{"id":21155,"date":"2023-08-11T19:00:00","date_gmt":"2023-08-11T18:00:00","guid":{"rendered":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/?p=21155"},"modified":"2023-08-17T11:12:22","modified_gmt":"2023-08-17T10:12:22","slug":"fue-en-apulia-donde-aprendi-el-arte-de-contar-historias-una-conversacion-con-nicola-lagioia","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2023\/08\/11\/fue-en-apulia-donde-aprendi-el-arte-de-contar-historias-una-conversacion-con-nicola-lagioia\/","title":{"rendered":"\u00abFue en Apulia donde aprend\u00ed el arte de contar historias\u00bb, una conversaci\u00f3n con Nicola Lagioia"},"content":{"rendered":"\n

Tras la Acr\u00f3polis de\u00a0Andrea Marcolongo<\/a>, Los \u00c1ngeles de\u00a0Alain Mabanckou<\/a>, la Provenza de\u00a0Carlo Rovelli<\/a>, Beirut de Joana Hadjithomas y Khalil Joreige<\/a> y la Casa Malaparte de\u00a0Pierre de Gasquet<\/a> y la Sicilia de Jean-Paul Manganaro<\/a>, nos quedamos en Italia para esta virtuosa conversaci\u00f3n con Nicola Lagioia en torno a Bari y hasta el pueblecito de Capurso.<\/em><\/p>\n\n\n\n

Al preparar esta entrevista, pensamos que ser\u00eda interesante hablar de un lugar en el que no naci\u00f3, pero en el que pas\u00f3 una parte importante de su infancia, y que ha influido en su forma de entender la literatura y de escribir. \u00bfQu\u00e9 le viene a la mente?<\/strong><\/h3>\n\n\n\n

Nac\u00ed en Bari, pero mis padres nacieron en Capurso, y mis abuelos viv\u00edan en Capurso, un peque\u00f1o pueblo de la provincia de Bari, a unos diez kil\u00f3metros de la ciudad. Durante buena parte de mi infancia, viv\u00ed entre esos dos mundos, uno conectado al siglo XXI y otro que a\u00fan no lo estaba. Por un lado, estaba Bari, la ciudad grande, moderna y culturalmente din\u00e1mica que era conocida como la Mil\u00e1n del sur, y por otro, Capurso, enraizada en la civilizaci\u00f3n campesina, una condici\u00f3n que yo percib\u00eda de forma muy concreta: mis abuelos maternos proced\u00edan de una familia de agricultores directos y, por tanto, de un contexto muy espec\u00edfico, porque la civilizaci\u00f3n campesina se mantuvo similar a s\u00ed misma durante siglos, al menos hasta el siglo XX. Mi abuela naci\u00f3 en 1916 y a\u00fan vive, cumpli\u00f3 107 a\u00f1os el 6 de junio de este a\u00f1o, mientras que mi abuelo naci\u00f3 en 1908: Capurso fue para m\u00ed un punto de contacto con esa sociedad del pasado lejano, representada no s\u00f3lo por mis abuelos, sino m\u00e1s en general por los ancianos del pueblo.<\/p>\n\n\n\n

Durante buena parte de mi infancia, viv\u00ed entre esos dos mundos, uno conectado al siglo XXI y otro que a\u00fan no lo estaba.<\/p>NICOLA LAGIOIA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

Ese fue su primer acercamiento a la tradici\u00f3n oral.<\/strong><\/h3>\n\n\n\n

Los primeros narradores que conoc\u00ed eran, de hecho, narradoras. Lo bueno de los pueblos peque\u00f1os es que los ni\u00f1os son patrimonio de todo mundo y puedes dejarlos correr libremente sin ning\u00fan problema particular: sabes que alguien los va a cuidar. As\u00ed que cuando mis padres estaban ocupados, me confiaban a mis abuelos que, a su vez, si estaban ocupados, me confiaban a los ancianos del pueblo. Capurso era, y sigue siendo, un peque\u00f1o pueblo agr\u00edcola, formado por casas de campesinos bastante parecidas, con una peque\u00f1a diferencia: las m\u00e1s ricas ten\u00edan m\u00e1s habitaciones y un espacio exterior, que sol\u00eda ser el huerto, mientras que las m\u00e1s pobres s\u00f3lo ten\u00edan una habitaci\u00f3n, con una \u00fanica luz que entraba por la puerta. En la sala principal hab\u00eda una gran mesa redonda donde las ancianas, que pod\u00edan parecerse a las brujas de Macbeth, se sentaban a hacer orecchiette<\/em>: con un movimiento preciso de los dedos, transformaban la masa en pasta. Naturalmente, la operaci\u00f3n duraba d\u00edas y, ante ese patrimonio com\u00fan que hab\u00eda que transformar en pasta, las ancianas contaban sus historias, a veces verdaderas, a veces completamente inventadas. Hablaban, por ejemplo, de sus maridos fallecidos que les hab\u00edan dicho que hicieran esto o aquello, de haber visto a otras personas durante la noche o el d\u00eda: el caso es que no siempre dec\u00edan que hab\u00edan so\u00f1ado, a menudo las historias pretend\u00edan ser ciertas, serias.<\/p>\n\n\n\n

