El resultado ha sido, y seguir\u00e1 siendo, importantes trastornos en el contenido y el ordenamiento de los principios y las normas jur\u00eddicas internacionales. No obstante, es dif\u00edcil, si no imposible, determinar con certeza las consecuencias directas de la guerra en Ucrania y la devastaci\u00f3n causada por otras crisis que tambi\u00e9n han puesto de manifiesto los fallos del orden jur\u00eddico internacional.<\/p>\n\n\n\n
Al lanzar la \u00aboperaci\u00f3n militar especial\u00bb, el presidente de la Federaci\u00f3n de Rusia viol\u00f3 pr\u00e1cticamente todos los principios establecidos en el art\u00edculo 2 de la Carta de las Naciones Unidas <\/span>3<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/p>\n\n\n\n Al lanzar la \u00aboperaci\u00f3n militar especial\u00bb, el presidente de la Federaci\u00f3n de Rusia viol\u00f3 pr\u00e1cticamente todos los principios establecidos en el art\u00edculo 2 de la Carta de las Naciones Unidas.<\/p>ALAIN PELLET<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n \u00c9ste es, por supuesto, el caso del principio establecido en el apartado 4, que insta a los miembros de la Organizaci\u00f3n a abstenerse \u00aben sus relaciones internacionales, de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia pol\u00edtica de cualquier Estado o de incurrir en cualquier otro proceder incompatible con los Prop\u00f3sitos de las Naciones Unidas\u00bb. Por supuesto, hay excepciones a este principio; s\u00f3lo dos: una decisi\u00f3n del Consejo de Seguridad en virtud del Cap\u00edtulo VII de la Carta que autorice el uso de la fuerza armada, lo que, evidentemente, est\u00e1 fuera de toda duda, o una situaci\u00f3n de leg\u00edtima defensa, prevista en el art\u00edculo 51. Esta circunstancia, invocada por Putin, no puede aceptarse a pesar de que Rusia cumpli\u00f3 formalmente con la obligaci\u00f3n procedimental de \u00abinformarle al Consejo\u00bb sobre las medidas adoptadas en el ejercicio de este \u00abderecho natural\u00bb mediante la difusi\u00f3n del discurso pronunciado por el presidente ruso en la madrugada del 24 de febrero, cuando comenz\u00f3 la \u00aboperaci\u00f3n especial\u00bb <\/span>4<\/sup><\/a><\/span><\/span>. Sin embargo, en cuanto al fondo, los rocambolescos motivos esgrimidos, sin la menor prueba de supuestos preparativos de agresi\u00f3n por parte de Ucrania ni de la OTAN contra Rusia, no pueden ser mal utilizados, incluso si se admitiera que la leg\u00edtima defensa \u00abpreventiva\u00bb pudiera ser l\u00edcita, lo cual es muy dudoso <\/span>5<\/sup><\/a><\/span><\/span>. La Asamblea General de las Naciones Unidas no se equivoc\u00f3 y, en una resoluci\u00f3n, adoptada el 2 de marzo de 2022 por una ampl\u00edsima mayor\u00eda, deplor\u00f3 \u00aben los t\u00e9rminos m\u00e1s en\u00e9rgicos, la agresi\u00f3n cometida por la Federaci\u00f3n de Rusia contra Ucrania en violaci\u00f3n del p\u00e1rrafo 4 del Art\u00edculo 2 de la Carta\u00bb <\/span>6<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/p>\n\n\n\n Al tratar de anexionar Crimea, en 2014, y, luego, en septiembre de 2022, las provincias de Lugansk y Donetsk y las regiones de Zaporijia y Jerson, Rusia ha socavado clara y gravemente, aunque de distintas maneras, el principio de integridad territorial de los Estados. En el caso de Crimea, que pas\u00f3 a formar parte de Ucrania en 1954, Rusia no utiliz\u00f3 abiertamente la fuerza armada, a pesar de la infiltraci\u00f3n masiva de unidades especiales que, sin derramamiento de sangre ni resistencia por parte de las tropas ucranianas, tomaron el control de los principales centros pol\u00edticos e infraestructuras civiles y militares de Crimea, como preludio de un refer\u00e9ndum irregular. Incuestionablemente incompatible con el derecho internacional, la