Frente a cierto culto a la identidad, la cultura europea no deja de revelar esta paradoja: existe una identidad, la m\u00eda, la nuestra, pero es infinitamente construible a trav\u00e9s del cuestionamiento y la refundaci\u00f3n. <\/p>\n\n\n\n
Lo oigo en la palabra del Dios jud\u00edo: Eyeh asher eyeh<\/em> (\u00c9xodo, 3:14), retomada por Jes\u00fas (Juan, 8:23). Es una identidad sin definici\u00f3n, que remite al \u00abyo\u00bb a un irrepresentable y eterno retorno sobre su propio ser. Lo oigo, de otro modo, en el di\u00e1logo silencioso del Yo pensante consigo mismo, seg\u00fan Plat\u00f3n, siempre \u00abdos en uno\u00bb, y cuyo pensamiento no da respuesta, sino que disgrega. En la philia politik\u00e8<\/em>, seg\u00fan Arist\u00f3teles, que anuncia el espacio social y un proyecto pol\u00edtico que apela a la memoria singular y a la biograf\u00eda individual. En el viaje, en el sentido de San Agust\u00edn, para quien s\u00f3lo hay una patria, la del viaje: In via in patria<\/em>. En los Ensayos de Montaigne<\/em>, que consagran la polifon\u00eda de la identidad del Yo: \u00abTodos somos piezas y formamos parte de un contexto tan diverso que cada pieza, cada momento tiene su propia din\u00e1mica\u00bb; en el cogito<\/em> de Descartes, donde o\u00edmos \u00abs\u00f3lo existo porque pienso\u00bb. Sin embargo, \u00bfqu\u00e9 es pensar? Lo vuelvo a o\u00edr en la revuelta de Fausto seg\u00fan Goethe: Ich bin der Geist der stetz verneint<\/em> (\u00abSoy la mente que siempre niega\u00bb). En el \u00aban\u00e1lisis sin fin…\u00bb de Freud: \u00abDebo llegar a estar donde estaba\u00bb.<\/p>\n\n\n\n A la pregunta \u00ab\u00bfqui\u00e9n soy?\u00bb, la mejor respuesta europea no es, evidentemente, la certeza, sino el amor al interrogante. Despu\u00e9s de haber sucumbido ante los dogmas identitarios hasta el crimen, est\u00e1 surgiendo un \u00abnosotros\u00bb europeo. \u00bfNo ser\u00e1 porque Europa ha sucumbido a la barbarie (esto, hay que recordarlo y analizarlo sin cesar; se ha analizado mejor; le aporta al mundo una concepci\u00f3n y una pr\u00e1ctica de la identidad como angustia interrogativa)? Es posible asumir el patrimonio europeo repens\u00e1ndolo como ant\u00eddoto contra las tensiones identitarias: las nuestras y las de todos los bandos.<\/p>\n\n\n\n A la pregunta \u00ab\u00bfqui\u00e9n soy?\u00bb, la mejor respuesta europea no es, evidentemente, la certeza, sino el amor al interrogante.<\/p>JULIA KRISTEVA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n Sin intenciones de enumerar todas las fuentes de esta cuesti\u00f3n de la identidad, recordemos que el cuestionamiento permanente puede derivar hacia la duda corrosiva y hacia el odio a uno mismo: una autodestrucci\u00f3n de la que Europa est\u00e1 lejos de librarse. Esta herencia de la identidad como interrogante se reduce, muchas veces, a una \u00abtolerancia\u00bb permisiva hacia los dem\u00e1s. No obstante, la tolerancia no es m\u00e1s que el grado cero del cuestionamiento, que no se reduce a una acogida generosa del otro, sino que lo invita a cuestionarse a s\u00ed mismo: llevar la cultura del cuestionamiento y del di\u00e1logo al encuentro, que representan problemas para todos los participantes. No hay fobia en el cuestionamiento mutuo, sino una lucidez sin fin, \u00fanica condici\u00f3n para \u00abvivir juntos\u00bb. La identidad entendida de esta manera puede conducir a una identidad plural: es el multiling\u00fcismo del nuevo ciudadano europeo.<\/p>\n\n\n\n \u00abLa diversidad es mi lema\u00bb, dec\u00eda Jean de La Fontaine en su P\u00e2t\u00e9 d’anguille<\/em>. Europa es, hoy, una entidad pol\u00edtica cuyo n\u00famero de lenguas que habla es igual o superior al n\u00famero de pa\u00edses que tiene. Este multiling\u00fcismo es la base de la diversidad cultural. Debe salvaguardarse y respetarse (y, con \u00e9l, los caracteres nacionales), pero tambi\u00e9n intercambiarse, mezclarse y cruzarse. Y esto es algo nuevo para los europeos y europeas, cosa que merece una reflexi\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n Tras el horror de la Shoah, tanto