Recuerdo que una de esas ancianas me cont\u00f3 que, cuando estaba limpiando el pescado, encontr\u00f3 dentro una carta de una persona muerta, en la que recib\u00eda una serie de mensajes. Era obvio que no hab\u00eda sucedido, pero \u00bfpor qu\u00e9? \u00bfC\u00f3mo hab\u00eda llegado a eso? Evidentemente, se trataba de la cultura de contar historias, ya sea relatando cosas dichas por otra persona, ya sea reuniendo diversos elementos escuchados. Fue entonces cuando vi por primera vez el arte de la narraci\u00f3n profesional en acci\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n

\n \n \t\r\n\t\t\t\t\t\r\n\t\t\t\t\t\r\n\t\t\t\t\t\r\n\t\t\t\t\r\n\t<\/picture>\r\n \n
Edoardo Tresoldi, Bas\u00edlica de Siponto, Siponto Manfredonia (FG), Italia, 2016 \u00a9 Edoardo Tresoldi 2018<\/figcaption>\n <\/a>\n<\/figure>\n\n\n\n\n

\u00bfHay alg\u00fan olor o sensaci\u00f3n que le recuerde a la \u00e9poca de Capurso? \u00bfCu\u00e1les son las magdalenas de Proust de Nicola Lagioia?<\/strong><\/h3>\n\n\n\n

El olor de la salsa para cocinar, sin duda. Los tomates que recog\u00edamos se usaban para hacer botes de salsa en el huerto, en enormes ollas llamadas buatte<\/em>, que desprend\u00edan un olor delicioso y duradero. Pero tambi\u00e9n el pinar, especialmente caracter\u00edstico de la regi\u00f3n de Taranto, la verdad, porque en esas regiones el calor desprende un aroma muy fuerte a pino y resina, que no es otra cosa que la combinaci\u00f3n del mar, los \u00e1rboles y la salinidad. Un olor casi pesado. Y luego, no s\u00e9 por qu\u00e9, tambi\u00e9n est\u00e1 el olor a caca de conejo y de pollo que, ahora que lo pienso, hace referencia a la gran diferencia entre la generaci\u00f3n de mi abuela y la de mi madre: entre los que sol\u00edan matarlos, y por tanto sacrificarlos en casa, y los que no. En resumen, hasta los a\u00f1os cincuenta, la capacidad de cuidar animales de granja era una parte importante de la cultura, de la vida de la gente, pero ya no, y recuerdo a las ancianas insultando de buen grado a mi madre porque no sab\u00eda hacerlo. Y luego otra cosa, siempre ligada a ese momento de proximidad a la civilizaci\u00f3n agr\u00edcola, era el olor a vino, pero un vino \u00e1spero, un moscatel que quiz\u00e1 se parec\u00eda m\u00e1s al mercurio, casi como un jarabe de vinagre.<\/p>\n\n\n\n

Usted vive ahora en Roma, que es una gran metr\u00f3polis, y naci\u00f3 en Bari, que ciertamente no es una ciudad peque\u00f1a, pero ambas son ejemplos de grandes entornos urbanos, bastante alejados de la cl\u00e1sica provincia italiana. Su infancia en Capurso tambi\u00e9n le permiti\u00f3 conocer la civilizaci\u00f3n campesina que mencionaba antes: \u00bfen qu\u00e9 medida influy\u00f3 esa experiencia en su formaci\u00f3n como escritor?<\/strong><\/h3>\n\n\n\n

Fue fundamental, porque me dio una experiencia y un bagaje que muchos j\u00f3venes nacidos y criados en la ciudad no tienen. A decir verdad, cuando vi Viaje a Italia<\/em>, de Rossellini, no hab\u00eda nada nuevo ni desconocido para m\u00ed: ya hab\u00eda visto y vivido la procesi\u00f3n en Sicilia, incluido el milagro que Rossellini cuenta mil veces, porque tambi\u00e9n en Capurso se celebraba la fiesta de la Madonna del pozzo, que era una gran fiesta, con todo el pueblo en la plaza, con hogueras y carrozas. Esa expresi\u00f3n de la tradici\u00f3n popular me permiti\u00f3, entre otras cosas, ver el efecto de lo sagrado en la gente, su capacidad de conmoverla. Recuerdo que, durante la procesi\u00f3n, mi primo se emocion\u00f3, qued\u00f3 encantado, una emoci\u00f3n que volv\u00ed a encontrar m\u00e1s tarde en la catedral de San Nicol\u00e1s de Bari, hace unos a\u00f1os, donde un chico -tendr\u00eda 18 a\u00f1os- miraba los huesos del santo con cara de deseo en adoraci\u00f3n a la reliquia. Por supuesto, tambi\u00e9n hab\u00eda manifestaciones de profunda ignorancia, como la tradici\u00f3n de pintar a los pollitos de azul con una pintura evidentemente t\u00f3xica que los mataba al cabo de una semana; pero crecer en ese ambiente me dio una visi\u00f3n profunda del car\u00e1cter de la civilizaci\u00f3n campesina. Y creo que eso fue \u00fatil para mi trabajo, porque me dio una visi\u00f3n m\u00e1s amplia.<\/p>\n\n\n\n

