{"id":27718,"date":"2023-12-26T11:30:00","date_gmt":"2023-12-26T10:30:00","guid":{"rendered":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/?p=27718"},"modified":"2023-12-26T20:37:24","modified_gmt":"2023-12-26T19:37:24","slug":"rusia-la-moral-de-vladimir-putin","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2023\/12\/26\/rusia-la-moral-de-vladimir-putin\/","title":{"rendered":"Rusia: la moral de Vladimir Putin"},"content":{"rendered":"\n

En la Rusia actual, la noci\u00f3n de \u00abvalores tradicionales\u00bb es una de las construcciones ret\u00f3ricas m\u00e1s firmemente establecidas del r\u00e9gimen <\/span>1<\/sup><\/a><\/span><\/span>. Su aparici\u00f3n en discursos del presidente Vladimir Putin, el patriarca Kirill<\/a> y miembros de la Duma, mucho antes de que comenzara la invasi\u00f3n de Ucrania, marc\u00f3 sin duda un giro conservador en la pol\u00edtica rusa <\/span>2<\/sup><\/a><\/span><\/span>. Ahora prospera en todas las producciones gubernamentales, decretos oficiales y materiales de propaganda. Los significados que realmente transmite se han ido refinando con el tiempo, a medida que ha ido adquiriendo nuevos alcances y connotaciones. Sean cuales sean las variaciones, la creciente popularidad de esta figura ret\u00f3rica en el mundo de los portavoces del r\u00e9gimen apunta al acuerdo colectivo de que el rumbo a seguir es el de la tradici\u00f3n y la identidad. <\/p>\n\n\n\n

Sin embargo, el tema de los \u00abvalores tradicionales\u00bb ya no se limita al discurso pol\u00edtico interno; ahora forma parte integrante de la comunicaci\u00f3n internacional del r\u00e9gimen. Vladimir Putin no pierde ocasi\u00f3n de evocar las tradiciones anta\u00f1o cultivadas en el continente europeo, para deplorar mejor su derrumbe bajo los golpes del hegem\u00f3n estadounidense, \u00e1vido de dominaci\u00f3n mundial. Seg\u00fan esta lectura, el \u00abOccidente colectivo\u00bb ha resuelto ahora imponer su visi\u00f3n del mundo a los Estados que anta\u00f1o estaban cerca de Rusia, o incluso se consideraban sus aliados<\/a>. Rusia, por su parte, no tiene otra ambici\u00f3n que resistirse a esas injerencias extranjeras y preservar, cueste lo que cueste, los cimientos de sus valores y tradiciones.<\/p>\n\n\n\n

Para el r\u00e9gimen ruso, el rumbo a seguir es el de la tradici\u00f3n y la identidad. <\/p>MARINA SIMAKOVA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

En los escritos que tratan de descifrar estos \u00abvalores tradicionales\u00bb, aparecen a veces como una construcci\u00f3n estrat\u00e9gica para manipular a las masas, de naturaleza estrictamente t\u00e9cnica, y a veces como un concepto genuinamente sustancial, s\u00edntoma de una orientaci\u00f3n pol\u00edtica conservadora hacia la familia, la sexualidad y cuestiones sociales similares. Ambas perspectivas son v\u00e1lidas: cada una simplemente acent\u00faa uno u otro aspecto de la misma din\u00e1mica. De hecho, bur\u00f3cratas y propagandistas se han abalanzado sobre la expresi\u00f3n \u00abvalores tradicionales\u00bb, explot\u00e1ndola como una mercanc\u00eda barata; se han apoderado de ella y la han respaldado sin ponerse de acuerdo previamente sobre su contenido. Sin embargo, esta incoherencia no debe llevarnos a negar la influencia real y creciente, sobre todo desde 2011, que el gobierno pretende ejercer en materia de educaci\u00f3n cultural y moral -m\u00e1s incluso que de protecci\u00f3n social- en la vida de los ciudadanos rusos.<\/p>\n\n\n\n

Por parte de Vladimir Putin, la \u00faltima novedad fue la firma del Ukase sobre los Valores Tradicionales <\/em>en noviembre de 2022, con el tel\u00f3n de fondo de los combates m\u00e1s encarnizados en Ucrania. Seg\u00fan el texto, que defini\u00f3 por fin los contornos de los valores tradicionales, \u00e9stos son de naturaleza \u00e9tica y moral. Corresponden a un impresionante conjunto de preceptos inconexos: la vida y la dignidad, los derechos individuales y la libertad, el patriotismo, el civismo y el servicio a la patria, el trabajo como pr\u00e1ctica constructiva, la responsabilidad del propio destino y la adopci\u00f3n de elevados ideales morales, la solidez de la familia y la prioridad de lo espiritual sobre lo material, pero tambi\u00e9n el humanismo y la caridad, el sentido de la justicia y el esp\u00edritu de lo colectivo, la ayuda mutua y el respeto rec\u00edproco, la memoria hist\u00f3rica, la continuidad generacional y, por \u00faltimo, la unidad de los pueblos de Rusia.<\/p>\n\n\n\n

Tal y como se presentan, estos valores pueden remontarse a las fuentes mismas del cristianismo, el islam, el budismo, el juda\u00edsmo y otras religiones que anta\u00f1o se profesaban en territorio ruso, refiri\u00e9ndose a este origen com\u00fan como el principio de su unidad. A los ojos de las autoridades rusas, el sustrato mismo de los valores propios de estas religiones habr\u00eda permanecido fundamentalmente id\u00e9ntico, sin cambios, cualesquiera que fuesen las disensiones sobre ellos a lo largo de la historia, en particular en materia doctrinal. Estos valores habr\u00edan conservado as\u00ed su significado y su fuerza a trav\u00e9s de los siglos y las olas de secularizaci\u00f3n, permaneciendo como un legado compartido por creyentes y no creyentes. Ser\u00edan, por tanto, el m\u00e1s preciado de los patrimonios, en la base de la sociedad y de la soberan\u00eda del Estado, que hoy deben preservarse a toda costa de cualquier influencia da\u00f1ina.<\/p>\n\n\n\n