operaci\u00f3n no pod\u00eda, sin embargo, calificarse, jur\u00eddicamente, de agresi\u00f3n <\/span>7<\/sup><\/a><\/span><\/span>, a diferencia de la anexi\u00f3n de Donbass, precedida por el \u00abcontrol efectivo\u00bb, militar, pol\u00edtico y econ\u00f3mico que Rusia ejerc\u00eda sobre esta regi\u00f3n desde mayo de 2014 <\/span>8<\/sup><\/a><\/span><\/span> y por violentos combates dirigidos por el ej\u00e9rcito ucraniano. Esta anexi\u00f3n supone, tambi\u00e9n, una violaci\u00f3n flagrante del Acuerdo de Minsk II (12 de febrero de 2015). En ambos casos, la violaci\u00f3n de la integridad territorial de Ucrania, que debe evaluarse en la fecha de adhesi\u00f3n a la independencia <\/span>9<\/sup><\/a><\/span><\/span>, es sorprendente y ha sido condenada por resoluciones firmes de la Asamblea General de las Naciones Unidas que recuerdan que \u00abno se reconocer\u00e1 como legal ninguna adquisici\u00f3n territorial resultante de la amenaza o del uso de la fuerza\u00bb <\/span>10<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/p>\n\n\n\n Al hacer un uso masivo de la fuerza armada para resolver las disputas con Ucrania \u2013en gran parte, por motivos imaginarios\u2013, Rusia ha despreciado el principio consagrado en los Art\u00edculos 2, p\u00e1rrafo 3 y 33 de la Carta.<\/p>ALAIN PELLET<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n Al impugnar la legitimidad de la propia existencia de Ucrania, un Estado \u00abcreado artificialmente\u00bb, el presidente ruso niega la igualdad soberana de los miembros de la ONU, el primero de los principios proclamados por la Carta para alcanzar sus objetivos <\/span>11<\/sup><\/a><\/span><\/span>. Al mismo tiempo, Rusia ha violado tanto el principio de igualdad de derechos y autodeterminaci\u00f3n de los pueblos <\/span>12<\/sup><\/a><\/span><\/span> como el principio de no intervenci\u00f3n en los asuntos internos de los Estados. En su discurso del 24 de febrero de 2022, y en muchos otros, el jefe de Estado ruso proclam\u00f3 que su objetivo era la \u00abdesmilitarizaci\u00f3n y desnazificaci\u00f3n de Ucrania\u00bb y exigi\u00f3 neutralidad <\/span>13<\/sup><\/a><\/span><\/span>. Parafraseando un dictum<\/em> del Tribunal Internacional de Justicia (T.I.J.) en su famosa sentencia de 1986, en el caso de Nicaragua contra Estados Unidos: \u00abEn cualquier caso, aunque [Rusia puede], ciertamente, hacer [su] propia evaluaci\u00f3n de la situaci\u00f3n de los derechos humanos [en Ucrania], el uso de la fuerza no puede ser el m\u00e9todo adecuado para verificar ni garantizar el respeto de esos derechos\u00bb <\/span>14<\/sup><\/a><\/span><\/span>; adem\u00e1s, \u00abno existen, en derecho internacional, m\u00e1s normas que las que el Estado en cuesti\u00f3n pueda aceptar, por tratado o de otro modo, que impongan limitaciones a nivel del armamento de un Estado soberano, con este principio v\u00e1lido para todos los Estados sin distinci\u00f3n\u00bb <\/span>15<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/p>\n\n\n\n Al hacer un uso masivo de la fuerza armada para resolver las disputas con Ucrania \u2013en gran parte, por motivos imaginarios\u2013, Rusia ha despreciado el principio consagrado en los Art\u00edculos 2, p\u00e1rrafo 3 y 33 de la Carta sobre que \u00ablos miembros de la Organizaci\u00f3n arreglar\u00e1n sus controversias internacionales por medios pac\u00edficos de tal manera que no se pongan en peligro ni la paz ni la seguridad internacionales ni la justicia\u00bb. En su discurso del 24 de febrero de 2022, Putin culp\u00f3 a Ucrania: \u00abDurante ocho a\u00f1os, ocho a\u00f1os infinitamente largos, hemos hecho todo lo posible para encontrar una soluci\u00f3n pac\u00edfica a la situaci\u00f3n por medios pol\u00edticos. En vano\u00bb <\/span>16<\/sup><\/a><\/span><\/span>. En