Esa expresi\u00f3n de la tradici\u00f3n popular me permiti\u00f3, entre otras cosas, ver el efecto de lo sagrado en la gente, su capacidad de conmoverla.<\/p>NICOLA LAGIOIA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

\u00bfTiene otros recuerdos de esa \u00e9poca, ya sean folcl\u00f3ricos o experiencias casi trascendentales?<\/strong><\/h3>\n\n\n\n

Esa \u00e9poca tambi\u00e9n me dio cierta familiaridad con N\u00e1poles. Mi padre ten\u00eda una empresa que fabricaba ajuares, que todav\u00eda eran importantes en aquella \u00e9poca, y los vend\u00eda a mayoristas de todo el sur de Italia, en Apulia, Sicilia, Basilicata, pero sobre todo en Campania. A menudo me llevaba con \u00e9l y as\u00ed desarroll\u00e9 una gran familiaridad con N\u00e1poles desde la infancia y, hablando de experiencias m\u00edsticas, vi a Maradona varias veces en el estadio. Pod\u00eda sentir la ciudad bajo el hechizo de Maradona, pod\u00eda sentirla dentro y fuera del estadio, hab\u00eda una especie de respiraci\u00f3n suspendida esperando a que \u00e9l hiciera algo. Es exactamente la sensaci\u00f3n descrita en Tennis as a Religious Experience<\/em>, de Foster Wallace, cuya traducci\u00f3n italiana public\u00f3 Minimum Fax, la editorial en la que yo trabajaba: enfrentarse a un deportista que no respeta las leyes de la f\u00edsica. Era Maradona. <\/p>\n\n\n\n

Pod\u00eda sentir la ciudad bajo el hechizo de Maradona, pod\u00eda sentirla dentro y fuera del estadio, hab\u00eda una especie de respiraci\u00f3n suspendida esperando a que \u00e9l hiciera algo. <\/p>NICOLA LAGIOIA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

Adem\u00e1s de Maradona, recuerdo otra cosa muy bonita de N\u00e1poles que, de ni\u00f1o, habr\u00eda considerado folclore, pero que hoy, en cambio, considero cultura. Est\u00e1bamos en el bautizo de una persona rica y, como en todas las fiestas del sur, la recepci\u00f3n dur\u00f3 mucho tiempo, hab\u00eda acr\u00f3batas, en fin, todo lo que uno espera encontrar en ese tipo de situaci\u00f3n. De repente, probablemente en el decimoquinto plato, hubo una especie de cambio en el aire, como si la atenci\u00f3n de todo el mundo hubiera sido atra\u00edda por algo. Y as\u00ed fue, \u00a1porque Mario Merola hab\u00eda llegado! Para \u00e9l, quiz\u00e1 fuera el quinto bautizo del d\u00eda, pero para los que lo escuchaban, daba igual: casi nunca he visto una presencia as\u00ed en el escenario, quiz\u00e1 s\u00f3lo cuando fui a ver a Nick Cave. Suena exagerado, pero no lo es, es una sensaci\u00f3n que sinti\u00f3 media Italia en una edici\u00f3n de Sanremo a la que U2 fue invitado. En un momento de Miss Sarajevo, Bono, como suele ocurrir en sus conciertos, baj\u00f3 del escenario y empez\u00f3 a pasar entre la multitud sentada en las butacas rojas del Teatro Ariston. El cantante cruz\u00f3 las gradas entre aplausos, pero de repente se detuvo al ver una figura inm\u00f3vil frente a \u00e9l, con los brazos a los lados, mir\u00e1ndolo fijamente. Era Mario Merola. Pasa una fracci\u00f3n de segundo, luego Merola asiente y empieza a aplaudir como los dem\u00e1s. Bono se inclina y se marcha, con los aplausos todav\u00eda de fondo. S\u00f3lo si tienes un carisma extraordinario puedes plantarte as\u00ed delante de Bono Vox y hacer que te haga una reverencia.<\/p>\n\n\n\n

Adem\u00e1s de Maradona, recuerdo otra cosa muy bonita de N\u00e1poles que, de ni\u00f1o, habr\u00eda considerado folclore, pero que hoy, en cambio, considero cultura.<\/p>NICOLA LAGIOIA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

En resumen, sin Capurso, no habr\u00eda visto a Maradona ni a Mario Merola.<\/p>\n\n\n\n

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Edoardo Tresoldi, Bas\u00edlica de Siponto, Siponto Manfredonia (FG), Italia, 2016 \u00a9 Edoardo Tresoldi 2018<\/figcaption>\n <\/a>\n<\/figure>\n\n\n\n\n

El tema de los \u00abnuevos ricos\u00bb aparece mucho en sus novelas, es casi un hilo conductor.<\/strong><\/h3>\n\n\n\n