el burgu\u00e9s del siglo XIX como el rebelde del XX se enfrentan, ahora, a otra era. La diversidad ling\u00fc\u00edstica europea est\u00e1 creando individuos caleidosc\u00f3picos capaces de desafiar el biling\u00fcismo del globish english<\/em>. \u00bfEsto es posible? Hoy, todo demostrar\u00eda lo contrario. Sin embargo, poco a poco, va surgiendo una nueva especie: un sujeto polif\u00f3nico, un ciudadano pol\u00edglota de una Europa plurinacional. \u00bfSer\u00e1 el futuro europeo un sujeto singular, con una psique intr\u00ednsecamente plural, triling\u00fce, cuatriling\u00fce, multiling\u00fce? \u00bfO se reducir\u00e1 al globish<\/em>?<\/p>\n\n\n\n El espacio multiling\u00fce de Europa exige, m\u00e1s que nunca, que los franceses se vuelvan pol\u00edglotas, que conozcan la diversidad del mundo y que aporten al conocimiento de Europa y del mundo lo que les es propio. Lo que digo del franc\u00e9s se aplica, evidentemente, a las dem\u00e1s lenguas de la polifon\u00eda europea de los 28. A trav\u00e9s de la lengua de los dem\u00e1s, ser\u00e1 posible despertar una nueva pasi\u00f3n por cada lengua: b\u00falgaro, sueco, dan\u00e9s, portugu\u00e9s… Entonces, ser\u00e1 recibido no como una estrella fugaz ni como un folclore nost\u00e1lgico ni como una reliquia acad\u00e9mica, sino como un \u00edndice mayor de una diversidad resurgente.<\/p>\n\n\n\n Poco a poco, va surgiendo una nueva especie: un sujeto polif\u00f3nico, un ciudadano pol\u00edglota de una Europa plurinacional.<\/p>JULIA KRISTEVA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n Por mucho que dure, el car\u00e1cter nacional puede atravesar (al igual que los individuos) una aut\u00e9ntica depresi\u00f3n. Europa est\u00e1 perdiendo su imagen de gran potencia y la crisis financiera, pol\u00edtica y existencial se deja sentir. Tambi\u00e9n, es el caso de las naciones europeas y, entre ellas, las m\u00e1s reconocidas hist\u00f3ricamente, incluida Francia. Los \u00abGilets jaunes\u00bb han dado testimonio de ello, as\u00ed como otros enfrentamientos en Italia.<\/p>\n\n\n\n Al tratar con un paciente deprimido, el psicoanalista empieza por restablecer la confianza en s\u00ed mismo, a partir de la cual es posible establecer una relaci\u00f3n entre los dos protagonistas del tratamiento, de modo que la palabra se haga fruct\u00edfera y pueda tener lugar un verdadero an\u00e1lisis cr\u00edtico del malestar. Del mismo modo, la naci\u00f3n deprimida requiere una imagen \u00f3ptima de s\u00ed misma antes de ser capaz de realizar esfuerzos para emprender, por ejemplo, la integraci\u00f3n europea o la expansi\u00f3n industrial y comercial o una mejor acogida de los inmigrantes. \u00abLas naciones, como los hombres, mueren de imperceptible groser\u00eda\u00bb, escribi\u00f3 Giraudoux. El universalismo mal entendido y la culpabilidad colonial han llevado a muchos actores pol\u00edticos e ideol\u00f3gicos a cometer, muchas veces, bajo el disfraz del cosmopolitismo, esas \u00abimperceptibles descortes\u00edas\u00bb \u2013o, incluso, un arrogante desprecio\u2013 hacia la Naci\u00f3n. Contribuyen a agravar la depresi\u00f3n nacional, antes de lanzarla a la exaltaci\u00f3n man\u00edaca, nacionalista y xen\u00f3foba.<\/p>\n\n\n\n Las naciones de Europa esperan a Europa y Europa necesita culturas nacionales orgullosas de s\u00ed mismas y valoradas, para lograr la diversidad cultural en el mundo que le hemos encomendado a la UNESCO. La diversidad cultural nacional es el \u00fanico ant\u00eddoto contra el mal de la banalidad, esta nueva versi\u00f3n de la banalidad del mal. La Europa \u00abfederal\u00bb, as\u00ed entendida (y ninguna otra entidad estatal supranacional), podr\u00eda, entonces, desempe\u00f1ar un papel importante en la b\u00fasqueda de nuevos equilibrios mundiales.<\/p>\n\n\n\n Las naciones de Europa esperan a Europa y Europa necesita culturas nacionales orgullosas de s\u00ed mismas y valoradas.