v\u00edsperas de la agresi\u00f3n, declar\u00f3 que estaba \u00absiempre abierto al di\u00e1logo directo y honesto para encontrar soluciones diplom\u00e1ticas a los problemas m\u00e1s complejos\u00bb. No obstante, a\u00f1adi\u00f3: \u00abSin embargo, los intereses y la seguridad de nuestros ciudadanos no son negociables para nosotros\u00bb <\/span>17<\/sup><\/a><\/span><\/span>. Desde entonces, \u00e9l y otros pol\u00edticos rusos de alto rango han repetido esta \u00aboferta\u00bb con condiciones m\u00e1s o menos precisas (pero siempre exigiendo la desmilitarizaci\u00f3n, neutralizaci\u00f3n y \u00abdesnazificaci\u00f3n\u00bb de Ucrania y el reconocimiento de las conquistas territoriales de Rusia) <\/span>18<\/sup><\/a><\/span><\/span>. Esto significa que las negociaciones supuestamente ofrecidas carecen de todo significado de antemano y, como insisti\u00f3 el TIJ, \u00abla noci\u00f3n de ‘negociaciones’ […] implica, como m\u00ednimo, que una de las partes intente, realmente, entablar una discusi\u00f3n con la otra parte con vistas a resolver la controversia\u00bb <\/span>19<\/sup><\/a><\/span><\/span> y, si hay discusiones, \u00ablas partes tienen la obligaci\u00f3n de comportarse de manera que la negociaci\u00f3n tenga sentido, lo que no ocurre cuando una de ellas insiste en su propia posici\u00f3n sin considerar ninguna modificaci\u00f3n\u00bb <\/span>20<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/p>\n\n\n\n Al impugnar la legitimidad de la propia existencia de Ucrania, un Estado \u00abcreado artificialmente\u00bb, el presidente ruso niega la igualdad soberana de los miembros de la ONU, el primero de los principios proclamados por la Carta para alcanzar sus objetivos<\/p>ALAIN PELLET<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n En t\u00e9rminos m\u00e1s generales, el resultado de todos estos incumplimientos es, tambi\u00e9n, una clara violaci\u00f3n del principio establecido en el p\u00e1rrafo 2 del Art\u00edculo 2 de la Carta, seg\u00fan el cual los miembros de las Naciones Unidas \u00abcumplir\u00e1n de buena fe las obligaciones contra\u00eddas en virtud de esta Carta\u00bb. Sin duda, el principio de buena fe, que \u00abes uno de los principios b\u00e1sicos que rigen la creaci\u00f3n y el cumplimiento de las obligaciones jur\u00eddicas, [no es], en s\u00ed mismo, fuente de obligaci\u00f3n donde, de otro modo, no existir\u00eda ninguna\u00bb <\/span>21<\/sup><\/a><\/span><\/span>, pero, en este caso, todos los dem\u00e1s incumplimientos imputables a Rusia se caracterizan por una manifiesta mala fe.<\/p>\n\n\n\n La consecuencia es un desaf\u00edo sistem\u00e1tico de uno de los principios fundadores del derecho internacional, seg\u00fan el cual \u00abtodo tratado en vigor obliga a las partes y debe cumplirse de buena fe\u00bb <\/span>22<\/sup><\/a><\/span><\/span> (Pacta sunt servanda<\/em>), ya que la Carta de las Naciones Unidas no es el \u00fanico tratado que Rusia no ha cumplido. Los principales convenios sobre el \u00abderecho humanitario de la guerra\u00bb, en particular, los Convenios de Ginebra de 1949 (cuyas disposiciones reflejan, en gran medida, las normas consuetudinarias), tambi\u00e9n sufren violaciones sistem\u00e1ticas, lo que justifica la acusaci\u00f3n no s\u00f3lo de quienes las cometen directamente sobre el terreno, sino, tambi\u00e9n, del jefe del Estado y de otros responsables rusos, por cr\u00edmenes de guerra o cr\u00edmenes contra la humanidad, como demuestran las recientes \u00f3rdenes de detenci\u00f3n dictadas por la Corte Penal Internacional contra Vladimir Putin y Maria Lvova-Belova, comisionada rusa de Derechos Infantiles, por su implicaci\u00f3n en la deportaci\u00f3n y traslado a Rusia de ni\u00f1os ucranianos <\/span>23<\/sup><\/a><\/span><\/span>. Otros tratados, que