Esta desconcertante construcci\u00f3n confirma que los \u00abvalores tradicionales\u00bb son algo m\u00e1s que un clich\u00e9 revestido de significado pol\u00edtico: son un aut\u00e9ntico ideologema. No son la clave de la organizaci\u00f3n pol\u00edtica del Estado ruso, ni de ning\u00fan \u00abestilo\u00bb de gobierno, ni mucho menos una herramienta de an\u00e1lisis. No obstante, se trata de un verdadero magma de representaciones, dotado de su propia l\u00f3gica, a pesar de los aspectos aberrantes o contradictorios que puedan detectarse. Adem\u00e1s, los \u00abvalores tradicionales\u00bb forman parte integrante de la identidad del r\u00e9gimen, cristalizada en la afirmaci\u00f3n de la \u00absoberan\u00eda cultural\u00bb rusa <\/span>3<\/sup><\/a><\/span><\/span>. Si bien hace poco era posible leerlos como la en\u00e9sima moda de los conservadores en el poder, desde la invasi\u00f3n de Ucrania ha quedado demasiado claro que su significado pol\u00edtico est\u00e1 ahora en pleno juego. Su objetivo no es otro que sustituir las l\u00f3gicas existentes de discusi\u00f3n pol\u00edtica por una cosmovisi\u00f3n totalizadora e incondicional. Al promover una moral casi religiosa, esta construcci\u00f3n anticip\u00f3 la agresiva propaganda de guerra actual, que apela a los sentimientos morales de los rusos para liberar a Ucrania de la depravaci\u00f3n occidental y de la perversi\u00f3n nazi. Por tanto, es a\u00fan m\u00e1s urgente remontarse a los or\u00edgenes de esta representaci\u00f3n, rastrear su prehistoria pol\u00edtica, averiguar c\u00f3mo lleg\u00f3 a convertirse en uno de los pilares ideol\u00f3gicos del r\u00e9gimen y, por \u00faltimo, qu\u00e9 revela sobre las relaciones con la religi\u00f3n en un Estado laico.<\/p>\n\n\n\n

\u00c9tica religiosa frente a derechos humanos<\/strong><\/h2>\n\n\n\n

Los primeros ejemplos de esta expresi\u00f3n se remontan a los escritos del arzobispo metropolitano Kirill, patriarca de Mosc\u00fa y de toda Rusia desde 2009 <\/span>4<\/sup><\/a><\/span><\/span>. Diez a\u00f1os antes, public\u00f3 un amplio art\u00edculo en el que discut\u00eda el liberalismo, el tradicionalismo y las normas morales en Europa. En \u00e9l, se asignaba a Occidente y Oriente una tarea pol\u00edtica com\u00fan: fusionar los \u00abvalores neoliberales\u00bb -la expansi\u00f3n global de los derechos humanos y las libertades asociadas- con la cosmovisi\u00f3n tradicionalista, comprometida con la preservaci\u00f3n de las identidades culturales y religiosas que definen a una comunidad. Consciente de todas las dificultades que entra\u00f1a armonizar estos \u00abimperativos tan divergentes\u00bb, Kirill concluy\u00f3 que \u00e9ste era el principal \u00abdesaf\u00edo de la era poscomunista\u00bb. Si este desaf\u00edo quedaba sin respuesta, el mundo descender\u00eda inevitablemente a una espiral de conflictos insolubles.<\/p>\n\n\n\n

Los primeros ejemplos de esta expresi\u00f3n se remontan a los escritos del arzobispo metropolitano Kirill.<\/p>MARINA SIMAKOVA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

Aprovech\u00f3 la oportunidad para lanzar una mirada cr\u00edtica, aunque no sin moderaci\u00f3n, sobre la idea misma de los derechos humanos como \u00abnorma liberal\u00bb promovida por las organizaciones internacionales. Admiti\u00f3 que el respeto de los derechos de cada individuo es un principio perfectamente apropiado en el contexto de las relaciones entre Estados. Por otra parte, el metropolitano Kirill ve\u00eda surgir una dificultad cuando la \u00abnorma liberal\u00bb pretend\u00eda convertirse en un principio indiscutible para regular la existencia colectiva, incluso dentro de pa\u00edses cuyas tradiciones culturales, espirituales y religiosas diverg\u00edan de esta norma que, por otra parte, no hab\u00edan contribuido en absoluto a formalizar. En el lenguaje contempor\u00e1neo del poder ruso, hablar\u00edamos ahora de un \u00abataque a la soberan\u00eda\u201d cultural, espiritual y religiosa. Seg\u00fan Kirill, este problema se agudiza cada vez m\u00e1s a medida que las fronteras de la Uni\u00f3n Europea se expanden y se desplazan hacia el oeste <\/span>5<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/p>\n\n\n\n

As\u00ed, \u00aben t\u00e9rminos de valores\u00bb, el ideal liberal, basado en la generalizaci\u00f3n de los derechos humanos, parece incompatible con las \u00aborientaciones culturales y religiosas nacionales\u00bb de toda una serie de pa\u00edses. Hab\u00eda que ofrecer al mundo una alternativa, y aqu\u00ed, a ojos de Kirill, resid\u00eda la gran tarea de Rusia, e incluso su \u00abdeber moral\u00bb. Teoc\u00e9ntrica hasta la m\u00e9dula, hasta lo m\u00e1s profundo de su tradici\u00f3n espiritual, no pod\u00eda aceptar incondicionalmente el humanismo antropoc\u00e9ntrico en el coraz\u00f3n de la norma liberal. Por el contrario, a Rusia le correspond\u00eda defender la variedad cultural del mundo, manteniendo al mismo tiempo un di\u00e1logo con el continente europeo y sus tradiciones seculares de diversidad. <\/p>\n\n\n\n

El art\u00edculo no ocultaba la identidad de sus adversarios: por un lado, Estados Unidos y todos los Estados dispuestos a plegarse a sus fantas\u00edas de poder; por otro, los revolucionarios y comunistas que, en su tiempo, se hab\u00edan esforzado por reinterpretar y reafirmar a su manera el antropocentrismo occidental, siguiendo el ejemplo, en particular, de M\u00e1ximo Gorki. No es casualidad que el metropolitano Kirill justificara m\u00e1s tarde el deber de Rusia de salvar a Europa de su previsible degeneraci\u00f3n moral recordando el socialismo sovi\u00e9tico, \u00abun experimento \u00fanico de creaci\u00f3n de una sociedad sin Dios\u00bb. Imp\u00eda, inmoral, Europa se habr\u00eda convertido en ello s\u00f3lo bajo la influencia de Estados Unidos: de ah\u00ed, seg\u00fan el arzobispo metropolitano, la obligaci\u00f3n de Rusia de ofrecer al mundo su iluminaci\u00f3n y sus advertencias.<\/p>\n\n\n\n

Kirill desarroll\u00f3 sus tesis en una serie de discursos y escritos posteriores, adorn\u00e1ndolos con un interminable estribillo sobre la importancia de la moral tradicional. El punto \u00e1lgido de su actividad creativa se produjo poco antes de su acceso al patriarcado. En 2006, el Consejo Mundial del Pueblo Ruso, hablando en nombre de la Iglesia Ortodoxa Rusa y de \u00abtoda la aut\u00e9ntica civilizaci\u00f3n rusa\u00bb, adopt\u00f3 la Declaraci\u00f3n de los Derechos Humanos y la Dignidad<\/em>, inspirada en gran medida por Kirill. Tras pasar revista a un cierto n\u00famero de valores -desde la fe al patriotismo, pasando por el sentido moral- que ning\u00fan \u00abderecho humano\u00bb puede justificar que se descuiden, esta declaraci\u00f3n subrayaba el peligro de autorizar, en nombre de la ley, comportamientos que \u00abla moral tradicional y todas las religiones hist\u00f3ricas\u00bb condenan con una sola voz.<\/p>\n\n\n\n