El mundo en el que yo viv\u00eda, formado por peque\u00f1os comerciantes, agentes comerciales, fabricantes de telas, vendedores de colchones, desgraciadamente los que son como yo, los intelectuales, los escritores, tienen poca experiencia, poco conocimiento del mundo. No los entienden. En cambio, mi infancia me permiti\u00f3 conocer esa faceta de la sociedad italiana, que luego compar\u00e9 inevitablemente con los c\u00edrculos m\u00e1s burgueses que empec\u00e9 a frecuentar cuando empec\u00e9 a escribir y, m\u00e1s en general, a trabajar en el sector cultural, en el Sal\u00f3n de Tur\u00edn y en la Mostra de Venecia. En ese momento desarroll\u00e9 no un odio de clase, como mis amigos marxistas, sino otro tipo de fastidio: no soporto a la gente que ha sido rica durante generaciones, mientras que siempre me ha parecido fant\u00e1stica la gente que se hizo rica en muy poco tiempo. Se hicieron ricos y quebraron con la misma rapidez, quiz\u00e1, pero ten\u00edan una actitud que no ha existido entre los ricos durante generaciones, una especie de obligaci\u00f3n social de dar a todo el mundo, de contratar a familiares, una especie de restituci\u00f3n territorial. A menudo no pagaban impuestos, pero no los pagaban porque, durante generaciones, hab\u00edan sido pisoteados y humillados por los \u00abamos del Norte\u00bb y, por tanto, consideraban al Estado como un enemigo. Berlusconi era amado por esa clase social porque, al fin y al cabo, era uno de ellos, y hab\u00eda triunfado, exageraba una experiencia que la peque\u00f1a burgues\u00eda conoc\u00eda muy bien: yo nunca vot\u00e9 por \u00e9l, pero mi padre s\u00ed, lo que provoc\u00f3 innumerables discusiones entre nosotros, pero comprendo perfectamente el fen\u00f3meno.<\/p>\n\n\n\n

Adem\u00e1s, no es s\u00f3lo un fen\u00f3meno italiano. Recuerdo que los bordados de las telas del ajuar se hac\u00edan primero en Italia, pero luego la mano de obra se volvi\u00f3 demasiado cara, as\u00ed que empresas como la de mi padre recurrieron primero a sastres de Madeira, y luego incluso de Asia. Eso significaba que ten\u00edamos que tratar incluso con ministros y subsecretarios, porque los pedidos eran muy grandes, y por supuesto tambi\u00e9n ten\u00edamos que tratar con \u00abnuevos ricos\u00bb. La experiencia con mi padre me mostr\u00f3 tipos humanos que probablemente nunca habr\u00eda visto de otro modo, con esa desastrosa gesti\u00f3n de la riqueza. En aquellos d\u00edas, en Bari, la marca de la riqueza repentina era comprar bestias feroces, como leones o tigres, para ponerlas en el jard\u00edn, como si fueran mascotas. Pero cuando se volv\u00edan realmente peligrosos, la gente los devolv\u00eda.<\/p>\n\n\n\n

La experiencia con mi padre me mostr\u00f3 tipos humanos que probablemente nunca habr\u00eda visto de otro modo, con esa desastrosa gesti\u00f3n de la riqueza.<\/p>NICOLA LAGIOIA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

\u00bfHa influido todo eso en su forma de escribir?<\/strong><\/h3>\n\n\n\n

Mucho, porque evidentemente utilizo mucho de lo que he vivido para construir mis novelas. Y adem\u00e1s, en mi frustraci\u00f3n por no haber podido contar todo lo que me hubiera gustado, tambi\u00e9n hay un lado positivo, si tengo que razonar como escritor: me parece que todav\u00eda hay mucha distancia entre las experiencias que he acumulado y lo que he escrito, lo que significa que todav\u00eda hay terreno f\u00e9rtil. Volviendo a la diversidad de los tipos humanos que he conocido, es fundamental: La ciudad de los vivos<\/em> funcion\u00f3 precisamente porque hab\u00eda mucho de todo. Para contar esa historia tuve que tratar con el burgu\u00e9s, el nuevo rico, la prostituta, el traficante de drogas, gente que ten\u00edan poco en com\u00fan entre s\u00ed. <\/p>\n\n\n\n

Y pude hacerlo porque, desde ni\u00f1o, aprend\u00ed a tratar con todo el mundo, estoy acostumbrado a no menospreciar a nadie y a considerar dignos de atenci\u00f3n a todos aquellos con quienes me cruzo. Me parece magn\u00edfico el comienzo de El gran Gatsby<\/em>, de Fitzgerald, cuando el narrador, que procede de una familia burguesa acomodada, presenta su intenci\u00f3n de contar la historia de un hombre que se hizo rico gracias al crimen, Gatsby. Antes de hacerlo, recuerda el consejo de su padre, que le dice que nunca juzgue a los dem\u00e1s con demasiada facilidad, porque no todo el mundo ha tenido tanta suerte como \u00e9l, que naci\u00f3 rico y no tuvo problemas particulares.<\/p>\n\n\n\n

Desde ni\u00f1o, aprend\u00ed a considerar dignos de atenci\u00f3n a todos aquellos con quienes me cruzo. <\/p>NICOLA LAGIOIA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