imponen obligaciones m\u00e1s espec\u00edficas para Rusia, tambi\u00e9n sufren violaciones de su parte; por ejemplo, los Acuerdos de Minsk de 2014 y 2015 o el Memor\u00e1ndum de Budapest del 5 de diciembre de 1994, por el que, conjuntamente con Estados Unidos y el Reino Unido, se comprometi\u00f3 a \u00abrespetar la independencia y soberan\u00eda [de Ucrania] y sus fronteras existentes\u00bb, por el que reafirm\u00f3 su \u00abobligaci\u00f3n de abstenerse de la amenaza o el uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia pol\u00edtica de Ucrania\u00bb y por el que garantiz\u00f3 que \u00abninguna de [sus] armas ser\u00e1 utilizada contra Ucrania, salvo en leg\u00edtima defensa o, de otro modo, de conformidad con las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas\u00bb <\/span>24<\/sup><\/a><\/span><\/span>. Sin duda, esto no es m\u00e1s que una reafirmaci\u00f3n de obligaciones preexistentes, pero su repetici\u00f3n en compromisos espec\u00edficos para los dos Estados en cuesti\u00f3n refuerza su fuerza jur\u00eddica; a la luz de la guerra desencadenada por Rusia en Ucrania, el compromiso que hab\u00eda asumido en virtud del art\u00edculo 4 del Memor\u00e1ndum de \u00absolicitar al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que intervenga inmediatamente para ayudar a Ucrania, como Estado no poseedor de armas nucleares, parte del Tratado sobre la No Proliferaci\u00f3n de Armas Nucleares [TNP], en caso de ser objeto de una agresi\u00f3n o de una amenaza de agresi\u00f3n con armas nucleares\u00bb suena amargamente ir\u00f3nico. Adem\u00e1s, las repetidas amenazas de Vladimir Putin sobre el posible uso de tal arma <\/span>25<\/sup><\/a><\/span><\/span> son contrarias tanto al Art\u00edculo 5 del Memor\u00e1ndum como al propio TNP, que, tambi\u00e9n, proh\u00edbe, en t\u00e9rminos especialmente amplios y categ\u00f3ricos, la transferencia directa o indirecta de armas nucleares u \u00abotros artefactos explosivos nucleares a cualquier persona\u00bb <\/span>26<\/sup><\/a><\/span><\/span>; el anunciado despliegue de armas nucleares \u00abt\u00e1cticas\u00bb en Bielorrusia <\/span>27<\/sup><\/a><\/span><\/span> constituir\u00eda una nueva violaci\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n Rara vez, aparte de la Alemania nazi en su d\u00eda, un Estado ha violado tantos principios y normas del derecho internacional en tan poco tiempo. No cabe duda de que se trata de una pol\u00edtica deliberada, parte del deseo del dictador ruso de desafiar el orden jur\u00eddico internacional de posguerra -al mismo tiempo que finge querer restaurarlo a su pureza original-. Ya en 2017, durante la reuni\u00f3n ampliada del Consejo de la Comunidad de Estados Independientes (formada por los jefes de los Estados surgidos de la antigua Uni\u00f3n Sovi\u00e9tica), Putin pidi\u00f3 \u00abla construcci\u00f3n de un orden internacional justo basado en los principios generalmente aceptados del derecho internacional\u00bb <\/span>28<\/sup><\/a><\/span><\/span>. M\u00e1s recientemente, cuando su ministro de Asuntos Exteriores critic\u00f3 el \u00aborden basado en normas de Occidente\u00bb <\/span>29<\/sup><\/a><\/span><\/span>, acus\u00f3 a Estados Unidos de haber \u00abdesmantelado la arquitectura de las relaciones internacionales posterior a la Segunda Guerra Mundial\u00bb <\/span>30<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/p>\n\n\n\n Rara vez, aparte de la Alemania nazi en su d\u00eda, un Estado ha violado tantos principios y normas del derecho internacional en tan poco tiempo. No cabe duda de que se trata de una pol\u00edtica deliberada, parte del deseo del dictador ruso de desafiar el orden jur\u00eddico internacional de posguerra.