<\/p>JULIA KRISTEVA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n La ca\u00edda del Muro de Berl\u00edn, en 1989, dej\u00f3 m\u00e1s clara la diferencia entre dos modelos: la cultura europea y la cultura norteamericana. Se trata de dos concepciones de la libertad que las democracias, en su conjunto y sin excepci\u00f3n, tienen el privilegio de haber desarrollado y que intentan aplicar. Diferentes, pero complementarias, estas dos versiones tambi\u00e9n est\u00e1n presentes en los principios e instituciones internacionales tanto en Europa como al otro lado del Atl\u00e1ntico.<\/p>\n\n\n\n Al identificar \u00ablibertad\u00bb con \u00abautocomienzo\u00bb, Kant le abre el camino a una apolog\u00eda de la subjetividad emprendedora \u2013subordinada, sin embargo, a la libertad de la Raz\u00f3n (pura o pr\u00e1ctica) y a una Causa (divina o moral). En este orden de pensamiento, favorecido por el protestantismo, la libertad aparece como una libertad de adaptaci\u00f3n a la l\u00f3gica de causa y efecto o, por utilizar los t\u00e9rminos de Hannah Arendt, como una adaptaci\u00f3n o \u00abc\u00e1lculo de consecuencias\u00bb, a la l\u00f3gica de la producci\u00f3n, de la ciencia, de la econom\u00eda. Ser libre ser\u00eda ser libre para sacar los mejores efectos de la cadena de causas y efectos para adaptarse al mercado de la producci\u00f3n y del beneficio.<\/p>\n\n\n\n Sin embargo, existe otro modelo de libertad, tambi\u00e9n, de origen europeo. Aparece en el mundo griego, se desarrolla con los presocr\u00e1ticos y a trav\u00e9s del di\u00e1logo socr\u00e1tico. Sin estar subordinada a una causa, esta libertad fundamental se despliega en el Ser de la palabra que se entrega, se da, se presenta a s\u00ed misma y ante el otro y, en este sentido, se libera. Esta liberaci\u00f3n del Ser de la Palabra, a trav\u00e9s y en el encuentro entre el Uno y el Otro, se inscribe como una interrogaci\u00f3n infinita, antes de que la libertad se establezca en la cadena de causas y efectos y en su dominio. Poes\u00eda, deseo y rebeli\u00f3n son las experiencias privilegiadas, reveladoras de la singularidad inconmensurable y, sin embargo, compartible de cada hombre y de cada mujer.<\/p>\n\n\n\n Podemos ver los riesgos de este segundo modelo basado en una actitud cuestionadora: ignorar la realidad econ\u00f3mica; encerrarse en pretensiones corporativistas; limitarse a la tolerancia y tener miedo a cuestionar las pretensiones y los cultos identitarios de los nuevos actores pol\u00edticos y sociales; abandonar la competencia global y replegarse en la pereza y los arca\u00edsmos. Tambi\u00e9n, podemos ver las ventajas de este modelo, que las culturas europeas est\u00e1n abrazando ahora y que no culmina en un esquema, sino en el gusto por la vida humana en su unicidad compartible.<\/p>\n\n\n\n Es imperativo tomarse en serio las dificultades econ\u00f3micas y existenciales que afectan a los m\u00e1s fr\u00e1giles y desesperan a la gente. No obstante, tambi\u00e9n es necesario reconocer las diferencias culturales y, sobre todo, religiosas, que desgarran a los pa\u00edses europeos en su interior y entre ellos. <\/p>JULIA KRISTEVA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n En este contexto, Europa dista, una vez m\u00e1s, de ser homog\u00e9nea y solidaria. En primer lugar, es imperativo tomarse en serio las dificultades econ\u00f3micas y existenciales que afectan a los m\u00e1s fr\u00e1giles y desesperan a la gente. No obstante, tambi\u00e9n es necesario reconocer las diferencias culturales y, sobre todo, religiosas, que desgarran a los pa\u00edses europeos en su interior y entre ellos. <\/p>\n\n\n\n Entre las muchas causas que conducen al malestar actual, hay una que los pol\u00edticos suelen ignorar: la negaci\u00f3n de lo que yo llamar\u00eda una \u00abnecesidad de creer\u00bb universal, prerreligiosa y prepol\u00edtica, inherente a los seres parlantes que somos y que se expresa como una \u00abenfermedad de la idealidad\u00bb espec\u00edfica del adolescente, ya sea de origen aut\u00f3ctono o inmigrante.