Imp\u00eda, inmoral, Europa se habr\u00eda convertido en ello s\u00f3lo bajo la influencia de Estados Unidos.<\/p>MARINA SIMAKOVA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

Kirill tambi\u00e9n particip\u00f3 activamente en la culminaci\u00f3n de los Principios de la Ense\u00f1anza de la Iglesia Ortodoxa Rusa sobre la Dignidad, la Libertad y los Derechos Humanos<\/em>. En este documento de la Iglesia Ortodoxa Rusa, que present\u00f3 y coment\u00f3 p\u00fablicamente en 2008, los valores, los intereses del Estado, la moral tradicional y la soberan\u00eda cultural aparec\u00edan ya como realidades inextricablemente unidas, todas ellas igualmente victimizadas por el progreso desmesurado, inmoral y profano de los derechos humanos. La declaraci\u00f3n afirmaba as\u00ed: \u00abLos derechos humanos individuales no pueden oponerse a los valores e intereses de la Patria, de la comunidad y de la familia. El ejercicio de los derechos humanos no puede legitimar ning\u00fan atentado contra las cosas sagradas, los valores culturales o la identidad nacional\u00bb.<\/p>\n\n\n\n

\n \n \t\r\n\t\t\t\t\t\r\n\t\t\t\t\t\r\n\t\t\t\t\t\r\n\t\t\t\t\r\n\t<\/picture>\r\n \n
El 7 de enero de 2023, Vladimir Putin celebra la Navidad en la Catedral de la Anunciaci\u00f3n del Kremlin. \u00a9 Mikhail Klimentyev\/Presi ruso\/SIPA<\/figcaption>\n <\/a>\n<\/figure>\n\n\n\n\n

A partir de ese mismo a\u00f1o, 2008, los \u00abvalores tradicionales\u00bb empezaron a figurar cada vez con m\u00e1s frecuencia entre los temas de las reuniones oficiales, cumbres, discursos y comunicados de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Fue entonces, y a trav\u00e9s de los escritos de Kirill, cuando se les dio un alcance verdaderamente propagand\u00edstico. Kirill estaba convencido de que esos valores, unidos por su g\u00e9nesis com\u00fan, desempe\u00f1aban un papel fundamental en el proceso de reafirmaci\u00f3n de la religi\u00f3n en el mundo moderno, es decir, en el proceso pol\u00edtico de desecularizaci\u00f3n <\/span>6<\/sup><\/a><\/span><\/span>. El primer programa sociopol\u00edtico elaborado por la Iglesia Ortodoxa Rusa, los Principios de Concepci\u00f3n Social<\/em>, redactados entre 1994 y 2000, defin\u00edan los axiomas y objetivos de la Iglesia, as\u00ed como su estrategia pol\u00edtica y sus relaciones con el Estado. Uno de los rasgos notables de su actividad pol\u00edtica en aquella \u00e9poca fue su hiperecumenismo, es decir, su apertura a otras confesiones y religiones, que se plasm\u00f3 menos en un di\u00e1logo interconfesional e interreligioso que en una b\u00fasqueda constante de apoyo de otras instituciones religiosas, consideradas como otros tantos aliados pol\u00edticos. Aqu\u00ed pueden identificarse tres tendencias principales: llamados directos a la cooperaci\u00f3n; un esfuerzo ret\u00f3rico por sustituir las palabras \u00abreligioso\u00bb y \u00abcreyente\u00bb por \u00abortodoxo\u00bb (e incluso \u00abcristiano\u00bb); y un alejamiento de la teolog\u00eda propiamente dicha en favor de la \u00e9tica tradicional, que Kirill considera en la encrucijada de todas las religiones. En el mundo moderno, afirm\u00f3, no es raro que un creyente ortodoxo se sienta m\u00e1s cercano a un musulm\u00e1n que a un s\u00fabdito occidental perfectamente secularizado, incapaz de distinguir el bien del mal. Esto explica la l\u00f3gica interna del Ukase sobre los Valores Tradicionales<\/em>: se dice que estos valores son comunes a todos los rusos, porque est\u00e1n arraigados en todas las religiones m\u00e1s extendidas del pa\u00eds, a pesar de sus diferencias internas. <\/p>\n\n\n\n

En el mundo moderno, afirmaba Kirill, no es raro que un creyente ortodoxo se sienta m\u00e1s cercano a un musulm\u00e1n que a un s\u00fabdito occidental perfectamente secularizado, incapaz de distinguir el bien del mal.<\/p>MARINA SIMAKOVA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

Esta fachada hiperecum\u00e9nica presupon\u00eda, sin embargo, la existencia de un hegem\u00f3n. Naturalmente, fue a la Iglesia Ortodoxa Rusa a la que se asign\u00f3 el papel de liderar y unificar la cooperaci\u00f3n sociopol\u00edtica de las religiones. Esta estrategia puede compararse con la que, en la Rusia actual, consiste en erigir el \u00abmundo ruso\u00bb en clave de la cuesti\u00f3n nacional, asignando a la cultura y la lengua rusas el papel de unificadoras de las culturas de los pueblos del pa\u00eds. De este modo, la idea de una \u00e9tica interreligiosa aparece, en \u00faltima instancia, defendida sobre todo por los representantes institucionales de una confesi\u00f3n concreta: la ortodoxia. Uno de los instrumentos de este pluralismo religioso bajo la bandera de la Iglesia Ortodoxa Rusa fue el Consejo Interreligioso fundado en 1998 por iniciativa de Kirill, que sigue presidiendo en la actualidad. Un episodio notable tuvo lugar en la primavera de 2008, cuando el Consejo Interreligioso envi\u00f3 una carta al Comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Thomas Hammarberg, inst\u00e1ndolo a no apoyar el acto del orgullo gay que unos activistas planeaban organizar en Mosc\u00fa. El argumento del Consejo se basaba en la idea de que la inmensa mayor\u00eda de la sociedad rusa no reconoc\u00eda la homosexualidad como una norma. En la ra\u00edz de esta inusual unanimidad, el Consejo situaba precisamente \u00ablas concepciones morales de las religiones tradicionales de Rusia, cuyos or\u00edgenes se remontan a los albores de los tiempos\u00bb, las mismas representaciones que pronto se llamar\u00edan \u00abvalores tradicionales\u00bb.<\/p>\n\n\n\n