Tengo eso en mente, y es fundamental para la literatura. Mucha gente piensa que la literatura consiste en denunciar, pero en mi opini\u00f3n, se trata de entender lo que es una persona y comprenderla, contar su historia sin juzgarla. Incluso un asesino o un g\u00e1ngster son seres humanos y su historia merece ser contada. De hecho, toda la literatura occidental se basa en esta premisa: Aquiles o Ulises no eran ciertamente santos, uno era narcisista, violento, pendenciero, orgulloso, el otro un embustero, y sin embargo empatizamos con ellos, nos fascinan sus historias. Madame Bovary es una mit\u00f3mana, y sin embargo nos interesa. <\/p>\n\n\n\n

Volviendo a su relaci\u00f3n con la ciudad, \u00bfcu\u00e1l es su relaci\u00f3n con Bari, donde naci\u00f3 y curs\u00f3 estudios secundarios y universitarios? La Bari en la que creci\u00f3 era muy diferente de la Bari de hoy, que ha sufrido cierta gentrificaci\u00f3n, como otras ciudades del sur.<\/strong><\/h3>\n\n\n\n

Una de las cosas fant\u00e1sticas de Bari cuando yo era ni\u00f1o era que estaba dividida en zonas, con barrios burgueses y barrios \u00aboff\u00bb, donde realmente no se deb\u00eda ir. Hay una an\u00e9cdota sobre Jacques Le Goff: lleg\u00f3 a Bari y estaba desesperado por ver el casco antiguo de la ciudad, que en aquella \u00e9poca era una zona bastante peligrosa. Sus anfitriones se lo desaconsejaron encarecidamente, pero \u00e9l no o\u00eda razones, era medievalista, estaba en uno de los barrios medievales mejor conservados y quer\u00eda ir all\u00ed a toda costa. El resultado fue que, apenas entr\u00f3 en la vieja Bari, lo atacaron y arrastraron varios metros porque no quer\u00eda soltar su bolsa. En resumen, as\u00ed era la ciudad en algunos barrios. <\/p>\n\n\n\n

Otros lugares \u00aboff\u00bb eran CEP y Japigia, que en aquella \u00e9poca eran zonas donde reinaba la droga dura, diferentes no s\u00f3lo en cuanto a sociolog\u00eda, sino precisamente en cuanto a alfabeto: la lengua com\u00fan era s\u00f3lo el dialecto, pero tambi\u00e9n una determinada actitud ante la vida. La primera vez que fui a comprar hach\u00eds a Japigia, me impresion\u00f3 la rapidez con que los traficantes se te acercaban y te preguntaban qu\u00e9 quer\u00edas. Un tal Toquinho vend\u00eda hach\u00eds en medio de un prado, sin preocuparse de que lo vieran o lo interceptaran: llevaba una bolsa grande de la que tomaba 10 o 20 gramos, seg\u00fan la cantidad que le pidieran. Tambi\u00e9n hab\u00eda otro dealer, La Signora, que adem\u00e1s de droga vend\u00eda alimentos, una mezcla de productos que s\u00f3lo ten\u00eda sentido en ese contexto concreto.<\/p>\n\n\n\n

\u00bfCu\u00e1nto hay de folclore en todo esto? <\/strong><\/h3>\n\n\n\n

Lo hay, pero s\u00f3lo hasta cierto punto. Los tipos humanos que conoc\u00ed me fueron sumamente \u00fatiles: La Ferocia <\/em>habr\u00eda podido suceder en cualquier otro lado, no es una novela que necesite a Bari, porque la historia es en cierto modo universal, pero el hecho es que los tipos humanos que contiene son los de Bari, lo que significa que las din\u00e1micas que se establecen s\u00f3lo pueden venir de all\u00ed, y que los personajes s\u00f3lo son cre\u00edbles en ese contexto. Es un poco como las pel\u00edculas de Tot\u00f3: puedes hacer un remake en otro idioma con otros personajes y comprobar que la trama funciona en principio, pero la pel\u00edcula pierde su especificidad original.<\/p>\n\n\n\n

Era importante ir a esos lugares y a esa gente, porque por supuesto eran delincuentes, pero estabas en contacto con gente que viv\u00eda de una forma completamente distinta a la tuya, que hablaba de una forma completamente distinta, pero que ten\u00eda muchas sorpresas detr\u00e1s. Recuerdo haber conocido en CEP a un contrabandista de cigarrillos que, adem\u00e1s de su actividad delictiva, vend\u00eda c\u00f3mics: no s\u00e9 c\u00f3mo se las arreglaba para hacerse con tantos, sobre todo n\u00fameros atrasados imposibles de encontrar, que luego vend\u00eda a la salida de los colegios. Yo era un mani\u00e1tico de los c\u00f3mics y le compraba muchos, le ped\u00eda los n\u00fameros exactos si los necesitaba. Una vez necesit\u00e9 algunos n\u00fameros de Alan Ford, pero \u00e9l siempre se olvidaba de tra\u00e9rmelos, as\u00ed que me invit\u00f3 a casa a recogerlos. <\/p>\n\n\n\n

Recuerdo haber conocido en CEP a un contrabandista de cigarrillos que, adem\u00e1s de su actividad delictiva, vend\u00eda c\u00f3mics.<\/p>NICOLA LAGIOIA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