<\/p>\n\n\n\n Al contrario del ni\u00f1o curioso y juguet\u00f3n, en busca del placer y buscando \u00abde d\u00f3nde viene\u00bb, el adolescente es menos curioso que creyente: necesita creer en ideales para superar a sus padres, separarse de ellos y superarse a s\u00ed mismo \u2013le estoy llamando al adolescente trovador, cruzado, rom\u00e1ntico, revolucionario, tercermundista, extremista, fundamentalista. Sin embargo, el desenga\u00f1o lleva a este enfermo de idealidad a la destrucci\u00f3n y a la autodestrucci\u00f3n, por debajo o a trav\u00e9s de la exaltaci\u00f3n: drogadicci\u00f3n, anorexia, vandalismo, por un lado, y precipitaci\u00f3n hacia dogmas fundamentalistas extremistas, por otro. Idealismo y nihilismo: borrachos sin valores y m\u00e1rtires del absoluto paradis\u00edaco se codean en esta enfermedad de la idealidad, inherente a toda adolescencia y que explota en determinadas condiciones en los m\u00e1s fr\u00e1giles. Conocemos el ejemplo reciente presentado por los medios de comunicaci\u00f3n: la cohabitaci\u00f3n del tr\u00e1fico mafioso y la exaltaci\u00f3n yihadista que hace estragos a nuestras puertas, en \u00c1frica y en Siria.<\/p>\n\n\n\n Si una \u00abenfermedad de la idealidad\u00bb sacude a la juventud, y, con ella, al mundo, \u00bfpodr\u00eda Europa ofrecer un remedio? \u00bfQu\u00e9 tipo de ideal alberga? El tratamiento religioso del malestar, la angustia y la revuelta es, a su vez, ineficaz, incapaz de asegurar la aspiraci\u00f3n paradis\u00edaca de este creyente parad\u00f3jico y nihilista: el adolescente desintegrado, desocializado en la despiadada migraci\u00f3n globalizada; a menos que este fan\u00e1tico al que rechazamos, indignado, nos amenace desde adentro. \u00c9sta es la imagen que dan ciertos aspectos de la \u00abRevoluci\u00f3n de los Jazmines\u00bb, desencadenada por una juventud \u00e1vida de libertad, de ideales emancipadores y de reconocimiento de su singular dignidad. Sin embargo, esa otra necesidad fan\u00e1tica de creer est\u00e1 en el caudal de la asfixia.<\/p>\n\n\n\n En la encrucijada del cristianismo (cat\u00f3lico, protestante, ortodoxo), el juda\u00edsmo y el islam, Europa est\u00e1 llamada a tender puentes<\/em> entre los tres monote\u00edsmos<\/em>.<\/p>JULIA KRISTEVA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n Europa se enfrenta a un reto hist\u00f3rico. \u00bfEs capaz de enfrentar esta crisis de creencia que la tapa de la religi\u00f3n ya no sostiene? El terrible caos ligado con la destrucci\u00f3n de la capacidad de pensar y de asociarse, que el nihilismo-fanatismo est\u00e1 instalando en diversas partes del mundo, toca el fundamento mismo del v\u00ednculo entre los humanos. La concepci\u00f3n del ser humano forjada en la encrucijada greco-judeo-cristiana con su injerto musulm\u00e1n, esta preocupaci\u00f3n por la universalidad singular y compartible, es la que parece amenazada. La angustia que hiela a Europa en estos momentos decisivos expresa la incertidumbre ante este desaf\u00edo. <\/p>\n\n\n\n \u00bfSomos capaces de movilizar todos los medios, tanto jur\u00eddicos y de seguridad como econ\u00f3micos, sin olvidar los que nos da el conocimiento de las almas, para acompa\u00f1ar con la necesaria delicadeza de atenci\u00f3n, con una educaci\u00f3n adaptada y con la generosidad necesaria, esta conmovedora enfermedad de la idealidad que nos azota y que se expresa, en la propia Europa, de forma dram\u00e1tica?<\/p>\n\n\n\n![](\"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/wp-content\/uploads\/sites\/6\/2023\/04\/cda19_etude_doeuvre_maria_helena_vieira_da_silva_boutoulle-tt-width-1200-height-900-fill-0-crop-1-bgcolor-ffffff-125x76.jpg\")
\r\n\t<\/picture>\r\n \n La diversidad y sus lenguas<\/strong><\/h2>\n\n\n\n
Salir de la depresi\u00f3n nacional<\/strong><\/h2>\n\n\n\n
Dos concepciones de la libertad<\/strong><\/h2>\n\n\n\n
![](\"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/wp-content\/uploads\/sites\/6\/2023\/04\/OnEaBtRlQaWez18uR-yl1mnCek23-liJ4d7usyXTKXQ-125x101.jpg\")
\r\n\t<\/picture>\r\n \n Necesidad de creer; deseo de saber<\/strong><\/h2>\n\n\n\n
![](\"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/wp-content\/uploads\/sites\/6\/2023\/04\/Maria-Helena-Vieira-da-Silva_Ballet-ou-les-Arelquins_1946-scaled-1-125x77.jpg\")
\r\n\t<\/picture>\r\n \n