[Leer m\u00e1s: descubre nuestra serie \u00abLa Rusia del despu\u00e9s\u00bb de Putin<\/a>]<\/strong><\/em><\/p>\n\n\n\n

Los favores familiares frente a la inmoralidad<\/strong><\/h2>\n\n\n\n

Los \u00abvalores tradicionales\u00bb entraron en la ret\u00f3rica oficial de las autoridades laicas en el contexto de los debates sobre los valores familiares. El tema de la familia se convirti\u00f3 muy pronto en una de las principales preocupaciones del gobierno, en la \u00e9poca en que Kirill trataba de terminar los textos program\u00e1ticos de la Iglesia. Desde mediados de los a\u00f1os noventa, Vladimir Putin se bas\u00f3 en los escritos de Solzhenitsyn para apoyar la necesidad de \u00abpreservar al pueblo\u00bb (es decir, proteger a la familia como instituci\u00f3n tradicionalmente vinculada a las funciones de reproducci\u00f3n social), al tiempo que llamaba la atenci\u00f3n sobre las cuestiones relacionadas con la infancia y la maternidad. La pol\u00edtica demogr\u00e1fica adopt\u00f3 as\u00ed un giro claramente pronatalista, alimentado por una serie de directivas que promov\u00edan el respeto de la instituci\u00f3n familiar. En 2007-2008, se elabor\u00f3 un nuevo Libro Blanco sobre Pol\u00edtica P\u00fablica en Materia de Educaci\u00f3n Espiritual y Moral de los Ni\u00f1os<\/em>, con aportaciones de varios expertos, entre ellos representantes de la Iglesia Ortodoxa Rusa. En \u00e9l se afirmaba que la moralidad de los ni\u00f1os, m\u00e1s all\u00e1 de cualquier forma de control gubernamental, estaba siendo influenciada negativamente por fuentes de informaci\u00f3n que pod\u00edan \u00abdisolver los valores morales tradicionales de los pueblos de Rusia\u00bb. El texto ve\u00eda en ello una amenaza real para la seguridad del Estado y desarrollaba una compleja combinaci\u00f3n ret\u00f3rica, bastante t\u00edpica de la prosa oficial, articulando de diversas maneras las palabras \u00abmoral\u00bb, \u00abtradicional\u00bb, \u00abvalores\u00bb y \u00abfamilia\u00bb.<\/p>\n\n\n\n

Cualquiera que fuera esta combinaci\u00f3n, los \u00abvalores tradicionales\u00bb se convirtieron en el fundamento de toda la educaci\u00f3n de los ni\u00f1os y la protecci\u00f3n de sus intereses. El origen religioso de estos valores no estaba en el centro del debate, aparte de una referencia a la necesidad de cooperar con organizaciones de religiones \u00abtradicionales\u00bb (o \u00abhist\u00f3ricamente representadas\u00bb en Rusia) en el \u00e1mbito de la protecci\u00f3n de la infancia. Al mismo tiempo, sin embargo, un discurso de Dimitri Medv\u00e9dev apuntaba claramente en esta direcci\u00f3n: \u00abHemos cerrado 80 a\u00f1os de la historia m\u00e1s oscura, durante los cuales todos los suced\u00e1neos de la moral han sido incapaces de generar algo que sustituyera a la fe y la moral, que est\u00e1n en gran medida vinculadas a la religi\u00f3n. […] En este campo, todo invento es algo artificial\u00bb. Es m\u00e1s, este discurso de 2007 ya apuntaba a los restos de una religi\u00f3n (no especificada) como fuente de una moral eterna y org\u00e1nicamente formada: en esencia, trataba de naturalizar la cultura para dar a la moral una base natural, en l\u00ednea con la estrategia ideol\u00f3gica general del Kremlin, que Putin mismo utilizar\u00eda m\u00e1s tarde.<\/p>\n\n\n\n

No es de extra\u00f1ar, pues, que 2008 haya sido declarado \u00abA\u00f1o de la Familia\u00bb y que el 28 de junio, festivo en 2022, haya sido declarado \u00abD\u00eda de la Familia, el Amor y la Fidelidad\u00bb. Bajo el patrocinio de la primera dama, Svetlana Medv\u00e9deva, las celebraciones tuvieron lugar en varias ciudades del pa\u00eds. El \u00abD\u00eda de la Familia\u00bb recibi\u00f3 su s\u00edmbolo: los pr\u00edncipes Pedro y Febronia de M\u00farom, canonizados en el siglo XVI. El decreto presidencial por el que se aprobaba la instauraci\u00f3n del \u00abA\u00f1o de la Familia\u00bb y los actos asociados subrayaba la necesidad de reforzar los \u00abvalores familiares fundamentales\u00bb. Aunque no se explicitaban en ninguna parte, la familia empez\u00f3 a promoverse como una uni\u00f3n s\u00f3lidamente establecida entre adultos de distinto sexo, con uno o m\u00e1s hijos. Este modelo de familia se convirti\u00f3 as\u00ed en un emblema de la tradici\u00f3n, con exclusi\u00f3n de cualquier otro tipo de relaci\u00f3n sexual o de pareja. Obviamente, cualquier forma de familia o uni\u00f3n podr\u00eda, en teor\u00eda, ser \u00abtradicional\u00bb. Sin embargo, fue efectivamente la pareja heterosexual con hijos la que se estableci\u00f3 gradualmente como la base sustancial de la moral rusa, la portadora de sus valores y el medio para su transmisi\u00f3n. Esta visi\u00f3n conservadora de las relaciones familiares iba a reforzarse con el tiempo, extendi\u00e9ndose m\u00e1s all\u00e1 de la organizaci\u00f3n de la vida familiar. <\/p>\n\n\n\n

En el Libro Blanco sobre la Pol\u00edtica P\u00fablica de la Familia<\/em>, adoptado en 2014 y en vigor hasta 2025, se afirman plenamente los valores tradicionales. Constituyen una aut\u00e9ntica prioridad para el Estado. A trav\u00e9s de la familia, que el gobierno considera una opci\u00f3n personal, una instituci\u00f3n que exige lealtad y un objeto de regulaci\u00f3n, la moral tradicional fusiona lo privado, lo p\u00fablico y lo estatal. Aqu\u00ed reside la pragm\u00e1tica pol\u00edtica de los \u00abvalores tradicionales\u00bb como pilar ideol\u00f3gico. Este enfoque pragm\u00e1tico puede apreciarse en la pol\u00edtica familiar del Kremlin, que se compromete a evitar la metaf\u00edsica de las \u00abreligiones hist\u00f3ricas\u00bb sin, por ello, romper del todo con ellas. <\/p>\n\n\n\n