Convenc\u00ed a mi madre para que me acompa\u00f1ara al CEP, algo inaudito para ella porque nunca \u00edbamos a esas partes de la ciudad, y cuando llegu\u00e9 olvid\u00e9 la direcci\u00f3n. \u00bfQu\u00e9 pod\u00eda hacer? Empec\u00e9 a preguntar d\u00f3nde viv\u00eda el hombre que vend\u00eda c\u00f3mics, pero nadie supo darme una respuesta. Entonces record\u00e9 que el hombre ten\u00eda gatos que sab\u00edan contar, es decir, que estaban entrenados para pulsar una campanita y responder a preguntas de suma. \u00c9l preguntaba cu\u00e1nto era 4+3 y el gato tocaba la campanilla 7 veces. En una ocasi\u00f3n le pregunt\u00e9 \u00ab\u00bfpero c\u00f3mo cuentan?\u00bb, y me contest\u00f3: \u00ab\u00a1tienes que ver a la madre, la madre habla!\u00bb. Entonces, recordando que estaba en CEP y ten\u00eda que cambiar de alfabeto, pregunt\u00e9 en dialecto: \u00abPerdone, \u00bfd\u00f3nde vive el de los gatos que hablan?\u00bb, e inmediatamente a mi interlocutor le cambi\u00f3 la cara: \u00ab\u00a1Pod\u00edas haberlo dicho antes! \u00a1Ah\u00ed vive!\u00bb.<\/p>\n\n\n\n

\n \n \t\r\n\t\t\t\t\t\r\n\t\t\t\t\t\r\n\t\t\t\t\t\r\n\t\t\t\t\r\n\t<\/picture>\r\n \n
Edoardo Tresoldi, Bas\u00edlica de Siponto, Siponto Manfredonia (FG), Italia, 2016 \u00a9 Edoardo Tresoldi 2018<\/figcaption>\n <\/a>\n<\/figure>\n\n\n\n\n

Por cierto, la historia de Toquinho, el traficante de Japigia, tiene un final feliz. A\u00f1os m\u00e1s tarde, estaba presentando Riportando tutto a casa<\/em> en la prisi\u00f3n de Bari y cont\u00e9 esa historia. Al final de la presentaci\u00f3n, uno de los presos se me acerc\u00f3 y me dijo que Toquinho, despu\u00e9s de ser detenido, se hab\u00eda redimido: hab\u00eda cumplido su condena, luego hab\u00eda estudiado para un concurso de oposici\u00f3n, lo hab\u00eda ganado y ahora era celador. <\/p>\n\n\n\n

\u00bfQu\u00e9 recuerdos tiene de Bari como estudiante universitario? \u00bfY hasta qu\u00e9 punto ha cambiado la percepci\u00f3n de su regi\u00f3n, Apulia, aunque ahora sea una de las m\u00e1s interesantes de Italia, no s\u00f3lo por el turismo y el vino, sino tambi\u00e9n por su vitalidad cultural?<\/strong><\/h3>\n\n\n\n

Mi relaci\u00f3n actual con Bari es relativamente distante, porque en los \u00faltimos a\u00f1os el tiempo que he pasado en Roma ha superado al que pas\u00e9 en Bari: me fui de Bari a los 23 a\u00f1os. Pero sigo unido a ella, y estoy muy unido a esta \u00e9poca de mi vida, porque he visto cambiar la ciudad. Bari ten\u00eda los suburbios que he descrito, pero tambi\u00e9n ten\u00eda un centro, que no era s\u00f3lo un barrio profesional, sino un lugar alegre, con una gran escena musical. Desde luego no era comparable a Mil\u00e1n o Florencia, pero ten\u00eda una escena punk y post-punk relevante, donde pod\u00edas conocer a gente muy interesante, que fue fundamental para mi educaci\u00f3n. Cuando estaba en la facultad de Derecho, vi un anuncio en el tabl\u00f3n de anuncios de la facultad: \u00abSe busca amante de la poes\u00eda\u00bb, as\u00ed que me pic\u00f3 la curiosidad y fui a ver. De hecho, otros estudiantes hab\u00edan montado un c\u00edrculo Arci llamado Metr\u00f3polis, que organizaba un acto cada d\u00eda de la semana: los lunes se hablaba de pol\u00edtica, y se llamaba \u00abpoliteia\u00bb, los martes hab\u00eda cinef\u00f3rum, y los jueves hab\u00eda \u00abdedalus\u00bb, donde se hablaba de literatura y poes\u00eda. Durante cuatro a\u00f1os, pas\u00e9 todos los jueves con ese grupo de gente en el barrio entre San Pasquale y Carrassi, una experiencia maravillosa que m\u00e1s tarde dio lugar a parte de mi vida profesional. Ya sea en revistas o no, siempre he trabajado en grupo, y la gesti\u00f3n y el cultivo de grupos culturales es lo que he hecho toda mi vida y lo que sigo haciendo, y que tuvo como punto culminante ese periodo universitario m\u00edo. He mantenido amistad con muchas de las personas que marcaron ese periodo de mi vida. En particular con el protagonista de lo que considero el inicio de la salida de las sombras de Apulia a trav\u00e9s de las artes: Andrea Piva, y su hermano, Alessandro.<\/p>\n\n\n\n

