al alza en Am\u00e9rica Latina. No faltan los mandatarios que han declarado su simpat\u00eda abierta o velada por el r\u00e9gimen de Vladimir Putin. Muchos de ellos cultivan una dependencia de nuevo cu\u00f1o frente a hegemon\u00edas globales en ascenso como China, mientras que otros son la cabeza de experimentos iliberales que pretenden cerrarse al mundo. As\u00ed sucede, por cierto, entre las autocracias que han encarcelado a algunas de las sociedades de Centroam\u00e9rica y el Gran Caribe, pero tambi\u00e9n en el M\u00e9xico del Presidente L\u00f3pez Obrador <\/span>47<\/sup><\/a><\/span><\/span>, mandatario que aspira a consolidar una nueva hegemon\u00eda pol\u00edtica que s\u00f3lo nominalmente <\/span>48<\/sup><\/a><\/span><\/span> se encuentra a la izquierda del espectro pol\u00edtico.\u00a0<\/p>\n\n\n\n

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