La espiritualidad y sus \u00abeslabones perdidos\u201d<\/strong><\/h2>\n\n\n\n

Desde el principio de su reinado, Vladimir Putin ha hecho numerosas declaraciones moralizantes sobre la importancia vital de lo espiritual. Sin embargo, su ret\u00f3rica ha evolucionado con el tiempo, y aqu\u00ed debemos reconstruir el cambio que ha visto cristalizar sus intuiciones dispersas sobre la vida espiritual en una verdadera ideolog\u00eda de los valores tradicionales.<\/p>\n\n\n\n

Los valores tradicionales son una aut\u00e9ntica prioridad para el Estado.<\/p>MARINA SIMAKOVA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

La primera fase tuvo lugar entre 2000 y 2007. Las palabras \u00abespiritualidad\u00bb, \u00abmoral\u00bb y \u00abvalores\u00bb aparecieron de forma fragmentaria, sin ning\u00fan v\u00ednculo real que estabilizara su significado. Por ejemplo, en su primer discurso ante el Consejo de la Federaci\u00f3n, Vladimir Putin se\u00f1al\u00f3 que la nueva Rusia, a pesar de su apertura al mundo, ten\u00eda que emprender la b\u00fasqueda de \u00absus propias respuestas a las cuestiones espirituales y morales\u00bb. El 31 de diciembre de 2004, en su discurso de A\u00f1o Nuevo, a\u00f1adi\u00f3: \u00abTodas nuestras prioridades est\u00e1n vinculadas al desarrollo intelectual y espiritual de la humanidad\u00bb. En un discurso pronunciado al a\u00f1o siguiente, destac\u00f3 por fin estos \u00abvalores\u00bb, que \u00abpermanecer\u00edan inquebrantables e inalterados en suelo ruso a lo largo de los siglos\u00bb. Sin embargo, estos valores de solidaridad, confianza y fiabilidad, medidos en t\u00e9rminos de moralidad y no de reputaci\u00f3n individual, a\u00fan no estaban expl\u00edcitamente vinculados a la espiritualidad y la tradici\u00f3n. <\/p>\n\n\n\n

Este v\u00ednculo no se estableci\u00f3 hasta 2007. A punto de convertirse en primer ministro, el presidente dej\u00f3 una especie de testamento, la culminaci\u00f3n del anterior ciclo de discursos, que el partido gobernante denomin\u00f3 \u00abPlan Putin\u00bb. Anunci\u00f3 que la sociedad rusa hab\u00eda perdido sus \u00abtradiciones espirituales\u00bb como consecuencia de las dificultades econ\u00f3micas del periodo de transici\u00f3n que sigui\u00f3 al colapso de la URSS. Si bien es cierto que el pa\u00eds se ha recuperado, el restablecimiento de la estabilidad pol\u00edtica y econ\u00f3mica no debe eclipsar la unidad espiritual y los valores morales. Vladimir Putin a\u00f1adi\u00f3 a este respecto que el estado de \u00e1nimo de la poblaci\u00f3n no se derivaba en modo alguno de los fundamentos socioecon\u00f3micos, sino que, por el contrario, la verdadera \u00abinfraestructura de las relaciones econ\u00f3micas y pol\u00edticas\u00bb resid\u00eda en los \u00abaut\u00e9nticos valores culturales\u00bb y en el \u00absistema general de puntos de referencia morales\u00bb. No es de extra\u00f1ar, pues, que la palabra \u00abespiritualidad\u00bb apareciera repetidamente en este discurso, que sustitu\u00eda el materialismo econ\u00f3mico por el idealismo m\u00e1s vulgar.<\/p>\n\n\n\n

Pero, \u00bfa qu\u00e9 se refiere exactamente el presidente ruso cuando habla de \u00abespiritualidad\u00bb, tanto en sus discursos oficiales como en su discurso personal <\/span>7<\/sup><\/a><\/span><\/span>? Esta palabra pertenece naturalmente al l\u00e9xico religioso. Como concepto, tom\u00f3 forma entre los eslav\u00f3filos (representantes de un movimiento intelectual y pol\u00edtico del siglo XIX basado en Rusia en la idea de un \u00abgenio\u00bb nacional particular) bajo la triple influencia del romanticismo alem\u00e1n, la patr\u00edstica ortodoxa y las cuestiones en torno a la \u00abcultura nacional\u00bb de la \u00e9poca. Es aqu\u00ed donde se originaron las reflexiones sobre la especificidad de la espiritualidad rusa, que continuaron en todo el pensamiento religioso del cambio de siglo. A riesgo de simplificar demasiado, puede considerarse que estas doctrinas tienen en com\u00fan una concepci\u00f3n de la espiritualidad como vida interior en la que, citando al fil\u00f3sofo religioso Vladimir Soloviev, \u00ablo verdadero, lo bueno y lo bello\u00bb est\u00e1n perpetuamente en relaci\u00f3n armoniosa. Si esta concordancia es el resultado de la acci\u00f3n divina, requiere un esfuerzo por parte del Hombre, y se manifiesta entonces en cada una de sus acciones. En otras palabras, se trata de un movimiento interior hacia un ideal superior, que se realiza en la vida cotidiana y le da sentido. <\/p>\n\n\n\n

Aunque esto pueda parecer m\u00e1s sorprendente, cabe se\u00f1alar que el t\u00e9rmino \u00abespiritualidad\u00bb tambi\u00e9n aparece en textos y contextos sovi\u00e9ticos. Aplicado al pueblo sovi\u00e9tico y al hombre sovi\u00e9tico, significaba sobre todo la capacidad y la convicci\u00f3n interior de anteponer los valores inmateriales a los materiales. Esta espiritualidad sovi\u00e9tica era, por tanto, menos una cualidad que una decisi\u00f3n moral: el rechazo a dejarse llevar por los intereses mercantiles. Sin embargo, el ukase de 2022 no contiene otra cosa que esta espiritualidad como elecci\u00f3n universal y socialmente aprobada. Hasta cierto punto, se podr\u00eda leer ah\u00ed una interpretaci\u00f3n psicologizante de la proposici\u00f3n n\u00ba 9 del C\u00f3digo Moral del Constructor del Comunismo<\/em>, aprobado en 1961 en el XX Congreso, que llamaba a la \u00abintransigencia frente a la injusticia, el parasitismo, la deshonestidad, el arribismo y la codicia\u00bb. Vladimir Putin se refiere con frecuencia a este C\u00f3digo Moral<\/em> sovi\u00e9tico en sus discursos, deplorando la desaparici\u00f3n de los valores en \u00e9l enunciados. Considerando que dicho c\u00f3digo, desprovisto de toda originalidad, enunciaba simples m\u00e1ximas b\u00edblicas, el presidente ruso sugiere recurrir a las confesiones religiosas rusas que, seg\u00fan \u00e9l, se adhieren a preceptos similares desde la \u00e9poca prerrevolucionaria.<\/p>\n\n\n\n