<\/p>ALAIN PELLET<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n No cabe duda de que la acumulaci\u00f3n de violaciones de las normas m\u00e1s establecidas del derecho internacional por parte de un Estado importante, aunque ya no sea una gran potencia, con el apoyo (cauteloso) de China, puede contribuir por s\u00ed misma a socavarlas. En su reuni\u00f3n en Mosc\u00fa, los d\u00edas 20 y 21 de marzo de 2023, los presidentes de China y Rusia no ocultaron su deseo de cambiar radicalmente el orden jur\u00eddico internacional y, como dijo el primero al despedirse del segundo, \u00abhoy, hay m\u00e1s cambios de los que ha habido en 100 a\u00f1os. Cuando estamos juntos, estamos en el origen de estos cambios\u00bb <\/span>31<\/sup><\/a><\/span><\/span>. \u00bfSe est\u00e1n produciendo realmente? Eso a\u00fan es incierto.<\/p>\n\n\n\n Lo cierto es que estos golpes son tan amenazadores para el orden internacional, concebido en 1945 y reforzado con la ca\u00edda del Muro de Berl\u00edn en 1989, como que los propios Estados occidentales, que fueron sus promotores y principales beneficiarios, han violado c\u00ednicamente las normas que pretend\u00edan imponer al resto del mundo, sobre todo, en lo que se refiere a la protecci\u00f3n de los derechos humanos e, incluso, al uso de la fuerza armada. No cabe duda de que, entre otras causas, la suma de las violaciones por parte de Rusia a las reiteradas infracciones cometidas por los pa\u00edses occidentales socava estos principios. Adem\u00e1s, el mundo bipolar en el que fueron adoptadas y florecieron estas normas se ha roto m\u00e1s y m\u00e1s, en gran medida, en favor de una multipolaridad desigual y de lo que se ha propuesto como \u00abpolilateralismo\u00bb, caracterizado por el papel que desempe\u00f1an, en la definici\u00f3n y aplicaci\u00f3n de las normas correspondientes a las actividades transnacionales, una gran variedad de actores \u2013los Estados, por supuesto, pero, tambi\u00e9n, en detrimento de su monopolio tradicional, las organizaciones de la sociedad civil o las empresas transnacionales <\/span>32<\/sup><\/a><\/span><\/span>. En este nuevo entorno, Rusia no est\u00e1 aislada en su contestaci\u00f3n; la comparten una gran parte de los Estados del \u00absur global\u00bb y China, que, present\u00e1ndose como alternativa a la asociaci\u00f3n \u00abOccidente-Sur\u00bb y adalid del multilateralismo, se esfuerza por confiscarla en beneficio propio a costa de una nueva \u00abguerra fr\u00eda\u00bb.<\/p>\n\n\n\n La resilencia a largo plazo de los principios proclamados en 1945 estar\u00eda mejor garantizada si se adaptaran y completaran para responder a las exigencias del mundo actual. <\/p>ALAIN PELLET<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n El hecho es que, en cierto modo, la agresi\u00f3n contra Ucrania ha contribuido, al menos, a corto plazo, no s\u00f3lo a cerrar filas en Occidente y a reforzar la UE y la OTAN, sino, tambi\u00e9n, en t\u00e9rminos jur\u00eddicos, a la reafirmaci\u00f3n solemne de los principios transgredidos por Rusia, en particular, por la Asamblea General, en varias resoluciones adoptadas en su und\u00e9cima sesi\u00f3n extraordinaria de emergencia <\/span>33<\/sup><\/a><\/span><\/span>. El 24 de abril de 2023, Rusia tuvo, incluso, el cinismo de organizar un debate en el Consejo de Seguridad, presidido por su ministro de Asuntos Exteriores, Sergu\u00e9i Lavrov, sobre \u00abel multilateralismo eficaz mediante la defensa de los principios de la Carta de las Naciones Unidas\u00bb. Y, derechos humanos aparte \u2013lo que, es cierto, no es poco\u2013, China tambi\u00e9n se refiere a ellos constantemente, prueba de su vitalidad. <\/p>\n\n\n\n![](\"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/wp-content\/uploads\/sites\/2\/2023\/06\/SIPA_ap22793182_000003-3-125x82.jpg\")
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