Estoy muy unido a esta \u00e9poca de mi vida, porque he visto cambiar la ciudad.<\/p>NICOLA LAGIOIA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

Los de la pel\u00edcula La CapaGira<\/em>.<\/strong><\/h3>\n\n\n\n

S\u00ed, en mi opini\u00f3n, para Apulia, esa pel\u00edcula marc\u00f3 el inicio de la transformaci\u00f3n, o m\u00e1s bien sac\u00f3 por fin a la luz un movimiento que ya exist\u00eda, pero que hab\u00eda permanecido en las sombras. Hab\u00eda genios aislados como Carmelo Bene, Andrea Pazienza y Pino Pascali, pero no hab\u00eda continuidad desde ese punto de vista. La CapaGira<\/em> es tambi\u00e9n una pel\u00edcula muy apuliana, rodada \u00edntegramente en dialecto y que cuenta la historia de unos medio delincuentes que frecuentan un lugar de juego: es exactamente el tipo de lugar que se podr\u00eda haber frecuentado en Bari en aquella \u00e9poca, por todas las mezclas que ya mencion\u00e9. El propio Andrea Piva recordaba, en cierto modo, a sus personajes, el que le\u00eda a Eliot por la ma\u00f1ana y se iba a jugar al billar en lugares ambiguos por la noche. Esa fauna produjo una pel\u00edcula que es superlocal pero que, en la forma en que est\u00e1 rodada, recuerda el estilo de Jarmusch, porque mantiene unida esa doble v\u00eda formada por la ciudad m\u00e1s marginal y la ciudad intelectualmente vanguardista.<\/p>\n\n\n\n

Hab\u00eda genios aislados como Carmelo Bene, Andrea Pazienza y Pino Pascali, pero no hab\u00eda continuidad desde ese punto de vista.<\/p>NICOLA LAGIOIA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

\u00bfEn qu\u00e9 medida participa usted tambi\u00e9n en el renacimiento cultural de Apulia?<\/strong><\/h3>\n\n\n\n

La ola de representaciones narrativas ha sido producida, en la mayor\u00eda de los casos, por nacionales, por personas que han abandonado la regi\u00f3n, que ya no viven en Apulia. Pero ese momento, a principios de la d\u00e9cada de 2000, coincidi\u00f3 con la victoria de Nichi Vendola, que se convirti\u00f3 en presidente de la regi\u00f3n en 2005, as\u00ed que el m\u00e9rito tambi\u00e9n es de los que se quedaron. La victoria de Vendola parec\u00eda imposible dado su perfil: izquierdista, homosexual, fuera de la l\u00f3gica de los poderes que hab\u00edan gobernado la regi\u00f3n durante 50 a\u00f1os. En cambio, era el hombre adecuado en el lugar adecuado, hab\u00eda captado el momento cultural que atravesaba Apulia y hab\u00eda preparado un punto de inflexi\u00f3n pol\u00edtico. Mi madre votaba por DC y vot\u00f3 por \u00e9l de todo coraz\u00f3n. Fue el \u00fanico que consigui\u00f3 que las madres tradicionalistas de Apulia dijeran: \u00abHijo m\u00edo, \u00bfpor qu\u00e9 no eres gay?\u201d. \u00a1Es fant\u00e1stico! Vendola cambi\u00f3 la percepci\u00f3n de Apulia, pero tambi\u00e9n la percepci\u00f3n que Apulia ten\u00eda de s\u00ed misma, mucho m\u00e1s que los que nos hab\u00edamos ido, porque consigui\u00f3 hechizar a gente que nunca habr\u00eda votado por un homosexual de izquierda.<\/p>\n\n\n\n

La ola de representaciones narrativas ha sido producida, en la mayor\u00eda de los casos, por nacionales, por personas que han abandonado la regi\u00f3n, que ya no viven en Apulia.<\/p>NICOLA LAGIOIA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

Carofiglio, De Cataldo, Negramaro ya hab\u00edan empezado a hacer brillar a Apulia, pero Vendola fue una especie de campanario, la pol\u00edtica siempre llega m\u00e1s tarde, pero en ese caso lo hizo bien. Vendola tom\u00f3 lo mejor de la experiencia progresista, combin\u00e1ndola con la experiencia cat\u00f3lica m\u00e1s izquierdista, que hoy se puede ver en el cardenal Zuppi, pero tambi\u00e9n en el papa Bergoglio. Adem\u00e1s, la experiencia de Vendola demuestra que, en el sur, en ciertos temas, la emancipaci\u00f3n est\u00e1 m\u00e1s avanzada que en el norte: los dos \u00fanicos presidentes regionales homosexuales fueron Vendola y Rosario Crocetta en Sicilia.<\/p>\n\n\n\n

\n \n \t\r\n\t\t\t\t\t\r\n\t\t\t\t\t\r\n\t\t\t\t\t\r\n\t\t\t\t\r\n\t<\/picture>\r\n \n
Edoardo Tresoldi, Bas\u00edlica de Siponto, Siponto Manfredonia (FG), Italia, 2016 \u00a9 Edoardo Tresoldi 2018<\/figcaption>\n <\/a>\n<\/figure>\n\n\n\n\n