\u00bfC\u00f3mo dio Vladimir Putin ese salto del materialismo al idealismo y de la espiritualidad sovi\u00e9tica a la espiritualidad casi religiosa? Este cambio es, sin duda, independiente de las propuestas del patriarca Kirill, aunque hace eco de ellas; igualmente es dudoso que se inspirara en una lectura profunda de los escritos del fil\u00f3sofo conservador Ivan Ilin o del pensador religioso Nikolai Berdiaev, aunque a menudo hace referencia a ellos. Sin embargo, hay un autor que podr\u00eda haber reforzado personalmente la preocupaci\u00f3n de Vladimir Putin por la espiritualidad: Alexander Solzhenitsyn. El presidente ruso nunca ha perdido la oportunidad de subrayar la importancia de sus escritos; le concedi\u00f3 el Premio Estatal de la Federaci\u00f3n Rusa, encarg\u00f3 una versi\u00f3n de Archipi\u00e9lago Gulag<\/em> para las escuelas y ha expresado su profundo respeto por el escritor en m\u00e1s de un sentido. Es m\u00e1s, entre 2000 y 2007, Vladimir Putin visit\u00f3 en varias ocasiones la residencia de Solzhenitsyn, cerca de Mosc\u00fa y, seg\u00fan ha informado la prensa, mantuvo con \u00e9l largas y familiares conversaciones. El a\u00f1o pasado, en el Foro Valdai, Putin cit\u00f3 el famoso discurso de Harvard en el que Solzhenitsyn advert\u00eda a Occidente de su \u00abceguera por la supremac\u00eda\u00bb y su \u00abfalta de espiritualidad\u00bb <\/span>8<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/p>\n\n\n\n

Esta espiritualidad sovi\u00e9tica era, por tanto, menos una cualidad que una decisi\u00f3n moral: el rechazo a dejarse llevar por los intereses mercantiles.<\/p>MARINA SIMAKOVA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

La segunda etapa data de 2008-2011, cuando Putin era primer ministro. En aquel momento, su pol\u00edtica consist\u00eda en dos tendencias principales, que m\u00e1s tarde se reforzar\u00edan mutuamente. Por un lado, aumentar el n\u00famero de programas gubernamentales destinados a la educaci\u00f3n espiritual de la poblaci\u00f3n. A la ya mencionada pol\u00edtica familiar se sum\u00f3 en 2010 el programa \u00abEducaci\u00f3n patri\u00f3tica de los ciudadanos\u00bb, que pretend\u00eda \u00abregenerar la espiritualidad\u00bb, en un esp\u00edritu similar al de la \u00faltima \u00e9poca sovi\u00e9tica. Por otra parte, el Kremlin prosigui\u00f3 su acercamiento pol\u00edtico a la Iglesia Ortodoxa Rusa. El objetivo ya no era simplemente apoyar a la instituci\u00f3n y sus intereses, sino implicar a la Iglesia en labores sociopol\u00edticas seculares como aliada del Estado y aumentar su presencia en los medios de comunicaci\u00f3n. Hubo una verdadera explosi\u00f3n de gestos simb\u00f3licos en este sentido: los miembros del partido gobernante empezaron a participar de forma cada vez m\u00e1s viva en rituales ortodoxos, al tiempo que multiplicaban sus declaraciones a favor de la Iglesia. El propio Vladimir Putin repet\u00eda constantemente que llevaba una vida religiosa y veneraba a los santos rusos. Uno de los actos m\u00e1s sonados fue su homenaje en 2011 al \u00abCintur\u00f3n de la Virgen\u00bb, al que asistieron miles de creyentes rusos. <\/p>\n\n\n\n

\n \n \t\r\n\t\t\t\t\t\r\n\t\t\t\t\t\r\n\t\t\t\t\t\r\n\t\t\t\t\r\n\t<\/picture>\r\n \n
El 7 de enero de 2023, Vladimir Putin celebra la Navidad en la Catedral de la Anunciaci\u00f3n del Kremlin. \u00a9 Mikhail Klimentyev\/Presi ruso\/SIPA<\/figcaption>\n <\/a>\n<\/figure>\n\n\n\n\n

Preocupado sobre todo por preparar su imagen para las elecciones presidenciales de 2012, las campa\u00f1as medi\u00e1ticas de Vladimir Putin hicieron hincapi\u00e9 en su fuerza, su intrepidez y su respeto por el mundo antiguo; demostr\u00f3 su gusto por las antig\u00fcedades escenificando su descubrimiento de dos \u00e1nforas de 15 siglos de antig\u00fcedad en el fondo del mar de Azov. Mientras tanto, los decretos e instrucciones del presidente Medv\u00e9dev continuaron en la l\u00ednea marcada por su predecesor: preservar la \u00abidentidad espiritual\u00bb, reforzar la \u00abunidad espiritual\u00bb y no descuidar los \u00abvalores morales\u00bb como factores de desarrollo del pa\u00eds. El a\u00f1o 2009 vio la reinstauraci\u00f3n del clero militar por primera vez desde la \u00e9poca prerrevolucionaria, mientras que una nueva disciplina destinada a aunar los fundamentos de la \u00e9tica religiosa y laica, la \u00abEducaci\u00f3n Espiritual y Moral\u00bb, hac\u00eda su aparici\u00f3n en las escuelas rusas. El punto de inflexi\u00f3n se produjo en 2012, cuando el regreso de Vladimir Putin a la presidencia supuso un claro giro conservador. Desde este punto de vista, la ocupaci\u00f3n de Crimea en 2014 y las acciones militares de Rusia en el este de Ucrania solo sirvieron para reforzar un movimiento ideol\u00f3gico preexistente, acentuando su dimensi\u00f3n agresiva. <\/p>\n\n\n\n

Ya en 2012, Vladimir Putin hizo una estruendosa declaraci\u00f3n y diagnostic\u00f3 un \u00abd\u00e9ficit de v\u00ednculos espirituales\u00bb (deficit dukhovnikh skrep<\/em>) en la sociedad rusa. Esta expresi\u00f3n (que pas\u00f3 instant\u00e1neamente al uso com\u00fan) sonaba arcaica, a pesar de que se utiliz\u00f3 hasta la d\u00e9cada de 1990, habiendo aparecido por primera vez a principios de siglo en los escritos del historiador Vasili Kliutchevsky y el fil\u00f3sofo Nikolai Berdiaev, y luego del propio Solzhenitsyn, quien en su discurso del Premio Nobel se refiri\u00f3 a la lengua nacional como el \u00abv\u00ednculo de la naci\u00f3n\u00bb (skrepa nacii<\/em>). El significado de Vladimir Putin estaba perfectamente claro, ya que \u00e9l mismo enumer\u00f3 los \u00abv\u00ednculos espirituales\u00bb implicados -misericordia, compasi\u00f3n, simpat\u00eda, ayuda mutua y apoyo- como puntos de referencia morales compartidos por todos los habitantes del \u00abmundo ruso\u00bb desde tiempos inmemoriales. La moralidad com\u00fan, tanto un ideal regulador como un verdadero sentido moral, pretend\u00eda as\u00ed unir a toda la poblaci\u00f3n en un todo social y transformar una sociedad fragmentada en una sociedad consolidada. Estos puntos de referencia morales se consideraban evidentes, inherentes, naturales y siempre presentes en todos. Pero, a\u00f1ad\u00eda Vladimir Putin, estos v\u00ednculos que siempre hab\u00edan conformado org\u00e1nicamente la espiritualidad rusa hab\u00edan dejado de desempe\u00f1ar su papel cimentador.<\/p>\n\n\n\n

La moralidad com\u00fan, tanto un ideal regulador como un verdadero sentido moral, pretend\u00eda as\u00ed unir a toda la poblaci\u00f3n en un todo social y transformar una sociedad fragmentada en una sociedad consolidada.<\/p>MARINA SIMAKOVA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

En su opini\u00f3n, hab\u00eda dos razones para ello: en primer lugar, la Revoluci\u00f3n y la Guerra Civil, que hab\u00edan sacudido los cimientos seculares del pueblo ruso al tiempo que divid\u00edan a la sociedad; en segundo lugar, y m\u00e1s recientemente, las convulsiones econ\u00f3micas de los a\u00f1os noventa. Se dice que las limitaciones de la supervivencia material durante esta dif\u00edcil d\u00e9cada llevaron a la gente a olvidar sus prioridades espirituales y a sacrificar su sentido de la moralidad. Este tipo de trauma fue consecuencia de la \u00abterapia de choque\u00bb y de la din\u00e1mica que acompa\u00f1\u00f3 al paso a la econom\u00eda de mercado y a toda la transici\u00f3n postsovi\u00e9tica. Por eso, nada m\u00e1s volver a la presidencia en 2012, Putin se apresur\u00f3 a proclamar que ya se hab\u00eda alcanzado la estabilidad econ\u00f3mica, que las dificultades eran cosa del pasado y que ya era hora de inaugurar la parte sustantiva de la vida pol\u00edtica: la restauraci\u00f3n del rumbo espiritual de los ciudadanos rusos. <\/p>\n\n\n\n

Por el camino de los \u00absentimientos superiores\u201d <\/strong><\/h2>\n\n\n\n

Antes y despu\u00e9s de la invasi\u00f3n de Ucrania, los representantes del gobierno ruso han insistido en que en Rusia no existe la \u00abideolog\u00eda\u00bb, en el sentido de una gran narrativa del tipo de las que se enfrentaron durante la Guerra Fr\u00eda. Del mismo modo, a lo largo de las d\u00e9cadas 2000 y 2010, analistas y comentaristas repitieron que no exist\u00eda tal cosa como una \u00abidea nacional\u00bb en Rusia, a pesar de los mejores esfuerzos de quienes estaban en el poder. El propio Putin subray\u00f3 que no era necesario tener una idea nacional, ya que bastaba con un simple \u00abprincipio unificador\u00bb. A los ojos de todos estos actores y ex\u00e9getas de la pol\u00edtica, reivindicar una ideolog\u00eda equivaldr\u00eda a abrir la v\u00eda a una intrusi\u00f3n del poder en la esfera de las convicciones humanas, a ejercer una presi\u00f3n ideol\u00f3gica de forma totalitaria: la nueva Rusia no pod\u00eda permitirse eso. Al tiempo que negaba estar produciendo o actuando de acuerdo con una ideolog\u00eda, el Kremlin pretend\u00eda simplemente basarse en lo que ya exist\u00eda, en los elementos que supuestamente siempre hab\u00edan estado presentes en suelo ruso y que, seg\u00fan esta l\u00f3gica, no requer\u00edan ninguna forma de imposici\u00f3n o intrusi\u00f3n en el \u00e1mbito de la libre conciencia. <\/p>\n\n\n\n

Este elemento no es otro que los valores morales y \u00e9ticos derivados de las \u00abreligiones tradicionales de Rusia\u00bb, independientemente de pr\u00e1cticas o textos religiosos, ya que est\u00e1n presentes en las mentes de todos y cada uno de nosotros, independientemente del eclipse temporal causado por las realidades econ\u00f3micas y los encantos de Occidente. Por lo tanto, ha llegado el momento de exhumar esta moral del mundo interior de cada ciudadano ruso, de demostrar que existe en todos y cada uno de ellos. De este modo, las autoridades rusas no pretenden decretar la moralidad: se limitan a revivir con valent\u00eda una moralidad preexistente. En su discurso de 2012 sobre los \u00ablazos\u00bb espirituales, Putin afirmaba as\u00ed que la ley no estaba en condiciones de establecer la moral: nada m\u00e1s natural, una vez que consideramos la moral no como un conjunto de ideas, ni siquiera como una visi\u00f3n del mundo (mirovozzrenie<\/em>), sino como una percepci\u00f3n, un sentido o un sentimiento del mundo (miroo\u0161\u010du\u0161\u010denie<\/em>). El sentimiento no puede decretarse, como tampoco puede establecerse por ley.<\/p>\n\n\n\n

Las autoridades rusas no pretenden decretar la moralidad: se limitan a revivir con valent\u00eda una moralidad preexistente.<\/p>MARINA SIMAKOVA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

Esta es, pues, la maniobra esencial del putinismo tard\u00edo: instar al cultivo de un sentimiento oscuramente presente en la conciencia o en la memoria, pero \u00edntimamente sentido por todos. En realidad, ni siquiera es un \u00absentimiento\u00bb, sino un modo de sensaci\u00f3n, alineado con un ideal. Esta moral del sentimiento se opone a todo deseo de actuar conforme a normas, argumentos e intereses propios, que son el dominio de la pol\u00edtica, el derecho y la organizaci\u00f3n material. Para los actuales dirigentes rusos, una preocupaci\u00f3n excesiva por los procesos pol\u00edticos y jur\u00eddicos (el aspecto formal de la vida pol\u00edtica), por no hablar de la econom\u00eda (su aspecto material), impedir\u00eda a los ciudadanos compartir una aspiraci\u00f3n com\u00fan a \u00ablo verdadero, lo bueno y lo bello\u00bb. En esta percepci\u00f3n del mundo, que obviamente imaginamos viene dada a todo ruso, esta aspiraci\u00f3n ser\u00eda tan natural como la necesidad de respirar.<\/p>\n\n\n\n