Por todo lo dicho, la relaci\u00f3n literaria con la tierra de mis or\u00edgenes es m\u00e1s f\u00e1cil que cuando se trata de lugares m\u00edticos de la literatura italiana como Trieste o Roma, donde inevitablemente la comparaci\u00f3n con los que te precedieron es despiadada. Con Apulia, me sent\u00ed como Walt Whitman: me ocupaba de una tierra de la que no se hablaba mucho, as\u00ed que me sent\u00ed con derecho a plantar la bandera, fui uno de los primeros en hablar de ella, era poco conocida, y sigue siendo una tierra virgen desde ese punto de vista.<\/p>\n\n\n\n

\u00bfQu\u00e9 importancia tiene el dialecto en sus escritos y, en general, en la literatura italiana? Desde ese punto de vista, Italia es casi \u00fanica en Europa, acostumbrada como est\u00e1 a pa\u00edses con lenguas diferentes y una dignidad literaria aut\u00f3noma (como Espa\u00f1a o B\u00e9lgica), pero menos a estados donde el dialecto local es tan distintivo, no s\u00f3lo en la vida cotidiana sino tambi\u00e9n, precisamente, en la escritura.<\/strong><\/h3>\n\n\n\n

Para m\u00ed, el dialecto es fundamental, me inserto en \u00e9l y lo utilizo, y tambi\u00e9n conozco lenguas de otras regiones, como el napolitano o el siciliano. Pero si lo pienso, me parece que su funci\u00f3n principal es casi la de insultar, la de explotar: recuerdo que hace unas semanas iba en mi scooter y me encontr\u00e9 con unas personas que me hab\u00edan puesto una multa de aparcamiento y tambi\u00e9n me hab\u00edan insultado, as\u00ed que me transfigur\u00e9 y les dije en dialecto \u00abte voy a romper la cabeza\u00bb, y obviamente no entendieron lo que dec\u00eda, pero entendieron que era una frase agresiva. El dialecto es el lenguaje de los insultos, pero tambi\u00e9n el lenguaje que sale antes de las peleas (o para evitarlas), en definitiva, la din\u00e1mica del \u00absu\u00e9ltame, su\u00e9ltame\u00bb un momento antes de la pelea, y luego del \u00abdetenme, detenme\u00bb para evitarla. Tambi\u00e9n es el lenguaje que se utiliza para cerrar tratos r\u00e1pidamente, para darse a entender mejor: en Bari siempre decimos que \u00abuna palabra es poco y dos es demasiado\u00bb, y el dialecto es el territorio intermedio.<\/p>\n\n\n\n

En el lugar de donde vienes, est\u00e1s desnudo. En comparaci\u00f3n con cualquier otro lugar, los que han tenido acceso a tu adolescencia o juventud son diferentes.<\/p>NICOLA LAGIOIA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

\u00bfQu\u00e9 tipo de relaci\u00f3n mantiene con los lectores de Apulia? \u00bfExiste una relaci\u00f3n especial con ellos?<\/strong><\/h3>\n\n\n\n

Para ser sincero, s\u00f3lo tengo relaci\u00f3n con los apulianos que conozco fuera de Apulia, porque somos \u00abexiliados\u00bb y eso nos basta para tener puntos en com\u00fan. Para m\u00ed, volver a Bari para presentar mis libros es dif\u00edcil: es tu lugar de origen y en realidad te sientes menos protegido, puedes encontrarte con la novia de los 15 a\u00f1os, con el traficante de drogas, con el antiguo compa\u00f1ero de clase, con el antiguo profesor. Esto es algo que comparto con Francesco Piccolo en Caserta o Domenico Starnone en N\u00e1poles, para ellos tambi\u00e9n es m\u00e1s dif\u00edcil hablar ante un p\u00fablico que conocen \u00edntimamente. En el lugar de donde vienes, est\u00e1s desnudo, puede haber gente en el p\u00fablico que te haya visto llorar por amor o que te haya visto vomitar cuando estabas borracho; est\u00e1s desnudo delante de ellos en comparaci\u00f3n con cualquier otro lugar, los que han tenido acceso a tu adolescencia o juventud son diferentes. Por supuesto, ir\u00eda a comer o a tomar una copa inmediatamente despu\u00e9s con mucha gente sentada entre el p\u00fablico, pero ir all\u00ed a llevar uno de mis libros me resulta alienante, querr\u00eda bajarme del escenario enseguida, porque para m\u00ed Bari es una ciudad de recuerdos, mientras que para otros es un lugar vivo, en evoluci\u00f3n. La percibimos de forma diferente. Pero es inevitable.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

En una larga entrevista, el escritor italiano relata su juventud pasada en Apulia, entre Bari y un peque\u00f1o pueblo: un periodo que le dio la oportunidad de conocer tanto al campesinado como a los bajos fondos y a la peque\u00f1a burgues\u00eda que se enriqueci\u00f3 r\u00e1pidamente a finales de los a\u00f1os ochenta. Fue una experiencia fundamental para forjar su idea de la literatura. 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