Este constructo es, de hecho, el principal giro ideol\u00f3gico y pol\u00edtico del r\u00e9gimen de Putin. La pol\u00edtica del Kremlin en materia de espiritualidad, a la vez cuasi religiosa y laica, pretende apoyar el orden natural de las cosas: se trata, pues, de un programa ideologizado que niega constantemente su naturaleza pol\u00edtica y arbitraria. La l\u00f3gica pol\u00edtica y geopol\u00edtica del putinismo emana de un orden cuasi natural, de regularidades morales estabilizadas a lo largo de los siglos. Es en s\u00ed misma donde encuentra su justificaci\u00f3n. Este tipo de l\u00f3gica permite a los que est\u00e1n en el poder evitar cualquier argumento claro, convincente y pr\u00e1ctico a la hora de aplicar sus decisiones pol\u00edticas. <\/p>\n\n\n\n

En la ra\u00edz de este retorcimiento hay un autoenga\u00f1o, orquestado por toda una serie de actores bajo el liderazgo del principal autoenga\u00f1ador. La \u00fanica verdad que consideran v\u00e1lida en el \u00e1mbito de la lucha econ\u00f3mica y pol\u00edtica, y que designan como punto de referencia para todos los ciudadanos, es una verdad apol\u00edtica, deliberadamente apol\u00edtica, del orden de una moral universal, y al mismo tiempo individualmente sentida. Esto explica, al menos en parte, el proceso de profunda despolitizaci\u00f3n de la sociedad rusa, una despolitizaci\u00f3n deliberada desde arriba, pero tambi\u00e9n la din\u00e1mica de descomposici\u00f3n pol\u00edtica de la propia \u00e9lite. <\/p>\n\n\n\n

La paradoja aqu\u00ed reside en el hecho de que, seg\u00fan el Libro Blanco sobre la Seguridad Nacional del Estado Ruso<\/em>, estos valores, que se supone que se han establecido hist\u00f3ricamente -aunque no entendemos cu\u00e1ndo ni c\u00f3mo-, necesitan ser protegidos constantemente de las amenazas externas; por otro lado, se dice que la espiritualidad en la que se basan estos mismos valores es capaz de sobrevivir a cualquier cosa. Como dijo Solzhenitsyn en el discurso de Harvard al que Putin es tan aficionado: \u00abdespu\u00e9s de sufrir d\u00e9cadas de violencia y opresi\u00f3n, el alma humana aspira a cosas m\u00e1s elevadas, m\u00e1s ardientes, m\u00e1s puras que las que ofrecen hoy los h\u00e1bitos de una sociedad masificada\u00bb. Las aspiraciones profundas y los sentimientos morales del hombre ruso son, pues, inexpugnables. Sin embargo, en el camino de estos sentimientos \u00abm\u00e1s elevados\u00bb, siempre hay una presencia hostil<\/a>: la Rep\u00fablica de las Dos Naciones (uni\u00f3n de Polonia y Lituania en las fronteras de Rusia de 1569 a 1795), Austria-Hungr\u00eda, los bolcheviques… En fin, tantos proyectos \u00abantirrusos\u00bb, los mismos que, seg\u00fan Vladimir Putin, Occidente vuelve a desplegar a trav\u00e9s de Ucrania.<\/p>\n\n\n\n

El putinismo es un sistema de representaciones plagado de contradicciones. En primer lugar, hace imposible la discusi\u00f3n pol\u00edtica, ya que consiste precisamente en hacer pasar las representaciones de alguien por los sentimientos de otro. Se presenta como desprovisto de \u00abideolog\u00eda\u00bb, aunque podemos detectar en \u00e9l vestigios del C\u00f3digo Moral del Constructor del Comunismo<\/em>, que se articulan, no sin estr\u00e9pito, con los preceptos de los rus\u00f3filos sovi\u00e9ticos -del calibre de un Solzhenitsyn- y el revanchismo de los cl\u00e9rigos -del calibre de un Kirill-. Los cl\u00e9rigos, a su vez, afirman simult\u00e1neamente que la experiencia sovi\u00e9tica (sea lo que sea lo que quieran decir con eso) pertenece al pasado, mientras que al mismo tiempo llevan a cabo una lucha implacable contra ese pasado, utilizando m\u00e9todos que toman prestados de su propia experiencia sovi\u00e9tica. Siguiendo con el tema de las contradicciones, la aspiraci\u00f3n autoritaria al control total de los procesos pol\u00edticos y legales est\u00e1 en permanente tensi\u00f3n con el desprecio por el formalismo y la ley, justificado por el hecho de que los sentimientos morales est\u00e1n por encima de todo. Del mismo modo, la necesidad de resolver cuestiones de seguridad material y desarrollo econ\u00f3mico choca con la negaci\u00f3n de todos los valores materiales. Por \u00faltimo, la intenci\u00f3n de llevar a cabo una pol\u00edtica real, guiada \u00fanicamente por intereses nacionales pr\u00e1cticos, choca con el principio de una preocupaci\u00f3n exclusiva por la moral y los ideales.<\/p>\n\n\n\n

El putinismo hace imposible la discusi\u00f3n pol\u00edtica, ya que consiste precisamente en hacer pasar las representaciones de alguien por los sentimientos de otro.<\/p>MARINA SIMAKOVA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

El marco en el que ha tomado forma el r\u00e9gimen de Vladimir Putin es, en efecto, este conflicto entre representaciones mutuamente excluyentes, y no parece haber encontrado soluci\u00f3n en las \u00faltimas d\u00e9cadas. Cuanto m\u00e1s aumenta el desacuerdo pol\u00edtico entre estas representaciones, m\u00e1s se intensifica su exclusi\u00f3n mutua, reduciendo a la nada cualquier posibilidad de discusi\u00f3n pol\u00edtica, ya que cada cuesti\u00f3n concreta es sustituida por la propaganda de los \u00abvalores tradicionales\u00bb, es decir, los valores eternos. En la actualidad, la progresiva despolitizaci\u00f3n de las contradicciones ideales del r\u00e9gimen ha creado una configuraci\u00f3n en la que todos los medios para articularlas, desde los medios de comunicaci\u00f3n independientes hasta las iniciativas ciudadanas, han sido deliberadamente desmantelados. Como resultado, el r\u00e9gimen no es deudor de ninguna reconfiguraci\u00f3n pol\u00edtica, s\u00f3lo de la destrucci\u00f3n total. Lo \u00fanico que le queda son sus tanques, misiles y drones, que, como empecinadamente difunde la televisi\u00f3n estatal, traen \u00ablo verdadero, lo bueno y lo bello\u00bb a Ucrania.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

Para Vladimir Putin, respaldado por el Patriarca Kirill, los \u00abvalores tradicionales\u00bb son una prioridad estatal. En este art\u00edculo detallado, Marina Simakova explora su genealog\u00eda para entender por qu\u00e9 se han convertido en algo tan central para el Estado ruso contempor\u00e1neo, hasta el punto de determinar tanto su pol\u00edtica interior como exterior. 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